Alegría
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 15/04/2008 14:22:34
Traducción de Teresa - [email protected]
Sentir alegría debería ser el estado natural de todo ser humano, pues esta es la condición inicial en que llegamos al planeta. Desgraciadamente, a medida que crecemos, vamos perdiendo contacto con esta fuente de felicidad que habita en nosotros.
Nuestra alegría pasa, entonces, a estar condicionada por diversos factores. Sólo podemos estar alegres si tenemos mucho dinero, alguna posición de destaque en el mundo, un amor ideal que colme todas nuestras necesidades y así sucesivamente.
Ocurre que la mayoría de las veces, nuestras elevadas expectativas acaban por quedar frustradas. Aunque hagamos nuestra parte con gran empeño, la vida no siempre corresponderá a todos nuestros deseos.
Pero continuamos con la búsqueda y, a falta de una alegría genuina, pasamos a contentarnos con las falsas y pasajeras, que en realidad no son más que momentos de euforia artificial provocada por agentes exteriores, algunos de ellos perjudiciales para nuestro equilibrio físico y emocional.
¿Cómo, entonces, libertarnos de las heridas emocionales que nos impiden experimentar el estado de felicidad? El primer paso es redescubrir la capacidad de alegrarnos con las cosas aparentemente pequeñas e insignificantes de la vida. Cuanto más capaces seamos de encontrar motivos para sentir alegría en el simple hecho de estar vivos, una vez dispuestos a esto, ciertamente conseguiremos rescatar nuestra fuente interior de felicidad.
“…La alegría de esta vida, la felicidad y el éxtasis pertenecen apenas a aquellos cuyo vino no viene de fuera – éste es muy efímero, muy temporal, hecho del mismo material con que se hacen los sueños. Existe otro vino que se desarrolla dentro de ti.
En el momento en que empieces a moverte hacia dentro, ya no tendrás necesidad de cosa alguna que te haga sentir ajeno a todas las miserias que te rodean. Ya no habrá necesidad de ninguna otra droga.
Unos pocos idiotas en Occidente han empezado a llamar a una droga ‘éxtasis’. Bueno, esto es absolutamente contrario a todas las leyes del mundo, porque… el éxtasis no es una droga externa, sino que fluye en el propio sumo de la vida. No tienes que moverte siquiera una pulgada; allá donde estés, podrás estar rodeado de todas las posibilidades de felicidad. Y esas posibilidades de felicidad no son temporales; y no padecerás una resaca mañana por la mañana. Cuanto más bebes, más sobrio, mas sano, alerta y consciente te vuelves.
… En lo que me concierne, mi interés es que, pese a que todos los gobiernos, todas las religiones del mundo y todos los profesores de moral hayan estado en contra de las drogas, éstas están predominando hoy como jamás lo habían hecho. Cuanto más se las ha condenado, prohibido, puesto fuera de la ley, más atrayentes se han vuelto.
… Esta es una historia extraña – todas las religiones van contra las drogas, todos los gobiernos van contra las drogas, todos los profesores y los moralistas también, pero la influencia de las drogas continúa aumentando. Debe haber algo más profundo en esto, además de lo que las personas están observando..
A mi entender, a menos que el hombre encuentre una droga dentro de si mismo, a la que llamo éxtasis, seguirá buscando algún tipo de droga sustituta en el mundo externo. Solamente la meditación puede hacer que una persona deje de usar las drogas. Ninguna ley consigue prohibirlas – todas las leyes han fracasado.
No estoy en contra del éxtasis, pero cuando digo éxtasis, no me refiero a esa droga que está disponible en el mercado. Quiero decir el éxtasis con el cual has nacido, aquel que todavía llevas dentro de ti y al que todavía no has tocado. Con apenas una pequeña degustación de él, todo lo demás de fuera se vuelve inmediatamente sin sentido.
Tú tienes la fuente del éxtasis infinito dentro de ti.
Sí, yo os enseño a ser borrachos, pero vuestra bebida tiene que venir de vuestro propio centro más interno. Y la diferencia puede comprenderse fácilmente: toda droga externa te vuelve inconsciente, vicioso, y con el tiempo tú necesitas más y más, porque tu cuerpo se hará inmune a ella.
Mi esfuerzo… es hacerte abandonar todos los futuros, todas las esperanzas, todas las ilusiones, y que simplemente te relajes en este momento, sabiendo perfectamente bien que este es el único momento que existe. Todo lo demás es memoria o imaginación.
Aquel que está en el presente, inmediatamente se sumerge en su propio pozo… Un pozo de algo que no es venenoso, sino que es ciertamente extático. Y una vez que reconoces tu propia fuente, no hay necesidad alguna de ir a ningún otro lugar…
… Dejad que esto quede registrado: a no ser que el hombre encuentre la droga auténtica, que está en su propio ser, no existe fuerza alguna en la Tierra que pueda prohibir el alcohol, que pueda prohibir la marihuana, que pueda prohibir el hachís, que pueda prohibir el LSD.
… La forma de comprenderme es recordar siempre que estoy insistiendo – por todos los lados y de todas las maneras posibles – solamente en un simple objetivo, que es tu ser más interno… Yo quiero dejarte solo, absolutamente solo, de modo que no puedas tener ayuda de nadie, de modo que no puedas agarrarte a ningún profeta, de modo que no puedas pensar que el Gautama Buda vendrá a salvarte. Quedándote solo, completamente solo, es muy probable que encuentres tu centro más interno.
… He aquí por qué he llamado a la propia iluminación el último juego. Cuánto más pronto lo abandones, mejor. ¿Por qué no, simplemente ser? ¿Por qué correr innecesariamente para aquí y para allá? Tú eres aquello que la existencia quiere que seas. Tan sólo relájate.”
OSHO – Om Mani Padme Um – Cap. 9.M
