La llave de la felicidad
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 11/08/2008 10:33:23
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
“Creo que soy feliz.
Quiero todo lo que tengo,
Solo deseo lo que puedo
Y soy de mi edad.
Será eso la tal felicidad?
Climêrio Ferreira – poeta y compositor piauiense.
Es increíble como aquellos que viven conectados con su sensibilidad y atentos a los pequeños detalles que componen la riqueza de la vida, como los artistas, acaban por contactar la sabiduría divina que habita en ellos, sin que hagan tanto esfuerzo en este sentido.
Los versos precedentes, escritos por un poeta e compositor popular, revelan en pocas palabras los enseñamientos que los Maestros espirituales han transmitido a lo largo de muchos años.
Expresan de modo simple y objetivo el secreto para alcanzar la felicidad, que nada más es que aceptar todo lo que poseemos y recibimos de la vida, como un bien preciado. Al revés de renegar lo que la existencia nos atribuye, debíamos querer exactamente lo que recibimos, desear apenas lo que está a nuestro alcance y vivenciar nuestra edad cronológica de modo natural.
En una época en que muchos corren tras la belleza física – como si solamente ella simbolizase el sentido de la palabra juventud - y se recusan a aceptar que el tiempo pasa - asumir la edad que se tiene de modo sereno es una conquista al alcance solamente de aquellos que ya llegaron a un grado considerable de conciencia y ya no se dejan arrastrar por los llamados de la masificación.
De acuerdo con las enseñanzas del budismo, el deseo es la fuente de toda infelicidad, pues el nos vuelve eternamente insatisfechos con aquello que poseemos y nos lleva a crear un nuevo deseo tan rápido cuanto alcanzamos algo por lo cual teníamos ansiado intensamente.
Naturalmente esto sucede porque vivimos en función de la mente, cuya principal característica es crear deseos, expectativas, metas a ser alcanzadas y poner nuestra chance de felicidad siempre en el futuro. Mientras corremos tras todo aquello que todavía no tenemos, el valor de lo que ya esta a nuestro alcance pasa desapercibido la mayor parte del tiempo.
Conquistar un estado de Ser espontáneo, auténtico y natural es vivir el momento presente de manera total, focalizándose en aquello que sucede en ese exacto instante, mismo que en él estemos sufriendo algún dolor o tristeza. Vivenciar plenamente el ahora es asumir esa tristeza, pero no apegarse a ella de modo patológico o verla como nuestra única condición de vida.
Es posible descubrir en la tristeza y en el dolor una nueva conciencia, la de que la existencia es una inmensa colcha de retazos, que vamos componiendo con pedazos bellos y otros no tanto. Pero todos, juntos, forman un rico panel, compuesto no solo de color como de sombra. Sin cualquiera de ellos, el resultado no sería el mismo y ciertamente quedaría incompleto y nos impediría comprender el real significado de la palabra Todo.
“Hasta ahora, viviste de un determinado modo – no te gustaría vivir de un modo diferente? Hasta ahora, pensaste de un cierto modo – no te gustaría vislumbrar nuevas perspectivas? Entonces mantente alerta y no des oídos a la mente.
La mente es tu pasado, intentando, constantemente controlar tu presente y tu futuro. Es el pasado muerto que continua controlando el presente vivo. Simplemente mantente alerta en relación a esto.
Pero, cuál es el camino? Como la mente continua haciendo esto? La mente lo hace con lo siguiente – ella dice: “Si tú no me das oídos, no serás tan eficiente como yo. Si haces una cosa habitual, podrás ser más eficiente, porque ya la hiciste antes. Si haces una cosa nueva, tú no podrás ser tan eficiente.”
La mente continua hablando como un economista, un especialista en eficiencia.
Continua diciendo: “Es más fácil hacer eso así. Por qué hacerlo del modo más difícil? Sigue la ley del menor esfuerzo.”
Recuerda: siempre que tengas dos cosas, dos opciones, elije la nueva. Elige la más difícil, elije aquella que exigirá mayor conciencia. En vez de eficiencia, elije siempre la conciencia. Así, crearás la situación ideal para la meditación.
Todo esto son apenas alguna sugestiones; la meditación sucederá – no estoy diciendo que apenas por realizarlas entrarás en meditación – pero ellas serán útiles: producirán en ti la condición necesaria, sin la cual la meditación no puede ocurrir.
Sé menos eficiente, sin embargo más creativo. Deja que éste sea el estímulo. No te preocupes mucho con fines utilitarios. En vez de eso, recuerda constantemente de que no estás aquí en la vida para tornarte una mercadería. Tú no estás aquí para volverte algo útil; eso sería poco digno. No estás aquí para volverte cada vez más eficiente.
Estás aquí para tornarte cada día más vivo; estás aquí para volverte cada vez más inteligente; estás aquí para volverte cada día más feliz, extasiantemente feliz. Pero eso es totalmente diferente de los caminos de la mente”
OSHO- Creatividad
