Rescatando el verdadero Yo
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 13/01/2008 14:37:58
Traducción de Teresa - [email protected]
A lo largo de la vida vamos construyendo nuestra identidad a partir de nuestra historia familiar, de nuestras relaciones sociales y de los valores que nos impone la sociedad como un todo.
Y, la mayoría de las veces, hay un enorme distanciamiento entre lo que deseamos y lo que el mundo espera de nosotros. Para muchas personas, no corresponder a la expectativa del mundo simboliza un certificado de fracaso, de que han fallado, no han logrado seguir el modelo de vencedor definido por aquél.
Para estas personas, por cierto, tomar conciencia de los propios deseos es algo bastante difícil, visto que no han desarrollado el hábito de auto-cuestionarse y reflexionar acerca de los propios sentimientos.
Siguen por la vida conforme a lo que les han “enseñado” ser lo correcto y se sienten totalmente impotentes para cuestionar tales valores. Muchas desconocen las raíces de su propia infelicidad o se niegan a ver la verdad, pues esto exigiría reconocer que no poseen el coraje necesario para cambiar.
La búsqueda de la felicidad incluye, para la mayoría de nosotros, la necesidad de reconstruir el propio Yo, modificando lo que fuese preciso para que nuestra vida se adapte a nuestros más profundos anhelos.
La sintonía entre lo que nuestro corazón desea y lo que vivenciamos, es la clave para que alcancemos la serenidad, la paz y el equilibrio interior con que todos soñamos.
Este proceso es por lo regular muy doloroso, pues requiere deshacernos de nuestras viejas corazas para que el nuevo Yo renazca, aunque frágil al principio, como un niño que se siente inseguro al dar los primeros pasos.
No obstante, a medida que nos descubrimos señores de nuestro caminar, no necesitando ya fingir algo que no sentimos o vivir lo que ya no deseamos, una nueva fuerza se apodera de nosotros, un poder interior que siquiera sospechábamos poseer.
Y este poder nadie nos lo podrá quitar, pues una vez despertado, jamás desaparecerá.
“LA VOZ CRÍTICA
(Un visitante dice: “Hay muchas voces dentro de mí que dicen que estoy siempre haciendo lo que está mal todo el tiempo”).
Esa voz crítica nunca es la tuya. Cuando eras crío, tu padre decía: “No hagas eso”, y tu madre decía: “No hagas aquello”. Lo que tú querías hacer, siempre estaba mal, y lo que nunca querías hacer era lo que ellos querían que tú hicieses, y era lo que estaba bien.
Te encuentras en una doble tesitura. Sabes qué es hacer lo que “está bien”, pero no quieres hacerlo; así, hacerlo será como una obligación. Entonces no habrá alegría y sentirás que te destruyes, que desperdicias tu vida. Si haces aquello que quieres, te sentirás culpable, sentirás que estás haciendo algo que está mal.
Así, necesitas librarte de tus padres, eso es todo. Y eso es algo muy sencillo, porque ahora ya has crecido y tus padres ya no están presentes; ellos están apenas dentro de tu mente.
No te digo que mates a tus padres – lo que quiero decir es que tienes que matar esa reminiscencia del pasado. Ya no eres un crío, reconoce este hecho. Toma la responsabilidad en tus propias manos, es tu vida. Entonces, haz lo que sea que quieres hacer y nunca hagas lo que no quieres hacer. Si es necesario que sufras por eso, sufre. Tenemos que pagar el precio por todo, nada es gratis en la vida.
Si algo te gusta y todo el mundo condena ese algo ¡estupendo! Deja que condenen. Acepta esa consecuencia; vale la pena. Si algo no te gusta y todo el mundo llama bello a ese algo, eso no tiene importancia, porque nunca disfrutarás de tu vida si has de seguir a otros. Es tu vida, y, quién sabe, mañana podrías morir. Por tanto, ¡disfrútala mientras estás vivo! Eso a nadie le importa – ni a tus padres, ni a la sociedad, ni a cualquier otra persona. Se trata de tu vida.”
OSHO, For Madmen Only.