Depresión y obsesión espiritual
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 26/12/2015 08:35:36
Autor Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"Se puede vivir, de alguna forma, sin el afecto de otro, sin algunas relaciones más excitantes. Sin embargo, cuando degenera el intercambio entre el self y el ego, el individuo pierde el norte de sus aspiraciones y se entrega a las imposiciones conflictivas, derrumbándose, no pocas veces, en el trastorno depresivo". (Joanna de Ângelis)
En el trastorno depresivo, desde el punto de vista bioquímico, ocurre un desequilibrio de neurotransmisores con la serotonina, la dopamina y la noradrenalina en determinada región del cerebro, responsable por las emociones.
Los síntomas de la depresión se caracterizan por la incapacidad de sentir placer, la tristeza crónica (es decir, cuando dura más de dos días), cansancio, fatiga, despertar sin ánimo o sin deseos de hacer nada. Es corriente la falta de interés por cosas rutinarias de la vida. Se puede perder el apetito, el deseo sexual, la capacidad de producir y el sueño.
Según el Espiritismo, la obsesión espiritual con subyugación de su víctima, es un proceso en el cual un espíritu desencarnado se liga fluídicamente al aura de ésta, alterando su estado energético, ejerciendo una influencia negativa sobre el comportamiento de esa persona. Se crea una conexión entre obsedido y obsesor. El obsedido pasa a pensar, sentir y proceder bajo el dominio obsesivo.
En este momento del texto, creo que cabe un cuestionamiento: ¿cuál es la relación entre trastorno depresivo y obsesión espiritual?
En el ámbito de la materia, la ciencia lo explica desde el punto de vista bioquímico, cuyo tratamiento se basa en antidepresivos e inhibidores de la recaptación de la serotonina y de la noradrenalina, aparte de la psicoterapia recomendada en ciertos casos.
En el ámbito que trasciende la dimensión de la materia, y según el enfoque espírita, el alejamiento de la criatura de su esencia divina, produce graves consecuencias, y una de ellas es la depresión concomitante con el proceso de obsesión espiritual. En su mayoría, las obsesiones son silenciosas. La persona obsedida no se da cuenta del proceso, pues la obsesión está asociada a las enfermedades de carácter emocional, especialmente la depresión.
Por tanto, tomando en consideración el punto de vista espírita, relacionamos a continuación algunos síntomas que pueden caracterizar la influencia obsesivo-espiritual.
1) Sueño excesivo, fatiga, falta de energía;
2) Sueños confusos con personas extrañas. Pesadillas;
3) Malestar indefinido, mareos, jaquecas, enfermedades repentinas, a veces de difícil diagnóstico y que no mejoran pese a los cuidados médicos;
4) Pensamientos repetitivos de tenor negativo y obsesivo;
5) Depresión con pensamientos de suicidio, violencia y autoagresión;
6) Arrebatos de ira y explosión emocional contra las demás personas;
7) Pérdida del control emocional;
8) Sentimientos negativos, tristeza sin motivo, llanto constante;
9) Cambios de humor repentinos y sin causa aparente;
10) Trastornos psicológicos con los más variados diagnósticos psiquiátricos.
Como hemos visto, el diagnóstico de depresión no es así tan sencillo, y requiere afinado sentido investigador para llegar a sus orígenes o a una conclusión más precisa. Es lo que veremos en el abordaje de caso.
"Me siento a veces un ángel, a veces un monstruo". Fue con esta frase verbalizada como Silvia inició el relato de su malestar psíquico en la consulta de evaluación, que registró la historia de una persona afectivamente carente y llena de dudas respecto de sí misma y de su propia existencia.
El sentimiento de insatisfacción y la sensación de vacío ante la vida, revelaba en los bastidores de lo que decía, la experiencia de haber sido diagnosticada y tratada químicamente de una depresión severa que duró treinta días y que coincidió con la fase de separación relacional.
"Cuestiono la vida, la existencia. Me parece que la basura emocional se está desbordando...". Hasta aquí todo bien, pues su frase, en forma de desahogo, posee un contenido existencial subyacente y relacionado con sus quejas, cuyo emocional se encuentra vinculado a los síntomas actuales de una ligera depresión.
"No me siento definitiva en lugar alguno y me irrito con facilidad. Tengo pensamientos acelerados, mi mente abre mil ventanas, y a veces me siento confusa. Pienso incluso en el suicidio". Esta manifestación, cargada de catarsis, emitió la señal de alerta de que su problema podría estar asociado a una situación que va más allá de los antidepresivos, ansiolíticos o inhibidores, o sea, localizado en la dimensión extra-física, susceptible de investigación en estado alterado de conciencia.
En el estado alterado de conciencia por la técnica regresiva, Silvia siente una energía muy cercana y un malestar la envuelve hasta el punto de desestabilizarla emocionalmente. A continuación, una sensación de sofocación asociada a la presencia de una energía desconocida le provoca desazón psíquica, física y emocional. Ella se siente irremediablemente presa y sin iniciativa para liberarse de la situación. Su impotencia revela, en los bastidores de su dolor, una relación de dependencia o sumisión a la fuente energética que la mantiene prisionera.
COMENTARIO
Se confirma algo que era tan sólo una hipótesis antes de que Silvia se encontrase en el estado alterado de conciencia. Durante la experiencia, la entidad prefirió no manifestarse a través de ella para mantenerse en el "anonimato", a fin de salvaguardar los motivos -e intereses- que la ligan a la obsedida.
Teníamos la explicación científica a través de la Bioquímica y el consiguiente tratamiento químico que ayudó a Silvia a superar la depresión severa. Faltaba, no obstante, la explicación de ámbito espiritual, que acabó sucediendo a través de su estado alterado de conciencia.
Para los casos que confirman el proceso obsesivo-espiritual a través de la técnica interdimensional de investigación del inconsciente profundo, recomendamos la continuidad de la psicoterapia y la Terapia Floral asociada a la Terapéutica Espírita (desobsesión y pase), o el Reiki y la Apometría Cuántica como alternativa.
Finalizando, recordemos una vez más a Joanna de Ângelis cuando registró en "Nostalgia y Depresión", psicografiado por Divaldo Pereira Franco, la importancia del esfuerzo personal para que el depresivo pueda readquirir el equilibrio psíquico-espiritual:
La elección del recurso terapéutico debe ser hecha por la persona, si dispusiese de la lucidez para ello, o por los familiares con mejor discernimiento, a fin de evitar daños comprensibles, los cuales, de producirse, generan más complejidad y dificultades en la recuperación. Sea, no obstante, cuál fuere la problemática en esa área, la creación de una psicoesfera saludable en torno a la persona, el cambio de factores psicosociales en el hogar e incluso en el ambiente de trabajo, constituyen valiosos recursos para el restablecimiento de la salud mental y emocional.
El hombre es la medida de sus esfuerzos y luchas interiores para el auto-crecimiento, para la adquisición de los paisajes emocionales.
