Arriesga...
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 25/07/2008 11:17:15
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Cuántas veces has dado ya una respuesta automática a una invitación, teniendo en cuenta experiencias anteriores de las que te acordabas?
Y ¿cuántas veces has dejado de hacer cosas, sólo porque aquello ya lo habías clasificado entre las cosas que no son buenas... y que no te gustan?
Habéis notado cómo elegimos las cosas por las experiencias que hemos pasado, y se nos olvida un pequeño detalle que marca toda la diferencia. Nada se repite exactamente de la misma manera ni siquiera una única vez... Cambiamos nosotros... cambian las personas... cambian las energías de cada día... y cambia la combinación de todos esos factores...
El tiempo fluye sin interrupción, aportando a cada día energías únicas, las cuales combinadas con nuestros momentos pueden hacer que la misma experiencia que ha sido mala en un día, sea buena en otro y viceversa.
Por qué será que insistimos tanto en repetir lo “bueno” y repeler lo “malo” y nunca... o casi nunca nos acordamos de que lo bueno o malo era la combinación de nuestro estado de ser con aquel determinado día, con determinada configuración de acontecimientos y de personas que han hecho que aquellas experiencias fuesen inolvidables o... dignas de ser completamente borradas...
Intentar repetir unas situaciones y evitar otras nos hace perder la mayor parte del regalo de la vida.
Con nuestra manía de exigir garantías casi nunca nos permitimos experimentar lo nuevo que viene en cada día... y mucho menos dar una oportunidad a nuestra intuición... al camino del corazón. En vez de esto... a cualquier invitación del día ya respondemos automáticamente teniendo en cuenta nuestro interminable archivo de experiencias pasadas que, consciente o inconscientemente, continúan haciendo de filtro para lo que elegimos.
A veces me quedo pensando que cada día deberíamos arriesgar un salto a lo desconocido...
Abandonar todo lo que sabemos que nos gusta, o que no... y experimentar cosas como si las estuviésemos conociendo por primera vez... sin el cribo de la razón; y, teniendo como guía al corazón... seguir los caminos que nos indica, aunque esto represente hacer cosas que nunca hemos imaginado que pudiésemos hacer.
En realidad, siempre vivimos todo por primera vez si se tiene en cuenta toda la combinación de energías únicas de cada momento... pero nuestra disposición de considerar que aquello es una repetición... de lo que fue bueno o malo... nos hace perder esa oportunidad mágica... día tras día... año tras año... Y así la vida corre plena de posibilidades que pasan ante nuestros ojos... filtradas por lentes de viejas experiencias y creencias que no nos dejan vislumbrar el fluir de lo nuevo...
Una gama enorme de posibilidades está a nuestro alcance y ni siquiera nos damos cuenta...
Se te ha ocurrido ya que si al entrar en un nuevo día... y, cuando llega la hora de elegir lo que vas a hacer, te olvidases de lo que te gusta o no te gusta y te dejases guiar por la intuición...
Experimentar el mirarlo todo con ojos diferentes, abriéndote hacia las señales que te da el Universo...
Cambiar ese camino ya tan recorrido... que guardan nuestras memorias, por caminos abiertos por una persona nueva... que tiene el coraje de seguir al corazón e ir con Él hasta el final...
El Universo se comunica con nosotros todo el tiempo... somos nosotros los que a veces dejamos poco espacio para escuchar lo que Él nos está diciendo... porque ya tenemos todas las respuestas preparadas en el subconsciente.
¿Quién nunca se ha sorprendido al ir a un lugar que no quería, porque sabía que no le gustaba y, un poco a la fuerza ha tenido que ir, y acabó por gustarle mucho?
Yo sí... al igual que ya he repetido muchas cosas sólo porque me habían gustado mucho... sin conseguir encontrar nuevamente aquel sabor que me hacía poner aquellas cosas entre las que me gustan.
Será que conseguiríamos vivir sin esas interminables listas de lo que nos gusta o no y tendríamos el coraje de dar ocasión a estar desprevenidos frente a un nuevo día... Desprevenidos de veras... como si padeciésemos una amnesia pasajera y pudiésemos emplear, como brújula para guiarnos, tan sólo nuestra intuición.
Tal vez lo nuevo que tanto esperamos ya se encuentra ahí y nosotros no lo experimentamos porque estamos aún atados a toda esa carga que nos hace elegir las cosas por lo pasado...
La clave está en nuestras manos... lo nuevo está ante nosotros... ¿por qué no arriesgar?