La mente y sus misterios
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 17/05/2008 00:53:57
Traducción de Teresa - [email protected]
Todos hemos sido espectadores recientemente de escenarios terribles que incluyeron muertes trágicas como la de la niña arrojada por la ventana. Hemos visto despavoridos al austriaco que abusó de su hija en un sótano durante 24 años seguidos. Hemos sabido de los hijos de este incesto. Estamos en medio de este tipo de patrón humano y nos escandalizamos con aspectos de la naturaleza humana que ciertamente los animales irracionales jamás tendrían.
Personas como la Madre Teresa de Calcuta, Gandhi, el Dalai Lama y otros de orden semejante son y siempre serán iconos de un diferencial de la raza humana.
La historia de la humanidad recorre un círculo vicioso de lucha y poder y a lo que todo indica, nunca, desde los primordios, algo ha cambiado en este sentido.
La pregunta que queda es:
- ¿Cuáles y cuántos misterios pueden ocurrir dentro de una esfera casi del tamaño de un balón de fútbol? ¿Qué mente es esta que todos poseemos como pasaporte para ser humanos? ¿Cómo es que nuestro cerebro puede procesar infinitas configuraciones, innumerables posibilidades de pensamientos, memorias, órdenes de comandos, percepciones, etc...?
Otra pregunta:
- ¿Existe evolución humana?
Actualmente los estudios nos llevan a creer que lo que más evoluciona en nosotros los humanos serían las especializaciones de la mente. Estamos mucho más ágiles mentalmente que otrora. Basta ver una película antigua o incluso un anuncio comercial de la década de los 70 y comprenderás mejor el sistema de inteligencia rápida en que estamos inmersos en los días de hoy.
Hemos evolucionado en la velocidad de nuestros pensamientos, pero estamos en deuda con nosotros mismos en términos de auto-conocimiento. En este sentido, frente a las recientes noticias observadas más arriba e incluso revisando nuestra historia, fácilmente estaremos de acuerdo en que muchos de nosotros todavía nos encontramos en la categoría de animales humanos con mentes que se especializan en nuevas lógicas de rapidez, pero que hacen uso de este desarrollo como depredadores, para sus conquistas de “supervivencia”. Lucha y poder. De este modo, la evolución del humano queda totalmente redimensionada y, por consiguiente, cuestionada.
- ¿Por qué será, entonces, que la conciencia humana, inteligente por excelencia, no adquiere fuerzas de ámbito planetario para que tenga lugar un cambio definitivamente positivo en sus conductas?
En pleno siglo XXI, tenemos científicos que comprenden la estructura y las funciones del cerebro, pero nada saben acerca de cómo se forman nuestras identidades dentro de él. O de qué modo nuestras experiencias moldean la identidad que tenemos, o de cómo nos reconocemos. Tener auto-conocimiento sobre las funciones cerebrales todavía no nos confiere crédito suficiente para ser auto-conscientes.
Ser auto-consciente es una conquista diaria. Significa saber que algo en nosotros – que no es local – hace uso de esa máquina cerebral. Significa saber, invariablemente, que nuestra conciencia, que es la local, entrevera nuestro cerebro, aportando la calidad de nuestras acciones, pensamientos y sentimientos, trascendiendo todos los parámetros neuro/psicológicos conocidos. Rechazar este hecho sería lo mismo que negar los hechos sorprendentes que nos acometen seguidas veces en el transcurso de nuestras vidas.
Tenemos ímpetus y sensaciones de déjà vu que son inexplicables por cualquier área lógica de pesquisa. Incluso Freud asoció el inconsciente como el gran depositario de nuestra condición hereditaria y en este espacio situaba el alma humana. Un lugar donde reside lo inexplicable de nosotros mismos.
La verdad es que somos un gran misterio para nosotros mismos. Estamos aquí de paso y aunque sepamos que un día fatalmente habremos de morir, tenemos un mecanismo que funciona como un chip diciéndonos que la muerte sólo le sucederá a otro.
No puedo dejar de pensar en nosotros como seres multi-existenciales. Me asocio aquí a la Física Cuántica. Para saber más de nosotros mismos y, principalmente, para transitar en este plano como seres creativos, con sentido ético y de justicia, sumados a una constante búsqueda de conocimiento, necesitamos conocernos de modo diferenciado, comprendiendo cuáles aspectos oscuros orientan muchas de nuestras acciones impensadas, sabiendo en nombre de qué funcionan y si nos sirven para este momento que estamos viviendo.
Si cada persona tuviese más auto-conciencia sobre sus deseos, impulsos (o incluso sobre la falta de éstos), con seguridad tendríamos un universo bastante más coherente y placentero para, entonces sí, evolucionar.
No percibo la necesidad de pagar un karma, si en esta encarnación puedes y tienes el coraje de buscar el origen de tus desasosiegos, de perdonarte a ti mismo y a los demás.
Necesitamos saber qué somos y en nombre de qué estamos siendo tal estamos y solamente a partir de ahí, con el poder que la auto-consciencia nos confiere, dinamizar hacia mucho, pero mucho mejor, nuestras existencias.
Un proceso terapéutico, por ejemplo, que observa bastante más allá de lo común, puede ser una excelente puerta que se abre para que la dinámica de tu auto-conocimiento/vida se inaugure.
Sé valiente y atrévete a entrar en contacto con tus asuntos pendientes. Exactamente aquellos puntos que solemos colocar debajo de la alfombra son los que más nos perturban.
Recuerda que en cada microsegundo tu vida pasa y si no haces algo para conocerte, tu tiempo/vida un día expirará sin que hayas disfrutado como podrías.
Todos nosotros podemos. Tú puedes. Ve rumbo a la conquista de ti mismo. Comprende y transforma todos los aspectos oscuros de tu personalidad que a veces te afectan sin avisar y atrévete a ser definitivamente responsable por tu vida, ¡por la conquista del placer de existir!
