Ascensión, Autonomía de la Consciencia y Terapias vibratorias
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/08/2011 22:15:33
por Adriana Mangabeira - [email protected]
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Es común a todos el deseo de salud plena, felicidad, prosperidad y evolución espiritual. En general, encaramos todo eso como premios los cuales un día mereceremos. Es común la victimización por lo que no se recibe o entonces por lo que falta para que estemos, en fin, preparados, listos para recibir y hacer usufructo de todo eso. Ambas son manifestaciones del ego. La gran verdad es que somos seres espirituales en una experiencia terrena y ya nacimos listos y dignos de todo.
En el transcurso de la vida vamos aprendiendo lo que es correcto y lo que es equivocado, aceptable o inaceptable, aquello que Dios espera de nosotros, con una infinidad de ecuaciones que dice “si haces esto, ganas un premio”, “si haces aquello, ganas un castigo”.
Es mucho más simple. Hacemos elecciones, que son caminos. No siempre sabemos donde aquel camino nos llevará. Elegimos la ruta de acuerdo con lo que parece ser el destino. Pero, en muchos momentos, descubrimos que calculamos mal la ruta. No hay culpa en eso, apenas responsabilidad. Podemos hacer como el GPS: ”¡recalculando!”. Recalcular la ruta es seguir por un nuevo camino.
La culpa es una creación humana. Lo que hay, siempre existió, es responsabilidad. Somos dotados de responsabilidad, intuición y creatividad. Son conexiones perfectas entre nuestros cuerpos emocional, mental, espiritual y físico, hablando de una forma muy simplista. Y son herramientas de alta resolución.
Aprendemos que nacemos con algunos karmas para pagar. No tenemos karmas para pagar, tenemos karmas. Son misiones, las cuales elegimos. De la misma forma, existe el darma, los puntos positivos que vamos acumulando con las misiones cumplidas y más: con las misiones que no precisábamos cumplir, pero elegimos abrazar en el transcurrir de nuestro camino. Pero solo vale cuando nos amamos incondicionalmente y al prójimo como a nosotros mismos.
Existe una cosa que nos lleva a cerrar de forma negativa esa contabilidad: falta de amor incondicional a si mismo. En general, vamos acumulando creencias y dejando de apreciarnos, de hacernos cariño. Eso incluye el espacio que dedicamos al placer, a preparar una comida rica y saludable, atención a nuestro cuerpo, a lo que él precisa antes de una enfermedad, a priorizar lo que nos hace sentir alegría de niño, levedad, gratitud, éxtasis.
El espíritu ya está listo, no precisa evolucionar. Quien precisa de reconocimiento es el ego. Mientras tanto, vamos dejando de hacer y ver lo obvio y que exige nuestra dedicación y autocuidado: lo que comemos, lo que pensamos, lo que decimos, cuanto que amamos. Con que calidad amamos al prójimo como a nosotros mismos.
Decimos amar a otra persona, ¿pero cuanto amamos a alguien que no respondió nuestras expectativas, que tiene impedimentos, limitaciones, modo de ver, vivir y amar diferente del nuestro?
La teoría reencarnatoria y la conciencia del karma trae algunos efectos colaterales y ya llegó la hora de superarnos. Si yo pienso que estoy siendo “castigado”, pagando por cosas de otras vidas, me da una cierta comodidad el hecho de ser siempre deudor, entonces puedo dejar algunas cosas para la próxima. Pero estamos enfermando, sobreviviendo al revés de vivir el HOY.
Ascensión es la decisión de no dejar más para la próxima encarnación la mayor misión que es ser feliz. Es mirar a los propios sueños, talentos, corazón, felicidad, desactivación de creencias. Nuestra autorrealización y prosperidad son frutos de la convergencia de todo eso, de la manifestación de nuestro Yo soy, de consciencia.
Como comprobado por las ya antiguas estaciones de radio, dos frecuencias diferentes no se mezclan. De esta forma, solo se nos aproxima y solo resuena de alguna forma en nuestro ser algo de la misma frecuencia vibratoria.
Magia negra existe, envidia existe, maldad existe, pero solo resuena en nosotros en la medida en que encuentra algo de la misma vibración aquí dentro. Por lo tanto el gran atajo para todos los objetivos es vigilar y orar. Es cuidar de elevar, a cada día, a cada minuto, nuestra frecuencia vibratoria. Eso no es un trabajo, es un camino de la felicidad, de la levedad, del bienestar, del buen humor, de ser atractivo, bonito, joven.
Pasa por lo que comemos, lo que pensamos, sentimos y vibramos. Para auxiliarnos en un re condicionamiento para solamente volver a SER, existen las terapias vibratorias. Ellas van a actuar en la frecuencia vibratoria y, por eso tienen efecto tan rápido y eficaz, sólido. No es un pase de magia, es apenas desobstrucción de lo que está intoxicando los cuerpos físico, mental, emocional y espiritual, para dar cada vez más espacio a nuestra esencia, la conciencia, al YO SOY. Simplemente desintoxicación con reconexión con la propia naturaleza. Nada es modificado, todo está allí. Pero tenemos condicionamientos acumulados por muchas vidas. Limpiar y reacondicionar es sacro oficio de todos los días. Es una linda oportunidad más de amarse a si mismo.
Ascensión es aprender el camino de vuelta. Es sentir sensorialmente las señales de caída de frecuencia vibratoria de forma cada vez más rápida, sutil y autónoma y tomar posesión, usar los mecanismos para elevar. Es responsabilidad, intuición y creatividad. HOY! Ser feliz es ahora!
Este es el pasaje de la 3º hacia la 4º dimensión. La 4º dimensión es autonomía, es espiritualidad con o sin religión. Responsabilidad es co-creación. Los karmas existen, pero no son fardos, porque el poder de la creación está en las manos de cada uno.
Las enfermedades, males, miseria, son ítems para la superación. Las esencias vibratorias (homeopatía, florales, oligoelementos frecuenciales) son otras herramientas muy valiosas que alquimizan nuestro contenido interno. Se puede, inclusive, renovar la memoria celular, cambiar el patrón de pensamientos, sutilizar el cuerpo emocional y mucho más.
El mismo precepto es usado en la industria farmacéutica en el proceso de alquimia de las hierbas naturales de las que son hechos los medicamentos, que llevan a efectos que van a demandar nuevos medicamentos en muy poco tiempo. La industria existe para lucrar. Tener salud al revés de enfermedad es decisión y responsabilidad de cada uno.
¿Un pensamiento de un ser cambia la frecuencia vibratoria de cien mil personas. Tú deseas ser la que va a esperar o la que va a osar?
