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Especial Wagner Borges para o STUM

por Wagner Borges em STUM WORLD
Atualizado em 03/06/2008 17:47:42


Traducción de Teresa - [email protected]

Los textos de hoy hablan de la inmortalidad de la conciencia.
Se trata de una pequeña selección de textos que elegí para remitir a mi columna en el Web del Somos Todos Um (uno de los mayores Webs del país sobre temas alternativos, que publica mis textos desde hace seis años - www.somostodosum.com.br).
Mientras pasaba a limpio los textos, pensé: "creo que sería estupendo enviar estos textos también para el Web del IPPB, juntos, en la misma secuencia que aparece aquí. Tal vez sean útiles para ayudar en la reflexión a otras personas que han perdido seres queridos."
Entonces, a continuación, sigue esa pequeña selección de textos, como un envío especial, aparte de la numeración de los textos remitidos periódicamente por nuestro Web.

Paz y Luz a todos.

- Wagner Borges -
São Paulo, 21 de mayo de 2008.

¡SOMOS LUZ!

El Divino escultor esculpió nuestra imagen-forma en la luz.
Sonriendo, Él dijo dentro de cada espíritu:
"¡Tú ocuparás muchas formas en la existencia, tendrás varios rostros y cuerpos, de colores y formatos diferentes, pero tu verdadera cara es la de la Luz!"
Sin embargo, el tiempo ha pasado, y nos hemos identificado con las diversas formas, no sólo físicas, sino que además con las mentales y emocionales.
Hemos pasado a vivir y a proceder en las formas, pero sin sentir el Espíritu en nosotros.
Hemos pasado a vivir de forma vacía, sin sentido ni profundidad.
Nos hemos apegado demasiado a las formas moldeadas y condensadas en las propias energías de la naturaleza, e incluso cuando ellas se desgastan, y su uso ya no es posible, nos quedamos medio perdidos, llorando sobre la referencia externa con la cual nos identificábamos tanto.
Ha sido por eso que el sabio Jesús dijo:
"¡Dejad que los muertos entierren a sus muertos!"
El Rabí estaba en lo cierto: quien anda con el espíritu entorpecido en las ilusiones sensoriales del mundo y considera que es esto solamente lo que existe, en verdad está muerto en raciocinio, percepción y espíritu.
Confundir la Luz del espíritu con la cáscara abandonada es lo mismo que confundir la ropa con quien la lleva puesta.
Si es necesario respetar el envoltorio carnal abandonado, pues era morada del espíritu en ascensión, es más necesario, todavía, respetar el propio espíritu, esencia imperecedera, dotado de todos los potenciales celestes.
Y ningún espíritu, en época alguna, jamás ha sido detenido por el ataúd o por el suelo donde su cuerpo ha quedado transformado en otras energías por la generosa Madre Tierra.
A los cuerpos que quedan en la Tierra, nuestro agradecimiento, por todo cuanto hemos aprendido por su intermedio. Sin embargo, ¡somos espíritus con la cara de la Luz!
Somos forma y semejanza de la Luz, pues no somos animales vertebrados, somos conciencias imperecederas. ¡Somos la cara de Dios!
No somos blancos, negros, amarillos o cobrizos. No somos ni siquiera terrestres, pues cualquier espíritu es egreso de otros planos sutiles, no físicos.
Por tanto, somos extraterrestres, pues terrestres son apenas los cuerpos que ocupamos temporalmente.
¡SOMOS LUZ!
Mientras los "muertos entierran a sus muertos", los espíritus continúan viviendo en el más allá... Los primeros observan las tumbas y lloran la ilusión de sus referencias apenas físicas; los últimos miran a las estrellas y alzan el vuelo hacia otros parajes.
Y allá arriba no hay ningún número de tumba como referencia, ni esquifes enterrados para que alguien se guíe en el dolor de su pérdida ilusoria. Lo que sí hay es una infinidad de espíritus vivos ¡todos con la cara de Dios!
El Divino Escultor esculpió nuestra imagen-forma en el Luz.
Por tanto, hagamos honor a esa Luz.
¡SEAMOS LUZ!

(Este texto va dedicado a las personas que jamás desisten de sus sanos ideales en la existencia. Aun rodeadas de dificultades variadas, persisten y confían en la propia Luz que viaja dentro de sus corazones. Saben que esa Luz no es de este mundo, y que solamente el Divino Escultor es quien sabe el real valor de cada uno, pues Él conoce profundamente el más secreto de los pensamientos de los hombres y sabe quién es leal y servidor consciente de sus magnos designios evolutivos).

Paz y Luz.

- Nota: Para enriquecer estos renglones, pongo a continuación este otro texto, con algunos toques más, dentro de esa misma sintonía consciencial.

ARTE CÓSMICA

El Divino Escultor
Esculpió nuestras almas
En la luz de las estrellas.

Somos sus
Esculturas vivas,
En la carne y en el más allá...

Somos obra de
Arte de un
Escultor invisible.

Somos hechos y
Rehechos eternamente
Por el Divino Artista.

Las ondas del amor
Rolan por el
Universo y
Se explayan en
Nuestros corazones.

En su movimiento continuo,
Somos nuevamente remodelados
Y seguimos en nuevas formas que
El Divino Artista ha pensado
Y sentido en Sí mismo.

El tiempo sigue, la evolución
Sucede y, entonces
Ocurre el milagro:

Las esculturas despiertan
Y perciben la
Sonrisa del Divino Artista
Diciendo silenciosamente:

- ¡Por fin!
¡La luz despertó a la luz!
Escultor y escultura
Son lo mismo.
¡Todo es UNO!

Y el corazón proclama:
- La vida es arte.

Y el amor despierta a
La criatura para el arte de la paz.

Y el Escultor Divino
Sigue sonriendo y tallando
Nuevas luces, formas y estrellas,
¡Forever!

- Nota: Ese texto fue escrito en seguida de una práctica espiritual con el grupo de 70 alumnos del curso "Simientes" en el auditorio del Hotel Vila Velha en Salvador. Fue hecho allí mismo mientras los alumnos intercambiaban ideas sobre el ejercicio realizado.

¿QUIÉN LLEVA A QUIÉN?

Muchas veces, nosotros, los que estudiamos temas espirituales y procuramos hacer algo bueno con ese estudio en nuestros pensamientos, sentimientos y energías, solemos decir:
"Nosotros llevamos la información espiritual a los demás."
En verdad, es la información espiritual la que nos lleva, somos tan sólo canales suyos (y, dicho sea de paso, canales imperfectos) expresando algunas cosas en el mundo.
Expresando algo de la espiritualidad e intentando crecer con valores que el mundo siquiera considera (valores elevados y muchas veces olvidados por nosotros mismos cuando cometemos alguna tontería, pues estudiar temas avanzados no significa que seamos elevados), somos conducidos por ella a ciertos momentos conscienciales interesantes y creativos.
Llevamos la espiritualidad y somos llevados por ella, mucho más de lo que imaginamos.
Cuando somos llevados por ella, generalmente se presentan algunos de estos estados de conciencia:

- Los ojos brillan mucho.
- La alegría se presenta como estado de conciencia independientemente de los factores que ocurren en el momento.
- El amor posee los pensamientos y lleva la conciencia hasta altos vuelos por el cielo del corazón.
- El deseo de crecer aumenta el tesón de vivir.
- El aura se expande mucho y toca las auras de los demás con toques de energía estimulante del progreso y del bien de todos.
- La conciencia se siente ligada a otras sanas conciencias, de la Tierra y de otros planos de manifestación.
- Crece la admiración por todos aquellos hombres y mujeres maravillosos que han dejado mensajes de paz y luz entre los hombres.
- También crece la admiración por todos aquellos hombres y mujeres que viven en la Tierra e intentan hacer algo bueno, aun siendo portadores de defectos y enfrentándose a diversas dificultades, pero esforzándose por generar climas mejores en la existencia.
- La propia inmortalidad entrevera la conciencia y le da fuerzas para continuar caminando y apreciando la vida, incluso bajo el impacto de la pérdida de alguien amado. Ella sabe dentro de ella misma. Por eso no necesita ningún adoctrinamiento espiritual para certificarse de algo que siempre ha sabido en su corazón.
- Dentro o fuera del cuerpo, ella se ve impelida a estados conscienciales sanos y es incapaz de hacer mal a nadie. Es imperfecta, pues es humana, pero no porta maldad.

Mientras llevamos la información espiritual, también somos llevados por ella. Y entonces, poco importa quién lleva a quién, pues lo importante en cualquier estudio espiritual es siempre mejorar la lucidez, ensanchar el amor y ser compañero constante de la alegría.
En resumen: llevando la espiritualidad o siendo llevado por ella, lo importante es ser feliz con lo que se hace.

Paz y Luz.


EL GRAN VIAJE DEL ESPÍRITU: ¡LA VIDA!
Tan Sólo Algunos Toques, Para Decir Que Vale la Pena Vivir... ¡y Aprender!).

La vida no espera.
Por donde quiera que vayas, el tiempo no para, aunque tú quieras.
Lo que quedó, quedó...
Lo que se fue, pasó...
Es la vida en movimiento. Somos viajeros eternos en sus sendas.
Parece que somos pasajeros en la eternidad, pero la verdad es otra: somos eternos dentro de lo temporal. O sea, somos lo eterno en el movimiento de la vida que sigue...
¡En la naturaleza, todo pasa! El rasgo característico de la existencia es la no permanencia.
Las cosas cambian, sí, aunque tú no quieras. Personas y situaciones van y vienen en nuestras vidas, entran y salen en la esfera de acción de nuestro vivir. ¡Esto es así!
Hay un tiempo para todo: el amanecer, el mediodía y el anochecer. De igual forma, hay un tiempo para sembrar y cosechar; nacer, vivir, partir, renacer y seguir...
¡Todo pasa! Lo que marca es la experiencia adquirida.
¡Las culpas y los resentimientos también pasan!
En el río de la vida, las aguas del tiempo lo curan todo, pues diluyen en lo eterno las cosas pasajeras.
Las cosas extrañas que ocurrieron, los dramas que se desarrollaron y las palabras que hirieron también pasan... si tú lo permites. Sí, si tú te permites notar que el tiempo lo arrolla todo, y que la vida sigue... aunque tú te encuentres enfadado ahora.
Aquel rancio antiguo o aquellas emociones apagadas que, alguna que otra vez, bloquean tu alegría forman parte de lo que es temporal, pero tú eres eterno.
Esas emociones pasan por ti, pero ¿qué tal dar la vuelta al juego?
¿Qué tal pasar por ellas, sin detenerte, tan sólo extrayendo la experiencia y siguiendo en la vida?
¡Sí, todo pasa, de veras! Las estaciones se suceden a su tiempo: primavera, verano, otoño e invierno. Eso no es bueno o malo; es tan sólo natural. Como es natural que el espíritu imperecedero entre y salga de los cuerpos perecibles a lo largo de la cadena reencarnatoria. Como es natural seguir adelante, pues el tiempo no para y la vida sigue...
Y, desde el centro de la Conciencia Cósmica, el Gran Arquitecto Del Universo, el Supremo Comandante de todas las vidas y de todos los tiempos sonríe y dice a todos:

"Todo pasa, menos Mi Amor por todos.
Las experiencias van, pero lo aprendido queda.
¡Es imposible dejar de existir, pues la evolución es inevitable!
Todos están destinados a la Conciencia Cósmica, aunque no lo entiendan por ahora. Sin embargo, si el desentendimiento es pasajero, la felicidad que viene del proceso de evolucionar continuamente será imperecedera.
¡Todo a su tiempo!
Mientras evolucionáis y aprendéis el arte de vivir, pasad y vivid... ¡y no os detengáis hasta alcanzar la meta!
¡El Amor es lo que vale!

P.D.: Estos escritos van dedicados a todas las personas que han perdido seres amados, por cualquier motivo que fuese. Que la luz del discernimiento y de los sentimientos más elevados pueda devolverles el tesón de vivir y el gusto por aprender nuevas lecciones de la existencia. Que se den cuenta de que cada día lleva consigo la maravilla del momento, que siempre pasa...
Que se permitan ser felices nuevamente, tan sólo por el motivo de que existir es un privilegio. ¡Y vivir es fantástico!

Paz y Luz.

- Nota: Mientras pasaba a limpio estos escritos, me acordé de un maravilloso texto del sabio hindú Sry Aurobindo. Pienso que su inspiración espiritual pueda ser un regalo para los lectores, justo aquí al final de estos escritos que, como la vida, también pasan... ¡y enseñan!
Siguen a continuación sus bellas palabras en una verdadera secuencia luminosa, dedicada a Aquel Poder Mayor que es la causa de la vida de todos nosotros, temporales en la apariencia, eternos en la esencia.

LA SABIDURÍA DE SRY AUROBINDO

...Levanta tus ojos en dirección al Sol.
Él está allá en ese maravilloso corazón de vida y luz y esplendor.
Observa, por la noche, las innumerables constelaciones, centelleando como otras tantas hogueras solemnes del Eterno en el silencio ilimitado, que no es ningún vacío, sino que pulsa con la presencia de una única existencia calma y tremenda.
Observa allá a Orión, con su espada y cinto brillando, como brilló para los antepasados Arianos hace mil años atrás, al comienzo de la era Ariana; Sirius en su esplendor, y Lyra recorriendo billones de millas en el océano del espacio.
Recuerda que estos mundos innumerables, la mayor parte de ellos más poderosos que el nuestro propio, están girando con velocidad indescriptible a un gesto de ese Anciano de los Días, a quien nadie, excepto Él, conoce y, con todo, son millones de veces más antiguos que tu Himalaya, más firmes que las raíces de tus colinas y así permanecerán hasta que Él, a su merced, los sacuda como hojas mustias del eterno árbol del Universo.
Imagina la perpetuidad del Tiempo, considera la inconmensurabilidad del Espacio; y entonces recuerda que, cuando estos mundos aún no existían, Él era todavía el Mismo.
Observa que más allá de Lyra, Él está, y en el lejano Espacio donde las estrellas de la Cruz del Sur no pueden ser vistas, aún así Él allí está.
Y entonces vuelve a la Tierra y considera quién es este Él.
Está muy cerca de ti.
Repara en aquel hombre añoso que pasa cerca de ti, abatido y curvado, apoyado en su bastón.
¿Imaginas tú que es Dios quien está pasando?
Hay un crío riendo y corriendo al sol. ¿Puedes tú oírle a Él en esa risa?
No, Él está todavía más próximo a ti. Él está en ti, Él eres tú mismo.
Eres tú que ardes allá lejos, a millares de millas de distancia, en las infinitas extensiones del Espacio, eres tú que caminas con pasos confiados sobre el turbulento oleaje del mar etérico.
Eres tú que has colocado las estrellas en sus lugares y has tejido el collar de soles, no con manos, sino por este Yoga, esta Voluntad silenciosa, impersonal e inactiva, que te ha colocado hoy aquí, escuchando a ti mismo en mí.
Mira hacia arriba, oh hijo del Yoga antiguo, y no seas ya miedoso ni escéptico; no temas, no dudes, no lamentes, porque en tu aparente cuerpo está Aquel que puede crear y destruir mundos con un soplo.

- Wagner Borges -
(Sujeto con cualidades y defectos, igual a todos, pero que, cuando recuerda a alguien que se ha ido a vivir a lo Astral, siempre mira hacia arriba, jamás hacia abajo, ¡pues sabe que ningún túmulo puede encarcelar a alguien que es la cara de Dios!)

Sry Aurobindo - (Texto extraído del maravilloso libro "Sabiduría de Aurobindo" - Editora Shakti).
- Sry Aurobindo - Aurobindo Ghose - India, 1872-1950 - fue uno de los mayores maestros de la India. Su trabajo ha sido conocido como "El Yoga Integral", porque, como él decía, "¡Toda vida es Yoga!" - Para más detalles sobre sus escritos inspirados, ver el excelente libro "Sabiduría de Sry Aurobindo" - Editora Shakti, y el Web de la Casa Aurobindo en Brasil:
https://br.geocities.com/casa_sri_aurobindo/



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Wagner Borges é pesquisador, conferencista e instrutor de cursos de Projeciologia e autor dos livros Viagem Espiritual 1, 2 e 3 entre outros.
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