Saber Esperar
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 02/06/2008 10:01:52
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Uno de los desafíos más significativos que la vida nos presenta es aprender a esperar.
Siempre me pregunto por que la mayoría de nosotros no es orientada, a lo largo de nuestra educación, sobre el valor de la espera paciente.
Creo que la razón radica principalmente en el hecho de que la mayor parte de la humanidad vive totalmente inconsciente de los ciclos naturales de la vida. Cuanto más cerca vive de la naturaleza, más sabiduría el hombre tiene la chance de adquirir, pues él pasa, entonces, a moverse en un ritmo totalmente diferente, mucho más lento de aquel que la vida de las metrópolis impone.
Personas sin cualquier tipo de refinamiento intelectual aprenden a través de un método bastante simple, el de la observación, que todo en la naturaleza tiene su propio ritmo. Solo el ser humano desentona en esta armonía, pues insiste en querer apresurar los acontecimientos de acuerdo con sus deseos, siempre determinados por el ego.
La sabiduría oriental, expresada en una de sus más valiosas obras, el I Ching, nos enseña la importancia de sentirnos parte integrante de la naturaleza, y de actuar siempre en sintonía con su ritmo, plantando las semillas de lo que queremos y esperando el momento propicio para verlas germinar.
Cuanto más rápidamente aprendamos esta lección, más fácilmente alcanzaremos un estado de equilibrio y serenidad y nos libertaremos del deseo de querer controlar los acontecimientos, la mayor de las ilusiones que podemos alimentar.
“Nosotros nos olvidamos de cómo esperar; éste es un espacio casi abandonado. Sin embargo, ser capaz de esperar por el momento indicado es nuestro mayor tesoro. La existencia entera espera por el momento indicado. Hasta los árboles saben eso – cuál es el momento de florecer y el de dejar las hojas caer y de erguirse desnudos al cielo. También en esta desnudez ellos son bellos, esperando por el nuevo follaje con gran confianza de que las hojas viejas hayan caído y de que las hojas nuevas en seguida estarán llegando. Y las hojas nuevas comenzarán a crecer.
Nosotros nos olvidamos de cómo esperar: queremos todo deprisa. Se trata de una gran perdida para la humanidad….en silencio y a la espera, alguna cosa dentro tuyo va creciendo – tu auténtico ser. Un día él salta y se transforma en una llamarada y tu personalidad entera es despedazada: tú eres un hombre nuevo. Y ese hombre nuevo conoce los zumos eternos de la vida”.
Osho – Zen, The Diamond Thunderbol.