Ho´oponopono: Perdón para nuestros miedos...
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 31/05/2008 10:14:53
Traducción de Teresa - [email protected]
Era un día bonito y sentí muchos deseos de escuchar una canción que amo... La puse para que estuviese repitiéndose... La escuché algunas veces...
Al día siguiente, a todas horas me sorprendía cantando la canción... vuelta y media ella me venía, y... sin siquiera darme cuenta, estaba repitiendo aquella canción...
Eso ocurrió muchas veces a lo largo del día.
Me quedé pensando entonces en cómo nuestras creencias, que son creadas a partir de pensamientos repetitivos, se manifiestan en nuestra realidad y... sin percibirlo siquiera, actuamos guiados por ellas... al igual que repetimos inconscientemente una canción que hemos oído muchas veces.
Puede que no tengamos ni idea de todas las creencias que guardamos almacenadas en el subconsciente desde el inicio de la creación, y tampoco de cómo ellas actúan en nuestras vidas por medio de intrincadas combinaciones.
Alguna que otra vez tenemos pistas de que estamos repitiendo determinado patrón e intentamos librarnos de él; pensamos incluso que lo hemos logrado... pero al poco rato ahí viene él muy sutilmente encubierto por otro ropaje... una nueva historia, que en verdad es tan sólo un nuevo efecto de una causa bastante más antigua.
Todo cuanto nos sucede aquí y ahora, cuando no estamos recibiendo Inspiración Divina, es el efecto de las memorias revividas por la mente subconsciente.
El miedo está en el origen de muchas de las situaciones que nos aparecen, y que no son más que el efecto de alguna otra situación, en que la causa puede estar en un tiempo tan antiguo que no guardamos conciencia, pero que arrastramos con nosotros hasta el presente, por el efecto que ejerce en nuestra realidad de cada día.
Cuántas veces un acontecimiento pequeño nos hace tener una reacción exagerada, sacando a flote emociones que, después de que desaparecen, llegan a asustarnos por la intensidad de nuestra reacción frente a algo que no justificaría tamaña emoción.
Es que aquella situación puede habernos remitido a miedos antiguos, y nuestra reacción está ligada a la situación que había causado aquel miedo, que vuelta y media retorna en el tiempo, haciéndonos reaccionar automáticamente frente a la misma cosa... que se nos aparece camuflada en otras historias, haciéndonos creer que estamos viviendo en el presente, cuando en verdad sólo estamos reaccionando a lo pasado.
He venido haciendo mucho el Ho’oponopono y sorprendiéndome cada vez más con los resultados... Recientemente, por signos muy claros, he notado que estaba liberando en mí algún miedo muy antiguo ligado al Don... un miedo que me había aportado mucho dolor a causa de haber sido juzgada y castigada injustamente por usar los Dones de la intuición...
Sabemos que ya hemos pasado por muchas cosas en épocas antiguas, cuando usar los Dones era considerado como algún tipo de brujería, y ese registro está guardado en la memoria de mucha gente... y a veces nos impide asumir todo nuestro potencial...
A medida que avanzamos en la práctica del Ho’oponopono, vamos percibiendo, gracias a los sincronismos, por dónde estamos caminando... o qué es lo que estamos limpiando, dejando siempre bien claro que esas percepciones nos llegan por el fluir de la Divinidad, siendo que nada es racional...
Un día me observé teniendo una reacción extremadamente exagerada frente a un episodio que normalmente no me haría proceder así... Me sentí juzgada injustamente y condenada... En verdad lo que de real sucedió fue algo muy pequeño para la gran reacción que tuve. Lloré mucho y vi que estaba extremadamente sensible... Una sensibilidad de proporciones injustificadas para lo que había ocurrido, pero que era plenamente comprensible si hubiese tenido en cuenta todas las cosas que venía percibiendo en mi proceso de liberación... ligadas al hecho de haber sido juzgada y condenada por el uso de los Dones en otras épocas.
Observé que algún miedo muy profundo venía a la superficie pidiendo ser liberado...
No me juzgué ni me condené por mi reacción exagerada, entendiendo que lo mejor que debía hacer sería limpiar lo que podría estar causando aquella reacción.
Muchas veces podemos sutilmente gastar nuestra energía en la culpa y en el “pobrecita de mí” en vez de usarla para curarnos, limpiando las memorias que causan constantemente las mismas reacciones.
He perdonado a mis miedos... me he perdonado por sentirlos y he agradecido a aquella situación por permitirme esa liberación.
Agradecí y envié amor a mis memorias que traían la oportunidad de soltar lo que me mantenía presa al pasado.
Entonces hice el Ho’oponopono para aquella situación... pidiendo a la Divinidad (a través del niño) que limpiase lo que estaba dando lugar a ella... y lo transmutase en pura Luz.
En la tarde del otro día... cuando miraba distraída por una ventana... sentí un Amor diferente por las personas que veía y por las que imaginaba estarían en los edificios vecinos.
Me pareció que, de alguna forma más profunda, me sentía más incluida... e incluía más a las personas, como si fuésemos parte de un Todo... como si fuésemos Todos Uno...
Es inexplicable lo que sentí y lo que he venido sintiendo a veces después de practicar el Ho’oponopono... pero es muy visible la transformación en mi realidad y ya sólo eso hace que me sienta agradecida.
Con mucho Amor...