Receptividad
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 14/09/2008 10:57:55
Traducción de Teresa - [email protected]
Ser receptivo es una de las cualidades más importantes de la vida, pues nos hace preparados para usufructuar todo lo que sucede, con una nueva postura.
Cuando no somos receptivos podemos desarrollar una actitud de rebelión contra los acontecimientos de nuestra vida, siempre considerando que merecíamos algo mejor o que no hemos recibido lo suficiente.
Si la receptividad está presente, aceptamos con gratitud lo que quiera que la vida nos reserve, y mantenemos la conciencia de que, no importa lo que estemos experimentando, era esto exactamente lo que necesitábamos para nuestro crecimiento interior.
Saber escuchar también es uno de los atributos de la receptividad, pues muchos se quejan de no recibir atención, pero se muestran incapaces de escuchar al otro.
Esta práctica exige una apertura total del corazón y dejarse tomar completamente por la energía del amor, sin el cual jamás conseguiremos sentirnos parte indisociable del Todo y, consiguientemente, experimentar la bienaventuranza.
Cada vez que nos sentimos colmados por la energía amorosa, nos volvemos abiertos y disponibles para compartir este sentimiento con el resto del mundo, sin resistencia o aprensión alguna.
Para recibir, es preciso que estemos totalmente disponibles, de modo a permitir que una semilla llegue hasta nosotros, para que sólo entonces sea germinada por nuestra llama interior y fructifique, alcanzando al resto del mundo.
Qué es dar y qué es recibir
... “Casi todo el mundo piensa que sabe lo que es recibir... pero, a menos que des amor, no sabes lo que es dar, lo mismo es verdadero sobre recibir: a menos que seas capaz de recibir amor, no sabes lo que es recibir. Deseas ser amado, pero no has pensado acerca de esto: ¿eres capaz de recibir amor? ¡Hay tantas barreras que no te permiten recibirlo!
La primera es esta: tú no te respetas; de ahí, cuando el amor llega a ti, no te sientes bastante adecuado para recibirlo. Pero te pones en tal tribulación, que no puedes siquiera ver un hecho simple: debido a que nunca te has aceptado tal como eres, a que jamás te has amado... ¿cómo puedes lograr recibir el amor de alguien?
Tú sabes que no eres digno de él, pero no quieres aceptar y reconocer esa idea tan estúpida que te ha alimentado, de que no eres digno de amor. Siendo así ¿qué hacer? Simplemente rehúsas el amor. Y, para rehusar el amor, tienes que encontrar disculpas.
La primera y más importante disculpa es que “eso no es amor – he ahí por qué no lo acepto.”
Tú no crees que alguien te ame. Cuando tú mismo no te amas, cuando tú no te has visto – tu belleza, tu gracia, tu grandiosidad - ¿cómo puedes creerlo cuando alguien te dice: “Tú eres bello. Veo en tus ojos una profundidad insondable de tremenda gracia. Veo un ritmo en tu corazón, en sintonía con el universo.”
Tú no puedes creer en todo eso – es demasiado. Estás acostumbrado a ser condenado, estás acostumbrado a ser punido, estás acostumbrado a ser rechazado, estás acostumbrado a no ser aceptado tal como eres – estas cosas las recibes muy fácilmente.
El amor tendrá un tremendo impacto sobre ti, porque habrás de pasar por una gran transformación antes de recibirlo... Para evitar el rechazo, es mejor rechazar el amor. He aquí por qué las personas no aceptan el amor.
Ellas lo desean, ellas lo anhelan. Pero cuando llega el momento y alguien está dispuesto para derramar su amor sobre ti, tú te retraes. Tu retraimiento tiene una psicología profunda. Tienes miedo: esto es lindo, pero ¿cuánto va a durar? Tarde o temprano mi realidad será revelada. Es mejor estar alerta desde el comienzo.
Amor quiere decir intimidad, amor quiere decir dos personas acercándose cada vez más, el amor quiere decir dos cuerpos, pero una única alma. Tienes miedo... Es el miedo al rechazo lo que no te permite recibir amor.”
OSHO, Satyam Shivam Sunderam.