Arrepentimiento y Perdón
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 29/12/2010 14:29:02
por Márian - Marta Magalhães - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Se habla mucho de perdón, pero es preciso hablar también de arrepentimiento, pues una cosa está directamente ligada a la otra. Es imposible que ocurra el perdón sin un arrepentimiento sincero. No digo solamente el perdón de una persona a otra, sino el perdón de la Conciencia Superior para con su propio Ser. La persona que no se arrepiente sinceramente, permanece angustiada por la culpa, mientras no reconoce el propio error. Eso es un verdadero martirio, una condena a las tinieblas de la ignorancia de Sí Mismo.
Hemos oído mucho por ahí la siguiente frase: “No me arrepiento de nada en esta vida”. Esto de hecho sugiere arrogancia y falta de comprometimiento con la Armonía Universal.
Es preciso meditar mucho sobre el verdadero significado del arrepentimiento y del perdón. Por detrás de estas palabras tan nobles existe otra, tan noble como ellas: la HUMILDAD.
Es preciso reconocer que estamos aquí para aprender y hacernos mejores, por tanto, hemos de reconocer que no lo sabemos todo y que somos susceptibles de cometer errores. ¿No hay un refrán que dice “errar es humano”? Nosotros los seres humanos hemos elegido aprender así – paso tras paso, elección tras elección, consecuencia tras consecuencia. La experiencia origina consciencia y el error ha de verse como una lección para aprender, a fin de que pueda dar lugar a aciertos.
Meditando sobre esto, puede que por detrás de las personas que tienen dificultades para reconocer sus errores, exista, a decir verdad, un complejo de inferioridad o una baja autoestima, que las hace pensar que reconociendo sus errores estarán demostrando debilidad. Verdaderamente, reconocer el error no hace que la persona sea considerada inferior, por el contrario, el arrepentimiento tiene un valor enorme para la espiritualidad, tanto como el perdón. Cuando la persona reconoce que estaba envuelta por las tinieblas y se arrepiente, eso es muy valioso para la Luz.
Nosotros, como seres divinos que somos, tenemos que escudriñar nuestros actos y si hay error, reconocerlo humildemente, pidiendo perdón y demostrando arrepentimiento sincero, asumiendo la responsabilidad por las consecuencias de nuestros actos. Así contribuimos para que la Armonía Universal quede restablecida, pues sabemos que cuando desestructuramos algo o herimos a alguien, estamos causando un desequilibrio en el Todo.
Está claro que debemos perdonar siempre, comprendiendo que los errores cometidos devienen de la falta de consciencia de Unidad y del desconocimiento de cómo afecta el error a otras personas y al Todo; pero esto no quiere decir que aprobemos el comportamiento de quien yerra. Es preciso advertir a esa persona de su error, mostrándole cómo eso ha causado dolor y desarmonía. Es preciso que ella asuma que se ha equivocado y se arrepienta sinceramente, y no vuelva a cometer los mismos errores. Si no somos firmes con esas personas, solo estaremos colaborando para que permanezcan en el error.
Hay personas que están siempre repitiéndose y cayendo en el mismo bache. Han de comprender que no sirve de nada pedir perdón de boca para fuera, solo para escapar a las consecuencias, es preciso asumir el error y repararlo. Conozco a alguno que vive pidiendo que se pase una esponja sobre lo que ha hecho tan solo por no asumir la responsabilidad sobre sus actos. A continuación, allí está nuevamente repitiendo los mismos errores.
Es preciso desprendimiento y humildad por ambas partes, culpable y víctima. Y por lo que he visto, quizá a algunos les resulte más fácil perdonar que redimirse, pues no quieren admitir su error, están llenos de orgullo y se consideran dueños de la verdad. Son reacios a ver sus propias sombras, los sentimientos bajos que llevan dentro de sí, justificando sus errores y cargando a otros con la responsabilidad de sus elecciones insensatas.
Aquí cabe un paréntesis (muchos dicen que la VERDAD depende del punto de vista y de la cabeza de cada uno, pero LA VERDAD ES ÚNICA. No existe media verdad, la VERDAD no es ambigua, siempre es clara y absoluta). La VERDAD (luz) es la base para que la Armonía Universal prevalezca. Hay diferentes niveles de comprensión de la VERDAD conforme a la evolución de cada cual, pero la VERDAD es única.
Pero volviendo a la cuestión del arrepentimiento, no hay nada mejor que librarse del peso de la culpa, liberando el sentimiento del perdón a sí mismo, descubriendo que equivocarse forma parte del aprendizaje y que al reconocer el error y redimirnos, estamos dando un gran paso no solo en dirección a la paz interna, sino también a la externa.
Redimir significa adoptar un nuevo comportamiento y pagar por el error. El pedir perdón no exime al culpable, pero sí su nueva postura ante la vida y su firme propósito de no volver a fallar.
Namaste
