Análisis de los sueños
por Ronaldo Cardim em STUM WORLDAtualizado em 06/05/2014 10:24:27
Traducción de Teresa - [email protected]
Para saber el significado real de un sueño es preciso ante todo buen sentido. Hoy día se encuentran publicaciones que dan explicación a todo tipo de sueños, como si hubiese una regla estándar para todos. Para analizar un sueño es preciso saber mayores detalles, conocer la historia de vida y el contexto emocional que la persona vive actualmente. Los sueños no pueden ser analizados únicamente por las imágenes y símbolos que presentan. Una misma imagen o símbolo puede tener un significado diferente de una persona para otra. No hay nada serio en análisis tales como “soñar con fotografía es saudade”, “soñar que perdió un diente es que se va a perder dinero” y cosas así. El análisis de un sueño, cuando se hace con seriedad, es un trabajo bastante más complejo.
Todo sueño está repleto de signos y mensajes ocultos y codificados. Esos contenidos muestran sentimientos reprimidos, deseos censurados, vivencias espirituales en otras dimensiones, recuerdos de vidas pasadas. Cada espíritu o cada inconsciente vive una realidad física, emocional y espiritual totalmente única, independiente y personal. Por eso no es posible pautar el lenguaje del sueño. La traducción de un sueño en algo inteligible es un trabajo que exige un profundo conocimiento y experiencia en los campos de la psicología y la espiritualidad. El dominio de sólo una de esas áreas puede conducir a un análisis tendencioso, que se incline hacia una u otra área, y aunque no sea de mala fe, es un análisis cuando menos incompleto.
Ningún sueño debe ser analizado o entendido por la forma literal en cómo se presenta, sino por el significado que puede tener dentro del contexto de vida de la persona.
Ejemplo:
“Soñé que estaba conduciendo un coche a alta velocidad, pero no era mi coche, era uno diferente”; ese corto y simple sueño puede tener muchos significados distintos, veamos:
Primer análisis: la simple manifestación de un deseo que llevo oculto en mi inconsciente, de cambiar de coche.
Segundo análisis: manifestación de un deseo no percibido conscientemente (quizá por eso no posible en ese momento) de reparar mi coche y ponerlo diferente de como es ahora.
Tercer análisis: puede ser una actividad de mi mente reviviendo un asunto en el cual yo haya participado o haya presenciado en mi día a día reciente, sobre coches veloces, conducir a alta velocidad o cuestiones parecidas.
Hasta aquí han sido análisis de posibilidades de sueños como simples representación y adaptación del inconsciente con pasajes y cuestiones de lo cotidiano, lo cual ocurre en una fase de sueño ligero.
Entendiendo que aún dentro de esa línea podríamos encontrar otras muchas explicaciones, dependiendo de cómo está emocionalmente la persona y de cómo es su historia de vida, o su interacción con el mundo y con la vida.
Cuando la persona entra en sueño profundo, el espíritu se desprende temporalmente del cuerpo (al cual permanece ligado por un “hilo” fluídico), y va a vivir experiencias con otros espíritus (encarnados o desencarnados) en distinta dimensión de la vida. Esas vivencias se producen siempre que la persona cae en sueño profundo, y a menudo, al regresar el espíritu al cuerpo físico, trae un recuerdo fragmentado y distorsionado de las experiencias por las que pasó. Esos recuerdos son otra forma de sueño. Dentro de esa forma de entenderlo, vamos a encontrar otros tantos análisis posibles para el sueño en cuestión. Veamos:
Cuarto análisis: es bastante común cuando la persona cae en la fase de sueño profundo y el espíritu se desprende del plano físico pasando a la dimensión espiritual, que al regresar al físico nuevamente, la imagen que queda de esa transición (viaje) de ida y vuelta, es que estuvimos en un medio de transporte como los de la vida terrena. Así, esos tránsitos de aquí para allá y de allá para acá pueden dejar un recuerdo de que hemos viajado en autobús, tren, avión, coche, etc. Esto ocurre porque en el plano terreno no hay nada que se asemeje al fenómeno que ocurre en ese momento de pasar de un plano al otro. Esa es la manera en cómo el espíritu logra traducir a una simbología que nos sea familiar, un hecho que ocurrió en otra dimensión, donde nada hay físico o material. Entonces un sueño en el que yo voy velozmente en un coche que no es el mío puede ser una “traducción” de ese tránsito que viví en el transcurso del sueño.
Quinto análisis: yo, en espíritu, en el plano espiritual, puedo haber participado en una actividad en la cual yo veía o escuchaba (conversaba) sobre temas o situaciones relacionados con los coches y la velocidad. Es posible incluso que yo haya participado en un equipo que actuó como apoyo espiritual en el socorro a un accidente automovilístico y que durante ese trabajo se haya comentado sobre los riesgos de conducir a alta velocidad; así esa impresión ha quedado registrada en mí con mayor gravedad al despertar por el hecho de que acostumbro a conducir a alta velocidad.
Sexto análisis: en espíritu, desligado del cuerpo físico, teniendo el recuerdo de mis vidas pasadas, me acordé de algún pasaje en que yo hacía algo que me daba una sensación parecida a la misma que yo tendría hoy conduciendo un coche a alta velocidad.
Entre esta variedad de posibilidades, otras muchas explicaciones son posibles por la infinita cantidad de modos de entender y asociaciones emocionales y vivenciales que pueden ser creados por nuestra mente/espíritu.
Como vemos, un análisis de sueño juicioso y preciso sólo puede llevarse a cabo a partir de muchas informaciones personales y circunstanciales, y no únicamente a partir de símbolos estándar para todas las personas y todas las situaciones.