Acerca de los Sueños
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 25/04/2011 14:33:55
por João Carvalho Neto - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Todos los días, al dormirnos, nuestra mente consciente entra en un estado de reposo, con baja actividad, pero eso no significa que esté totalmente inactiva. El inconsciente que, en verdad, ocupa la mayor parte del trabajo mental, permanece elaborando material de diversos orígenes, construyendo eso que denominamos sueños. De esa forma, pese a que muchas veces decimos que hemos dormido y no hemos soñado, esto nunca ocurre. Tan solo no nos acordamos de ellos.
Pero ¿qué es un sueño? Tanto puede ser una actividad de los contenidos reprimidos del inconsciente, como una actividad espiritual de proyección de la conciencia dormida. Esa vivencia espiritual puede llevar a encuentros con otras individualidades en el estado de fuera del cuerpo físico, puede llevar a recuerdos de vidas pasadas, o bien a la captación de registros sobre perspectivas futuras, en lo que denominamos premonición.
Todas esas posibilidades ocurren con mucha más frecuencia de lo que imaginamos y es preciso saber distinguirlas de las que provienen del inconsciente. La principal diferencia está en el hecho de que el material inconsciente se presenta en formatos simbólicos y casi nunca reales, sirviéndose de símbolos universales y símbolos personales, fruto de las experiencias de cada persona.
En cambio, las proyecciones de la conciencia poseen imágenes e historias más reales, con encuentros con personas fallecidas, vivencia de acontecimientos en otras épocas de la historia, o visión de accidentes y sucesos que podrán ocurrir.
Pero los contenidos del inconsciente son lo que marcará la mayoría de nuestros sueños, produciéndose casi diariamente.
Su construcción se basa en el hecho de que a lo largo de nuestra vida, principalmente durante los años de la infancia, hay frustraciones inevitables de nuestros deseos, que no siempre logramos elaborar. Quedan entonces reprimidas en la zona inconsciente, como forma de protección del psiquismo contra una angustia que no es capaz de soportar.
Con todo, ese material, a pesar de reprimido, sigue activo, e incluso va siendo alimentado por nuevos sucesos semejantes, fortaleciendo el acontecimiento anterior, como algo que va convirtiéndose en un complejo. Ya que, a lo largo de la vida, la fuerza de ese material genera estados de insatisfacción, ansiedad y angustia, siendo muchas veces despertado por sucesos que funcionan como disparador para su eclosión, lo cual será casi siempre a través de la emoción reprimida, sin que el acontecimiento que le corresponde salga a relucir.
Como esos acontecimientos van haciéndose insoportables para la mente consciente, marcados por mucha angustia, al dormir el inconsciente libera parte de esos acontecimientos y sus emociones, como forma de aliviar las tensiones intrapsíquicas. Para que el consciente no efectúe la censura que ha reprimido el contenido originalmente, los acontecimientos emergen en formato simbólico, como si intentasen engañar a las fuerzas represoras de la mente. Básicamente eso es un sueño producido a diario por el inconsciente.
Claro que, para explicar mejor ese mecanismo, sería preciso profundizar en otros conceptos psicoanalíticos que no cabrían en este espacio. Pero escribimos estos renglones para poner de manifiesto la importancia de los sueños en nuestra vida. Sin ellos probablemente enloqueceríamos, pues el psiquismo no sería capaz de soportar sus tensiones internas.
Pero la importancia de los sueños reside asimismo en el hecho de que, cuando logramos interpretarlos, podemos comprender mejor las fuerzas inconscientes que gobiernan nuestra vida, los acontecimientos del pasado que no han quedado debidamente resueltos y continúan a la espera de una solución, interfiriendo en nuestras decisiones y estados emocionales. Es como si esos acontecimientos exigiesen su repetición para dar, entonces, un diferente final a su historia. Ellos nos llevan, así, a hacer cosas que no nos gustaría hacer, pero que buscamos inconscientemente. Interpretando los sueños podemos hacer conscientes esas demandas del inconsciente, pasando a tener más lucidez sobre nuestras decisiones.
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