Nuevos caminos para Nuevas posibilidades...
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 18/01/2008 16:26:54
Traducción de Teresa - [email protected]
En la mañana de aquél día fui despertada por el ruido de alguna cosa que caía... miré asustada y vi en el suelo el libro “Estrella Semilla” (“Estrela Semente”)... que pedía ser leído... o no...
Como he venido teniendo muchas intuiciones y he estado enfrascada en otras cosas, no he conseguido todavía leer mucho... tan sólo una página aquí, otra allí, que abro de algún libro que me llega o algún texto que recibo por e-mail.
Por la noche, intenté leer un poco más del libro, considerando que era eso lo que se me estaba pidiendo... y conseguí algunas páginas... El contenido de ese libro es muy especial, y pone ganas de leer incluso muchas veces... cada página... Pero... en seguida ha venido el sueño y entre dejarme llevar por él o por el libro... acabé optando por los dos, de una forma bastante inusitada para mí...
Decidí dormir con el libro bajo la almohada.
Está claro que una parte de mí cuestionaba la validez de aquella actitud... porque la que ha tenido esa idea, sabe que podemos recibir las informaciones de muchas maneras que no sean precisamente muy convencionales, pero incluso esa parte más abierta... nunca había pensado recibir el contenido de un libro... solamente por dormir teniéndolo bajo la almohada...
Claro que con los cristales eso surte mucho efecto... Por qué no con la información que está contenida en aquel libro, pensé.
Locura o no... el caso es que empecé a sentir una energía diferente, magnética... procedente del libro... y me dormí.
Desperté con esta frase: “Aunque sepas todo sobre el agua, esto no va a apagar tu sed”.
Me acordé entonces del libro... y de que había dormido una parte de la noche teniéndolo bajo la almohada, porque me acuerdo de... a ciertas alturas haberlo retirado y puesto a un lado.
Comprendí que era un mensaje del libro, o mejor, de las conciencias que lo han inspirado... para recordarme, una vez más, que todas esas herramientas que están puestas a nuestra disposición son preciosas y nos lo van a poner más fácil al indicarnos un camino hacia la Fuente... pero que nuestra sed solamente se verá saciada con la conexión directa con la Fuente... con el fluir de la Divinidad. Al igual que saber todos los datos sobre el agua – fórmula... peso... temperatura... de dónde procede... etc. – no va a apagar nuestra sed.
Pero aparte de esto, esa frase preciosa y el dormir con el libro bajo la almohada me han traído otros mensajes.
Uno de ellos es que ese acceso a la Fuente puede ser bastante más sencillo y está todo el tiempo disponible... como el agua en un vaso... no habría más que beber el agua... pero esto casi nunca lo hacemos.
Hemos aprendido tanto a “complicar” a lo largo de milenios de “aprendizaje”... o habría sido “desaprendizaje”... Hemos puesto el acceso como algo distante y casi inalcanzable porque “creemos” y guardamos en la memoria, que las cosas ocurren solamente si recorren determinados viejos caminos.
Está claro que algunos de esos caminos nos son dados para facilitar, pero el “apego” a ellos hace que limitemos mucho la posibilidad de acceder de forma más sencilla y directa.
Para que logremos atisbar esa sencillez y contactar con muchas más posibilidades de las que hemos conseguido hasta entonces, hemos de romper muchos de los conceptos y patrones que nos hacen proceder de la misma forma frente a las situaciones.
Entonces... aquel día, cuando dormí con un libro bajo la almohada... y recibí un mensaje precioso, comprendí que el Gran Misterio nos pide olvidar todo cuanto hemos aprendido que “tiene que ser así”... o asá... y permitir que nuevas formas de “Ser” y de “Hacer”... nos abran posibilidades de conexión con la Fuente en todo lo que está a nuestro alrededor. Si tenemos un vaso de agua, ¿por qué, sencillamente, no beber?