Brasil enfermo
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:28
Autor Tom Coelho
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Traducción de Teresa
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Nuestro país está enfermo. Por desgracia no se trata de una gripe o de una dolencia pasajera. Hemos sido acometidos por un cáncer, el cual no se halla en etapa inicial, ya que está en fase de metástasis. Este cáncer es nuestro sistema político.
Hace años que somos vilipendiados por estos seres elegidos por un pueblo carente de consciencia y de educación. Salvo rarísimas excepciones, lo que vemos es una legión de verdugos desprovistos de carácter, dedicados exclusivamente a intereses personales contrariando los principios básicos que deberían ser su norte.
En un nuevo año de elecciones, sería deseable que los ciudadanos desarrollasen un mínimo de percepción sobre lo que sucede. En Brasil tenemos 5.570 municipios. Esto significa 5.570 alcaldes que serán elegidos a finales de este año, ¡algunos en ayuntamientos con menos de mil habitantes!
Como si no bastase, estamos hablando también de 5.570 cámaras municipales compuestas por entre 9 y 55 concejales, según la población local. Ahora, añade a estos datos los innumerables asesores parlamentarios (la mayoría con vinculación política, nombrados como contrapartida al apoyo brindado durante la campaña) y las diversas secretarías creadas para igualmente atender al juego de intereses desarrollados durante la pre-elección - no en vano muchos son denominados "cargos comisionados". Por si fuese poco, suma a esto los variados beneficios, tales como vehículos, combustible y reembolso de gastos diversos, e intenta imaginar el coste de mantenimiento de toda esta estructura.
Evidentemente, este mismo análisis se extiende a diputados y senadores - en proporción más elevada todavía. En cualquiera de estas instancias, la pregunta que debemos hacernos es la misma: ¿cuál es la contrapartida ofrecida por esta clase política?
Para entender como este cáncer se propaga, observa lo que estamos asistiendo en relación al gobierno provisional recién posesionado. Más que en la caída de ministros, fíjate en el hecho de que la gran mayoría de los nombrados presentan algún tipo de vinculación política, cuando deberían tener la competencia técnica para el ejercicio de sus respectivas funciones. Por poner un ejemplo, ¿qué es lo que justifica el nombramiento de Ricardo Barros para el Ministerio de la Salud, en lugar del médico Raúl Cutait, en quien se había pensado para asumir esa cartera y que seguramente ejercería la función con dignidad y competencia, en virtud de su experiencia y trayectoria?
Para completar, somos un pueblo sin memoria. El Renan Calheiros de hoy es el mismo que casi fue inhabilitado en 2007. Es difícil de creer, de comprender y de aceptar, que Fernando Collor sea senador, Paulo Maluf sea diputado federal, Eduardo Cunha tenga la posibilidad de ser repescado.
Es necesaria y urgente una amplia reforma política. El postulante a actuar en el sector público, tanto en el legislativo como en el ejecutivo, debería ser alguien con vocación para trabajar por el desarrollo del país y por la reducción de las desigualdades. Debería ser alguien dispuesto a recibir un salario digno, pero desprovisto de beneficios que sólo mancillan y distorsionan la función. Sin embargo, es doloroso comprobar que tal reforma depende exactamente de aquellos que hoy conducen el proceso político en este país.
* Tom Coelho es educador, conferencista en gestión de personas y negocios, escritor con artículos publicados en 17 países y autor de ocho libros. E-mail: [email protected] Visita: link y link
