Aprende a alejar los fantasmas
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 14/04/2015 09:04:50
por Nadya Prem (Nadya Prado) - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Visión aterradora, espectro, aparición de persona muerta, imagen ilusoria que nos produce terror, quimera... Estas son algunas definiciones de fantasma.
Hay cuatro principales categorías de fantasmas: mentales, emocionales, energéticos y espirituales.
Puede ser sinónimo de espíritu desencarnado, familiar o no, que se aparece a nuestros ojos mediúmnicos o se manifiesta por otros mecanismos. Me parece un poco peyorativo emplear ese término para los espíritus y no me gustaría que me llamasen fantasma cuando deje el mundo físico.
Algunos fantasmas son sólo la energía, el cascarón de un espíritu desencarnado hace poco tiempo. Una persona con cierta sensibilidad paranormal puede ver o sentir algo, pero el espíritu ya no está ahí. Hay también la posibilidad de acceder a los registros akáshicos, y, por ejemplo, al entrar en una casa donde alguien había vivido durante mucho tiempo, sentir la presencia energética de esa persona.
No obstante, quiero que entiendas que, sea el fantasma un espíritu o algo abstracto, ellos existen y nos persiguen cuando no estamos en equilibrio con nuestro ser integral. Ellos quieren decirnos algo, advertir, enseñar ¡y no amedrentar!
Psicológica y emocionalmente, los fantasmas pueden representar todo lo que traemos del pasado como situaciones mal resueltas, disgustos, resentimientos. ¡Una relación amorosa que ha terminado pero sigue viva energéticamente, es uno de los peores fantasmas que podemos arrastrar!
¿Sabes aquel caso de noviazgo, matrimonio, o amor platónico? Puede que haya sido una relación fugaz, de una sola noche... Suficiente para que arrastremos aquella energía hasta hoy. El fantasma de un “ex” puede perseguirnos atormentando nuestra vida y sirviendo de obstáculo para otras relaciones.
Tenemos también los fantasmas de un empleo que hemos perdido, un lugar donde hemos vivido, una situación financiera, un amigo...
Son siempre situaciones mal terminadas. Algo que no se ha dicho, ilusión que no se ha deshecho, juego de culpa y víctima, inconformismo en general.
Vivencias de otras encarnaciones también pueden volverse poderosos fantasmas, pues cuanto más tiempo logran perseguirnos, más sorben nuestra energía y más fuertes se hacen. Algunos espíritus obsesores y vengativos que nos acompañan de otra vida encuentran en nosotros una brecha para el ataque.
Claro que siempre hay la participación del ego, nuestro yo en disfunción, que permite la aparición de los fantasmas.
Ellos aparecen cuando nuestro campo energético continúa unido de algún modo a aquella persona o situación del pasado y nos convertimos en rehenes de esa condición desfavorable. Permanecemos presos a esa energía y no logramos soltarnos.
Imagina que, mientras has estado viviendo una relación, un empleo u otra situación, se ha formado un campo energético, un cuerpo de emociones envolviéndote a ti, a aquel momento, a aquella interacción. Cuando terminó, tú has podido irte, pero por algún motivo no lo has hecho... Un fragmento de ti se ha quedado y no ha permitido que ese cuerpo se disolviese. Se ha convertido en un fantasma, alimentado por la parte que se ha separado de ti que continuó a pesar de todo.
Tu cuerpo y tu aura, hoy, no están en su integridad. Sin embargo, el fragmento que ha quedado allí continúa comunicándose contigo, aunque no sea más que inconscientemente. Como un imán te atrae, forma parte de ti y tendrá que ser reintegrado.
Por eso la sensación es la de un fantasma que nos persigue. No sabemos exactamente qué es, y sin embargo parece que ya no somos capaces de sentir plenitud, ni tampoco placer. Hay un tanto de tristeza, una falta de vivacidad, y también de esto surgen las enfermedades psíquicas y físicas.
Ya sea en el ámbito profesional, como en el amoroso, el familiar u otro cualquiera, al haber quedado presos, ya no somos capaces de tener éxito.
En el caso de las relaciones amorosas, nada se consolida, las cosas se repiten y a veces ni siquiera se inician. Hay una barrera, invisible pero poderosa.
En la cuestión profesional, puede hacerse difícil conseguir un nuevo empleo, volver a colocarnos. Si surgen oportunidades, no nos agradan.
Esos fantasmas son los lazos energéticos que no se han deshecho, de los cuales hemos de tomar conciencia para liberarnos de ellos.
Cuando volvemos a estar enteros, el flujo de la vida se renueva. Estamos en condiciones para una nueva relación, un nuevo empleo, nuevas perspectivas y otros caminos.
Sólo depende de nosotros estar o no ligados a los fantasmas.
Fíjate en que no es posible renovar nada en la vida cuando aún estamos atraillados al pasado. Falta espacio para lo nuevo. La lección sólo se aprende cuando se ha comprendido y así pasamos a un nuevo capítulo.
Vamos a acabar con los fantasmas que nos persiguen. A continuación una práctica para deshacernos de los lazos energéticos del pasado:
- Cierra los ojos y entra en contacto con tu cuerpo y tu aura;
- Pide que te muestre el fantasma que está agarrado a ti;
- Pronto tendrás la visión de alguien o de algún lugar. Ese es el fantasma;
- Percibe el malestar que él te proporciona y di mentalmente, e incluso en voz alta, si lo deseas:
- Tú no me perteneces, yo ya no quiero estar ligado a ti, estoy liberándome, vuelve por donde has venido;
- Visualiza lazos de energía desatándose y la imagen del fantasma que se hace cada vez menor hasta desaparecer por completo;
- Pide a tu cuerpo y a tu aura que reintegren la parte que había quedado atrás en el pasado. Si tienes facilidad podrás sentir como alguna parte de tu cuerpo que estaba enferma se va restableciendo.
- ¡Percibe cómo te sientes mejor ahora!
Puede ser que no consigas liberarte totalmente en un primer momento, ya que este fantasma energético tendrá que perder su fuerza. Para tanto, es preciso que salgas de tu mente, que accedas a tu verdadero ser y continúes practicando.
Ten la seguridad de que tú eres el dueño de ti mismo y que la responsabilidad de no dejarte llevar es tuya.
Permanece totalmente presente en el hoy para poder estar consciente en cada nueva oportunidad que el universo ofrece a quienes están “atentos”.
Atención es un estado de despertar, por el cual tú incorporas a ti mismo y los fantasmas dejan de existir.
¡Sé Amor!