Ilusión
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 21/01/2008 14:16:27
Traducción de Teresa - [email protected]
Aceptar que no siempre los acontecimientos se desarrollan tal como los hemos programado es un aprendizaje de los más difíciles, que requiere madurez, buen sentido y sabiduría.
Una de las situaciones en que la ilusión más se manifiesta es la relación afectiva. Muchas personas se niegan a observar las actitudes del otro de forma realista, y en vez de exigir respeto y atención, aún intentan justificar las disculpas desarrapadas que les presenta para no proceder de manera correcta.
Otras no logran aceptar el final de una relación con serenidad y – lo que es peor – al ser rechazadas, adoptan una actitud de culpa y tienden a buscar en sí mismas un defecto o un error que justifique el abandono.
O sea, siempre se consideran las responsables por haber quedado plantadas, en una clara demostración de baja autoestima.
Para que una relación fructifique es preciso que se dé cierta sintonía, tanto a nivel físico como de alma. Esta sintonía es un misterio, y depende de una serie de factores, muchos de ellos inconscientes.
Con algunas personas sucede de inmediato, con otras va surgiendo poco a poco y se torna cada vez mayor y en algunos casos, se revela como una equivocación, ya que la atracción inicial se va reduciendo poco a poco.
Este proceso ocurre en todas las relaciones y el hecho de que alguien ya no desee estar con nosotros no implica necesariamente que tengamos algún defecto. Es posible que simplemente no hayamos correspondido a la imagen idealizada que él tenía de la persona que buscaba para su relación. O sencillamente puede ocurrir que él tenga dificultades emocionales sobre las cuales jamás ejerceremos control alguno.
Desarrollar una auto-confianza que nos torne capaces de aceptar con serenidad un rechazo es la única forma de escapar a la peligrosa armadilla de la ilusión.
“En alguna tardecita encantada, encontrarás a tu alma gemela, la persona perfecta que corresponderá a todas tus necesidades, y será la concretización de todos tus sueños. ¿Cierto? ¡Equivocado!
Esa fantasía que los cantantes y los poetas gustan tanto de perpetuar tiene sus raíces en remembranzas del útero, donde estábamos tan seguros y “unificados” con nuestras madres; no es de admirar que estemos obcecados por retornar a esa condición durante toda nuestra vida. No obstante, hablando en un crudo lenguaje, es un sueño infantil. Y es sorprendente que nos apeguemos a él de manera tan porfiada, frente a la realidad.
Nadie, sea tu actual compañero o alguien con quien sueñas en el futuro, tiene la obligación de traerte la felicidad en una bandeja – ni podría, aunque quisiera.
El amor verdadero no adviene de tentativas de satisfacer nuestras necesidades por medio de la dependencia con relación a la otra persona, sino por medio del desarrollo de nuestra riqueza interior y de nuestra maduración.
Con eso, pasamos a tener tanto amor para dar, que los amantes se verán espontáneamente atraídos por nosotros.
OSHO – EL SUEÑO – TARÓ NEO ZEN