Causas Espirituales del Insomnio
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 03/05/2014 10:28:12
por Nadya Prem - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El insomnio se caracteriza por la dificultad para iniciar el sueño, para mantenerlo continuamente durante la noche, o bien por despertar antes de la hora deseada, pudiendo hacerse crónico y debilitar a quien sufre tal trastorno.
Tener un sueño tranquilo depende de una serie de factores.
Los cuidados para con el cuerpo, la mente y el espíritu, posibilitan una buena noche de sueño. Claves como cambiar los hábitos alimentarios y la rutina diaria, pueden ayudar a regularizarlo, y son medidas esenciales que tienen reflejo en la salud como un todo.
Algunas causas conocidas que provocan el desequilibrio del sueño son: apnea, depresión, ansiedad, estrés, ambiente muy ruidoso, luz excesiva, cafeína, alcohol y otras drogas.
El insomnio provoca alteraciones del humor y de la memoria, dificulta el aprendizaje, el raciocinio y el pensamiento, perjudicando asimismo la salud física.
Sin embargo, más allá de las causas conocidas, hay mucho aún por descubrir sobre el sueño.
En el ámbito de la dimensión física, buscar la alimentación saludable, las actividades físicas, el contacto con la naturaleza y los momentos de esparcimiento, son recomendaciones pertinentes.
En el plano mental, es preciso reducir los niveles de estrés y el exceso de estímulos. La práctica meditativa es un aliado eficaz contra el insomnio causado por condicionamientos mentales. Hay que reconocer asimismo pensamientos y sentimientos que puedan estar alterando el ritmo normal del sueño, creando conflictos y trastornos.
No obstante, hay algo más que la ciencia no ha explorado.
Las causas del insomnio pueden ser energéticas y espirituales.
¿Quién no ha sentido, alguna vez, un miedo terrible al acostarse para dormir?
Angustia sin explicación, temblores, escalofríos…
Una sensación de estar casi dormido y de repente, un movimiento brusco e involuntario del cuerpo, nos roba el sueño y los ojos se abren de par en par.
Ruidos extraños, pesadillas que nos hacen despertar…
Además de todo esto, si se duerme, se despierta al otro día con un extremo cansancio, sin energía…
Esos síntomas tienen relación con las interferencias del plano astral, como presencias espirituales, desequilibrios mediúmnicos e incluso reminiscencias de vidas pasadas.
Cuando nos acostamos para dormir se inicia un proceso natural de aflojamiento de las sensaciones físicas y una ampliación de los sentidos sutiles.
Nuestro espíritu despierta y nuestro cuerpo duerme.
En el caso del insomnio, entre el estado de vigilia y el de sueño, hay una perturbación, que impide el fluir natural de ese proceso.
Esa perturbación ocurre porque hay una sensibilidad exacerbada, que se expresa en forma desequilibrada y que se vuelve más ostensiva en ese período que precede al sueño.
Por falta de conocimiento y consciencia, el miedo empieza a dominar y se hace cada vez más difícil adormecer.
¿Cómo dormir con todas esas sensaciones tan desagradables?
Percibir el mundo astral y no saber cómo lidiar con lo desconocido. No conocerse a sí mismo, no comprender el propio sexto sentido.
Ser perjudicado por influencias negativas de espíritus sufridores, sin tener oportunidad de defenderse, por no saber qué hacer.
El cuerpo energético está íntimamente relacionado con todos los síntomas mencionados y ninguna terapia debe despreciarlo. A través de él, por los chakras, recibimos las impresiones del plano astral.
Atender al ser físico, energético, emocional, mental y espiritual. Ese es el camino de la cura integral.
El ser multidimensional tiene su morada en el cuerpo físico y se expande a partir de él. La vida es resultado de su manifestación y la salud es el reflejo de un fluir saludable entre las dimensiones donde interactúa.
¡Namasté!
