Actitudes que modifican el Karma
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 26/11/2011 10:23:54
por Maria Silvia Orlovas - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Quién no desea modificar el karma? ¿Dejar de sufrir? ¿O simplemente ver que las cosas marchan bien según lo esperado?
Sí, porque todos asociamos el karma a cuestiones complicadas, aún sabiendo que karma significa acción y reacción, y no es posible desligar de él las cuestiones difíciles y los desafíos. Y, de hecho, esa gran ley explica muchos de nuestros dolores, ya que a fin de cuentas, a causa del karma de vidas pasadas hemos nacido en esta familia, en esta situación económica, con estos dones, talentos y dificultades. El karma explica el dolor, pero hay que ir más allá para liberarnos de él.
Laura, mujer de mediana edad, viviendo su segundo matrimonio, acudió a mí para una sesión de vidas pasadas y enseguida se enroló en mis grupos que trabajan la mediumnidad, porque se sentía perseguida por obsesores. Decía que pese a haber intentado todo tipo de tratamientos, aún sufría persecuciones. En el pasado, incluso llegó a atribuir el final de su matrimonio a cuestiones espirituales; pero ahora ya comprendía que, aparte de problemas energéticos, también ella había obrado mal, como su pareja. Me alegró mucho que pensase así, porque mucho de karma negativo se prende a nosotros por la ignorancia, cuando de forma inconsciente alimentamos fuerzas negativas.
Aprovecho este relato, amigo lector, para explicarte que el primer paso para modificar el karma es comprender la situación y salir de la condición de víctima. Abandonar esa idea de que hay alguien, o alguna fuerza, empeñada en destruirte y destruir tus planes, es fundamental para tu liberación. Claro que hay situaciones bastante complicadas, ataduras muy difíciles que arrastramos por actos impensados de vidas pasadas, pero no hay mal que no llegue al fin. Y si lo que queremos es progresar, a nosotros incumbe intentar comprender, perdonar, limpiar, rehacer caminos y decisiones.
Laura, a pesar de ser una persona de muy buena voluntad e incluso de buen humor, era reacia a reformas interiores, quería cambiar, pero cuando percibía la presencia de un espíritu perdido en la ignorancia, que se portaba como un enemigo, inmediatamente se encolerizaba, sentía náuseas, dolores de cabeza, pero no admitía que todo aquello era el odio represado. Se resistió al sugerirle por primera vez que vomitase, y que a continuación del mal estar físico se acostase y soltase toda la ira golpeando el suelo, insultando y dejando que esa energía ruin se fuese, para más tarde darse un baño, relajarse y salir de la negatividad.
Esa muchacha no comprendía que la mala vibración también estaba dentro de ella. He de confesar que no me gusta la agresión, ni considero que se deba ir por ahí ofendiendo a otros, diciendo lo que se piensa sin el filtro de la buena educación y del amor, pero de vez en cuando, en ambientes donde no vamos a herirnos ni a lastimar a nadie, es totalmente saludable expresar el dolor, reñir… Pero, por favor, después de la descarga energética vuelve a ser tú mismo. Por eso los grupos son importantes cuando trabajamos la toma de conciencia y tenemos ocasión de expresarnos.
Tenemos que comprender el mal, después reconocer nuestra parcela dentro de esa vibración y, en seguida, empezar la liberación. Laura sentía mucho enojo, pero no asumía los sentimientos negativos. Aparentemente era tranquila y bien educada, pero arrastraba un mundo negro dentro de sí. Después de ese verdadero lavado energético, ha ido mejorando. Ha empezado a aceptar que sentía emociones negativas y ha creado un diálogo más positivo consigo misma.
Salir de la condición de víctima es ciertamente una actitud que modifica el karma.