Abiertos a lo que fluye...
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 07/03/2011 16:48:56
Traducción de Teresa - [email protected]
En mi aprendizaje siempre ha sido muy enfatizado, por las personas que en aquel momento eran mis Maestros… el “seguir al corazón”… y el no hacer nada solo porque “hay que hacerlo”.
Y eso coincide plenamente con lo que hoy es verdad para mí… cuando hacemos algo porque hay que hacerlo, parece que algo se pierde… primero la responsabilidad, que pasa a ser del otro, y después… cierta espontaneidad que es fundamental para seguir al corazón… cierta soltura…
Si hacemos algo porque “hay” que hacerlo, esto por sí mismo ya nos quita toda posibilidad de seguir nuestro corazón, porque… ya tenemos un camino predefinido… Sé que, a veces, es más fácil seguir al otro ciegamente que asumir responsabilidades y seguir a nuestro propio corazón, ya que esto es un riesgo muy grande para quienes prefieren permanecer a la sombra, aparentemente protectora, de aquellos que gustan de tener seguidores… Pero esa sombra ¿nos protege o nos enreda?
Para mí todo cuanto nos impide seguir a nuestro corazón sin tener en cuenta la conexión directa que cada uno tiene con la Divinidad, es una forma de enredarnos y controlarnos…
Y ciertamente no me gusta “tener que” seguir reglas, aún las puestas por seres muy iluminados, si no pasan por el filtro de mi corazón. Incluso porque considero que los seres muy iluminados quieren enseñarnos justamente el camino de la conexión directa con la Divinidad, y no la dependencia de intermediarios…
Esto no quiere decir que tú no puedas seguir a una persona, una creencia… o lo que sea, incluso durante toda la vida… si te sientes bien así y es lo que te indica el corazón; no es eso… lo que quiero decir se refiere a aquellas veces en que, temiendo oír nuestra propia intuición permanecemos a la sombra de personas, de doctrinas y de creencias, por absoluta comodidad… y para dar una satisfacción, a saber a quién, de que estamos en el camino… Puede que estemos en el camino, pero en el del otro, no en el nuestro…
Claro que en mi vida ya he sido seguidora de muchas cosas, ya he escuchado y seguido muchos consejos que me han sido dados… y a menudo incluso los he seguido solo por seguir, porque aquella persona, en aquel momento, representaba para mí cierta autoridad… Y creo que fue acertado… ya que son grados del aprendizaje… de la apertura de conciencia… honro cada paso en mi camino y sé que todos han sido necesarios para mí.
Pero desde el comienzo he sido advertida por mis Maestros sobre el seguir al “corazón” y si en aquel momento aún no tenía confianza para hacerlo, no ha sido por falta de aviso. Considero que cada uno de nosotros entra en sintonía con lo que necesita.
Pero hoy busco escuchar a mi corazón en cualquier circunstancia y no compro ningún pack ya listo si no colma mi sed de Alma…
Muchas herramientas nos llegan como flechas preciosas que indican caminos… pero no debemos nunca enredarnos en esas flechas como si fuesen un fin en sí mismas… al igual que muchas personas son nuestros Maestros durante más o menos tiempo… pero siempre para indicarnos el camino de la conexión directa y no para enredarnos en enseñanzas y reglas fijas que no permiten la fluidez del cambio.
Sé que muchos acceden a la Fuente y de ella nos traen informaciones preciosas… pero esa Fuente es la misma que está disponible para todos nosotros… y todo lo que es muy rígido y no permite el cambio, no fluye con esa posibilidad.
Cierta vez un amigo muy querido y especial, que es un indio Mapuche me dijo que para la espiritualidad siempre hay más… y yo le he creído…
Entonces procuro recibir las cosas buenas que me llegan… a fin de convertirme en un ser humano mejor, pero no me enredo con nada que tenga reglas muy fijas que, por tanto, no permiten ese enriquecimiento que siempre llega en todo lo que está abierto a lo que fluye…
Hoy advierto que… más que nunca, es hora de que aprendamos a confiar en nuestra intuición, de aprender a seguir a nuestro propio corazón, por más que éste huya de las reglas… y a confiar en ese guía precioso que tenemos disponible todo el tiempo …
Sé que hay momentos en que nos sentimos tan perdidos que de veras no sabemos qué hacer… y pronto corremos a buscar ayuda… fuera.
Es cierto que eso puede funcionar algunas veces… sin embargo, sería bueno, incluso frente a las situaciones en que no sabemos qué hacer, que lográsemos permanecer en el aparente caos que se instala, sin intentar huir en busca de soluciones rápidas… y, a partir de ahí… encontrar nuestro centro en tal situación… un punto de silencio y calma que hay siempre… y esperar que del vacío surja la respuesta clara… en el tiempo propicio.
Si huimos siempre, cuando nos sentimos presionados por los problemas, buscando soluciones fuera, podemos perder la oportunidad de acceder a la fuente de sabiduría y de paz que habita en cada uno… y que está allí, siempre disponible…
