Aceptar la muerte forma parte de la vida...
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 15/08/2015 09:22:08
por Aurora Reis - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Quien haya perdido a alguien a quien ama mucho sabe qué dura es esa partida. Que se va de nuestra vida de forma definitiva y a menudo sin decir adiós siquiera…
Sí, no es tan sencillo aceptar el pasar de la vida para otro plano, principalmente porque no hemos sido entrenados para ello. No nos han enseñado en la escuela, puede que incluso nunca hayamos leído nada al respecto…
¿Cómo nos prepararemos? Si al menos estuviésemos seguros de lo que sucede después… Todo lo que sabemos son enseñanzas espirituales que, de alguna forma, necesitan cierta dosis de fe para creer en ellas. No es una verdad absoluta – tan clara como el día. No. A cada cual incumbe buscar su consuelo, ya sea en las religiones, las doctrinas espirituales o filosóficas, o en la propia vida, tratando de aceptar este hueco que queda. Ese vacío que nada, ni nadie, puede rellenar.
Hay duelos que son eternos…
Hay muertes que son traumáticas, que tardan más tiempo en cicatrizar y curar. Pero la saudade que queda, esta nunca pasa.
Podemos ya haber inventado tanta tecnología y aún no hemos conseguido desarrollar una comunicación directa con aquellos que ya se han ido. No podemos coger el teléfono y simplemente preguntar: “¿Está todo bien? ¿Cómo ha ido el viaje? Yo te amo...”
No podemos hacer nada de eso, sólo mandar nuestros pensamientos y sentimientos de amor y esperar que la persona amada los haya recibido, en el lado de allá…
Aceptar es la palabra-clave para lidiar con ese sentimiento.
Aceptar que ya no estará más aquel cuerpo para abrazar, besar, ver una sonrisa, en fin… Sólo quedan recuerdos, fotografías, memorias que jamás serán olvidadas.
Continuar la vida, viviendo a cada día, tratando incluso de no pensar demasiado en eso (porque, ciertamente, no es necesario sufrir tanto), la vida continúa…
Y la vida pide que seamos fuertes y que estemos enteros para vivirla con intensidad e integridad. La vida no acepta migajas… Ella nos pide, además, que seamos felices pese a toda pérdida, dolor, sufrimiento, saudade… (como el arcoíris y el Sol abriéndose, tras un largo período de lluvia en un día nublado).
La vida nos dice: sigue adelante, el amor es eterno; algún día aún habremos de encontrarnos – tal como nos recuerda aquella bella canción de Milton Nascimento.
Con esa esperanza, arrullamos nuestro corazón sabiendo que la trayectoria es infinita y no se cierra aquí. Habrá días en que dolerá más, seguramente. En otros, menos, y así vamos caminando, acogiendo nuestro dolor y sanando la “pupita”. Y lo que reste aún de la lastimadura, puede ser curado y transformado, pues la vida se ha hecho para ser vivida en toda su plenitud, con amor y alegría, fe y coraje.
Que nuestros corazones puedan siempre ser bendecidos con el bálsamo de la fe y del consuelo espiritual.
Que podamos volver a ser felices plenamente…
Que todo dolor, tragedia y amargura se reduzcan a cenizas al pie de un árbol y permanezcan, serenamente en paz, en las memorias del tiempo…
Aurora
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P.D.: Aceptar el dolor es el paso más importante para transformarlo. Sai Ram! :)