Busca los buenos ambientes y las buenas noticias
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 01/04/2012 11:39:44
por Bernardino Nilton Nascimento - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Por qué no podemos mantenernos serenos e equilibrados durante un buen tiempo? ¿Por qué estamos sujetos a pequeños o grandes períodos de descontento? ¿Por qué estamos sujetos a períodos de depresión?
Pienso que esto ocurre porque, aunque estemos completamente compenetrados con nuestro ideal de vida, nos sentimos perturbados por deseos no realizados y por el temor a que los deseos, que todavía brotan en nuestros corazones, no se concreticen.
Vivimos constantemente en medio de escenas de crueldad y muerte. Es totalmente imposible pasar por la vida sin soportar el aterrador cortejo de los dolores físicos y sentimentales. Por todas partes nos ofrecen terribles escenas de inhumanidad e injusticia, que mucho nos hacen sufrir, porque tal como sea el pensamiento activo dominante en un ambiente donde se comprimen las multitudes, tal será nuestra buena o mala impresión, nuestro bienestar o infelicidad. Por tanto, los pensamientos que particularmente imperan allí, actúan también dolorosamente sobre los nuestros.
Cada cosa material que nos rodea nos envuelve en un pensamiento o acción, o, por decirlo con más propiedad, es la encarnación de ellos, dependiendo de la mayor o menor pureza de su energía interna. Un sentimiento mal empleado puede mustiar un corazón, puede producir un estado de profunda tristeza.
En compensación, si empleamos nuestros pensamientos o nuestros sentimientos en cosas que realmente hacen bien al corazón, estamos reforzando nuestra vida. Debemos, pues, alimentarnos de buenos pensamientos y del más puro amor, y nunca convivir en ambientes que todavía no han alcanzado el suficiente grado de madurez o están ya en principio de descomposición espiritual. Es posible nutrirnos siempre de buenas acciones, extrayendo la savia valiosa del árbol del momento presente, del ahora, que haya llegado a su completo desarrollo, su plenitud, aspirando y respirando bondad.
No podemos vivir una vida artificial, que forzosamente producirá el dolor en todos sus aspectos. Los estimulantes alcohólicos nos proporcionarán mucha fuerza, pero solo momentáneamente, dejándonos a continuación en un período de depresión penoso y prolongado.
Admito que yo no puedo disfrutar de esa serenidad y equilibrio entre las multitudes, porque no puedo alcanzarlos en una sociedad equilibrada y de buenas acciones. Entonces, en el silencio de una agradable y amena soledad, en la dulzura de una habitación tranquila y adecuada para la meditación, convivo con los buenos deseos realizados y materializo los otros buenos deseos que brotan del corazón. La atracción es ley. La espiritualidad siempre se ve atraída por todo lo que es idéntico a ella.
Finalmente, si continuamos y nos acostumbramos a vivir en ambientes indeseables para el bienestar de la mente y del espíritu, ciertamente vendrán todos los elementos productores de todo cuanto sea nocivo para la vida material y espiritual.
Pese a todo, la Divinidad es contagiosa y la bondad es comunicativa, y también contagia. Dentro de muy poco el mundo aprenderá a vivir en ambientes saludables, de buenas acciones y de compasión, lo cual hará que nuestra vida sea armoniosa, con más salud y, naturalmente, más feliz.
BNN