Carta de la Luz Dorada para Volver a Vivir Feliz
por Wagner Borges em STUM WORLDAtualizado em 04/11/2007 11:07:08
Traducción de Teresa - [email protected]
Hola, my friend.
¿Cuánto tiempo hace que no echas una sonrisa?
Ya sé lo que vas a decir; que todo es por culpa del dolor de su pérdida.
Perdona la franqueza, pero eso me parece una condenada ilusión.
¿No eras tú mismo el que alardeaba a los cuatro vientos de que la consciencia es inmortal?
¿Cuántas veces te he visto adoctrinando a otros sobre eso?
¿Y ahora, a la hora de la prueba práctica, berreas al igual que un materialista desconsolado?
¿Dónde está aquel tipo vibrante en el trato con las cosas del espíritu?
¿Todo aquello era tan sólo fachada? ¿Era sólo teoría de tu ego? ¿Te considerabas inasequible?
Dices que no merecías semejante probación, pero todos perdemos a alguien, en algún momento.
¿Te has olvidado de que la característica de la vida en la Tierra es la transitoriedad?
¡Todo pasa! En este plano de manifestación, nada es para siempre.
Por cierto, ¿cuántas veces has dicho esto mismo a personas que habían perdido a alguien?
Así que, nuevamente, te pregunto: ¿era tan sólo fachada, my friend?
Ahora mismo el sol está brillando allá en lo alto y haciendo que la fiesta de la luz tenga lugar.
¿Estás viendo y admirándote con la fiesta de la luz en la atmósfera?
¿O el velo de luto ha entoldado tu visión para todo cuanto brilla y vive?
Y luto no es vestirse de negro, no. Es un estado de consciencia oscuro y triste.
Tanto que los jóvenes salen para las fiestas vestidos de negro, enteramente llenos de vida.
Y tú puedes incluso vestirte de blanco, pero, si tu corazón está triste, todo se vuelve oscuro.
Sal de esa, tío. Vuelve a sonreír y a vivir. Vuelve a brillar, como antes. ¡Ilumínate, my friend!
La espiritualidad no es una doctrina, es un estado de consciencia. E independe de cualquier cosa.
Respira. Escucha música. No te aísles. Tus amigos te echan de menos.
Yo sé que el dolor de la saudade es grande. Como sé, también, de tu gran corazón.
Si yo estuviese ahí, cerquita de ti, te daría un gran abrazo en silencio.
Después, caminaríamos por la playa, mirando la belleza del mar – y las chicas, claro.
Entonces, charlaríamos sobre la partida de tu amor hacia otros planos de manifestación.
Pero, nada de drama o llanto inútil. Ni luto o cualquier adoctrinamiento.
Siendo espiritualista, ¿cómo podría hablarte yo de esas cosas ilusorias? ¡De eso, nada!
Y, sabiendo que tú conoces el lado espiritual, ¿cómo podría pactar con tu luto?
Sería hipocresía por mi parte. Y no sé ser así. Sólo sé reír cuando hablo de eso.
Con el brillo del sol en los ojos, no es posible ser diferente. ¡De luto, nada!
¿Te acuerdas de Ramatís? Pues bien, estoy escribiendo aquí y pensando en él.
Y pidiéndole que guíe a tu amada en los planos extra-físicos, en la luz del amparo sutil.
Ella está bien acogida y encaminada, bien viva, como siempre. No la he visto, pero lo sé.
Lo que me preocupa es tu tristeza, tío. Por ello he pedido a Ramatís por ti también.
Y, en la luz dorada que ha bajado a mi chacra frontal, llena de amor sereno, ha llegado un toque:
“Di a tu amigo que, cuando el amor es profundo, el dolor de la saudade se queda pequeño. No es fácil enfrentar las pruebas del camino. No basta teoría o buena intención. ¡Es preciso consciencia! En esas horas, el discernimiento marca la diferencia. Y nada puede matar el amor.
Que, por la acción serena y sabia de lo Alto, del hombre abatido por la ilusión de la pérdida pueda surgir un nuevo ser, lúcido y amoroso, consciente de la vida universal y agradecido al Señor de todas las vidas.
Que él ande por la vida con la luz de la espiritualidad en sus ojos. Que su corazón continúe siendo generoso. Que vuelva a sonreír con la belleza de la existencia. Y que nada pueda alejarlo del benévolo círculo luminoso del amor, que trasciende a todo, en todos los planos.”
P.D.: Esto es así, my friend.
¿Has captado el mensaje?
El sol está brillando afuera...
Y una luz dorada está aquí dentro.
Dentro y fuera, la fiesta de la luz acaece.
Y yo pienso en ti feliz, como antes.
Y en tu amada, bien cuidada en el Astral.
Y en Ramatís, amparando a vosotros dos.
Ah, esa luz dorada...
¡De luto, nada!
¡Nadie muere!
¡Viva la vida! “Aquí y Allá, Allá y Aquí”.
Tan sólo el amor nos lleva, my friend...
Ese amor que no se explica, solamente se siente.
Que lleva a todos nosotros, siempre vivos, por ahí...
Paz y Luz.
Curitiba, 14 de septiembre de 2007.