Acción a través de la no acción
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:15
Traducción de Silvana Partucci
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Una de las lecciones existenciales más difíciles a ser comprendidas es el concepto taoísta del wei-wu-wei, que podemos traducir como la acción que resulta de la no acción.
Para muchos, ésta es una definición oscura, de difícil comprensión.
Sin embargo, podemos definirla de un modo más simple como la actitud de entrega, o sea, desistir de intentar controlar la realidad, hacerla suceder del modo como queremos.
Por el contrario, entregarse plenamente a los designios de la existencia en la confianza absoluta de que todo lo que necesitamos nos será provisto por ella.
El aspecto desafiante de esta práctica es que, a lo largo de la vida, nos enseñaron justamente lo contrario. Si no actuamos, no luchamos, nada conquistaremos.
Ocurre que, en muchas ocasiones, por más que actuemos, ningún resultado es obtenido a través de nuestro esfuerzo y la realidad insiste en contradecir nuestros deseos. Quien ya vivió esta experiencia sabe exactamente de que se trata.
En el momento que desistimos y nos damos por vencidos, milagrosamente las cosas comienzan a suceder y, muchas veces, aquello que tanto deseábamos viene repentinamente a nuestro encuentro.
La no acción consiste en el más profundo acto de confianza en la existencia, pues solamente cuando conseguimos alcanzar este estadio, es que la relajación total es posible. Deseamos algo, emprendemos alguna acción para obtenerlo o simplemente focalizamos firmemente en la intención y aguardamos de modo optimista y confiado que venga a nosotros.
En las cuestiones espirituales, esto es aún más claro. Cuanto más buscamos la experiencia de los divino, más se distancia de nosotros.
Cuando finalmente nos entregamos y nos relajamos, sin nada que hacer, ésta viene a nuestro encuentro.
La iluminación de Buda ocurrió exactamente así. Después de años de práctica meditativa y de ansiar por la comprensión del misterio de la existencia, cuando decidió finalizar su búsqueda y se sentó pacíficamente bajo un árbol, finalmente la iluminación lo alcanzó.
"Relajarse no es una cuestión simple, es uno de los fenómenos más complejos, porque todo aquello que nos enseñaron fue tensión, ansiedad angustia.
Un testigo no es un espectador.
Entonces, ¿qué es un testigo?
Un testigo es aquel que aún participando permanece alerta. Un testigo está en un estado de WU-WEI. Un testigo no es aquel que huyó de la vida. Prueba caminando en la calle: recuerda que eres una consciencia. El caminar continua, pero una cosa nueva es sumada, una riqueza nueva.
Tendrás que aprender, es una acción negativa. Es una de las cosas más significantes a ser aprendidas. Sabemos hacer cosas, este es el modo positivo, agresivo, masculino.
Hay otro enfoque, más sutil, más gracioso, más femenino: estar en un estado de dejarse llevar, estar en un estado de rendición y permitir la existencia fluir a través de ti. Esto es el hacer a través del no hacer. De cierto modo es negativo, porque no estas haciendo nada.
Significa permitir que las cosas sucedan.
No hagas nada, permite suceder.
Este es el camino del corazón.
El camino del corazón significa el camino del amor".
Osho
