Caminando de Vuelta
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 03/09/2010 12:28:18
por Maria Cristina - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Siendo fruto del amor y teniéndolo en nosotros, como esencia, ¿por qué se hace tan difícil amar, en este mundo de desencuentros y de tanta tristeza? Corremos de un lado para otro, en una carrera desenfrenada atropellamos a los demás, sin saber siquiera quiénes son, decimos cosas que no sentimos, olvidamos lo que importa, continuamos corriendo… ¿Hacia dónde, por qué? ¿Para no sentir el dolor del vacío que está en nosotros, para olvidarnos de nosotros mismos y del gran amor que nos pide detenernos… y sentirlo?
Nos pasamos la vida ocupándonos, todo el tiempo. Pero ¿qué calidad tiene lo que hacemos? ¿Con qué objetivo vivimos de esta o de otra forma? ¿Cuáles son nuestros objetivos – si es que los tenemos claros – y si los tenemos, serán reales?
Luchamos, hacemos grandes sacrificios en nuestras vidas ¿para lograr realmente el qué?
Si pudiese transformarme en un hada, con una varita mágica saldría por el mundo, uniendo a las personas que verdaderamente se aman, para que amándose trajesen más alegría y felicidad reales a este nuestro mundo tan triste, en los días que corren. ¡Pues solo el verdadero amor ilumina los ojos y da vigor y fuerza a nuestros actos! De acuerdo con esto, ¿por qué no aprovechamos todas las oportunidades que la vida nos ofrece, para amar? Los amigos, los hijos, los compañeros, el trabajo que hacemos, - todo cuanto tenemos el privilegio de tener - sí, incluso las cosas materiales que decimos inanimadas, se transforman cuando tocadas de forma amorosa.
¿Por qué será tan difícil ser quienes verdaderamente somos? ¿Destellos divinos, amor puro procurando expresarse, cada cual en su forma particular? Quizá la dificultad de vivir, hoy día, esté justamente ahí – en la tentativa complicada de olvidar quienes somos para vivir sin el nutriente que nos vitaliza: ¡el amor!
¿Por qué hemos de pasarnos la vida nutriendo de energía los traumas sufridos tanto tiempo atrás? ¿Por qué continuamos vivenciando los mismos dolores, tan antiguos? Vivamos de hoy en adelante procurando siempre recordar que los desvíos del camino no deben alejarnos de él por mucho tiempo, o tardaremos demasiado en llegar a donde queremos: ¡a la felicidad, a la paz, a la armonía, a la belleza!
Si nos han maltratado tanto, si hemos sufrido tanto, ¿qué tal olvidarlo y perdonar? Fueron obstáculos, pero no deben ser barreras insalvables que nos impidan llegar a donde anhelamos y merecemos estar…
Amar, expresar este amor, de todas las formas posibles, en todos los lugares, por la mañana, por la tarde y por la noche. ¿Utopía? ¡No, creedlo, es la salida, es como hay que vivir para ser feliz! Por encima de tener siempre razón, ¿vamos a hablar con el corazón?
¿Vamos a estrechar la mano del otro con calor, mirar a los ojos a quien se acerca, intercambiar algo que contenga la verdad? ¿Vamos a perdonar a quien se equivoca, recordando que todos nos equivocamos, de vez en cuando?
Vamos a despertar con el corazón vibrando amor y vamos a acostarnos recordando los momentos felices que hemos vivenciado, donándonos…
Hablar para decir algo, no solo para pasar el tiempo… Mirar en torno para apreciar la belleza de cada pequeño detalle que nos rodea. Hacer de cada encuentro una posibilidad de unión, de comprensión, de contacto con otro corazón.
Encendiendo la luz que somos, iluminaremos a nuestro alrededor y estaremos pasando adelante, a cada momento, una antorcha olímpica de amor que puede ir, silenciosa, pero alegremente, modificando este mundo nuestro, que se empeña en ser tan triste, cuando podría estar siempre en fiesta, colorido y amoroso.
El Amor es Camino, el Maestro, la Cura y el objetivo de nuestras vidas. ¡Enfoquemos esta meta y sigamos adelante! El momento es propicio para las grandes transformaciones – está escrito en los planetas, tal como están alineados. VAMOS A DESPERTAR Y, FINALMENTE, VAMOS A AMAR. A todo y a todos. Allá donde estemos. En realidad, el camino no es de ida, sino de vuelta al centro de cada uno de nosotros, donde reina soberano el Amor que somos. A través del otro, retornaremos a nosotros mismos, al Amor que nos creó y a todo, pues somos todos Uno.