Aylan Kurdi fue rescatado. ¡Ahora oremos por las madres!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 30/09/2015 12:12:56
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Patricia relata un episodio que ocurrió en el Centro Espírita Irmã Esmeralda (Calle Julio de Castilhos, 191 – Belenzinho - São Paulo - Brasil), en septiembre de 2015. Otra familia siria intenta huir del horror de una guerra civil que ya dura años. Con ella, otras muchas familias se arriesgan a atravesar el Mediterráneo en un bote inflable. Era de noche y el bote no resiste la furia del mar. Esta es una escena que se repite desde hace algún tiempo. Sin embargo, esta vez fue diferente. Por la mañana, en una playa de Turquía, el pequeño cuerpo de un crío de tres años es encontrado ahogado, en la noche anterior, con su hermano, la madre y también otras muchas familias.
La foto de la criatura recorre el mundo, todos se emocionan. Se comparten las fotos en las redes sociales y en pocas horas todos comentan los horrores de las tentativas de fuga de nuestros hermanos sirios. Las autoridades se reúnen y se dan cuenta de que es necesario hacer algo. Una pequeña criatura de tres años es la protagonista, su grandiosa misión: ¡conmover el mundo!
Yo nada sabía sobre los mensajes en las redes sociales solicitando oraciones para el pequeño. Estaba pasando una semana muy atribulada en el trabajo, viajando y llegando muy tarde a casa.
El jueves por la noche decidí enterarme de qué había ocurrido y entonces lo descubrí. Desde el primer momento me sentí ligada al episodio, de una forma diferente. Hice mis oraciones y pedí a Dios que los guiase hacia la luz.
Hacía bastante tiempo que no conseguía ir al grupo de trabajos espirituales en Belenzinho. Este viernes lo conseguí. En la oración de abertura, mi corazón pidió por los niños refugiados y por sus familias. Ya en la primera atención, auxilié al Espíritu Chinês con un niño que vino a la reunión con sus padres, para apoyo y orientación espiritual. El niño tiene los cabellos negros, ojos vivos y brillantes. Me acordé de Aylan. El pequeño que atendíamos tenía problemas para respirar, estaba como “asfixiado”. Aliviamos al niño con la bendición de hierbas y emplastos energéticos para descongestionar sus vías nasales.
En ese instante, la amiga Marcia viene para ser atendida y quien la atiende es Joyce. Ella informa que se siente mal y no sabe explicar el por qué, aun teniendo una mediumnidad muy afinada. Joyce la auxilia y yo siento el pecho oprimido, cuando ellas dicen que necesitamos ayudar a los críos espirituales que han traído al Centro aquella tarde. Nuevamente pienso en Aylan, y empiezo a irradiar luz. Y charlando espiritualmente con los niños, los acojo con alegría y mucho amor.
Estoy allí, atenta y oigo un comentario de Joyce: “Chicos, necesitamos orar por la madre del niño y por las madres que también están desencarnando ahogadas, intentando salvar a sus hijos.
En aquel momento la opresión en el corazón que yo había sentido durante la semana, sin saber su origen, se intensificó. Sentí escalofríos y tuve ganas de llorar.
Comprendí que yo había sintonizado con las madres, y con la orientación de la médium Joyce, fuimos emanando y vibrando mucha luz y tranquilizando el corazón de las madres, para que también pudiesen ser encaminadas al Portal de las Flores, al igual que todos los niños.
Al salir de la reunión, mi corazón estaba en paz, la opresión en el pecho se había ido y durante algunos días informé a los amigos cercanos para que vibrasen y orasen por las madres, pues los niños, los pequeños ángeles, ya estaban en paz, en una de las moradas de nuestro Padre.