Comienza el Año Nuevo Solar
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 20/03/2012 14:36:54
Traducción de Teresa - [email protected]
El próximo día 20 de marzo de 2012, a las 02:14h (Hora Oficial de Brasil), comienza el Año Nuevo Solar, acontecimiento que marca el inicio del otoño en nuestro hemisferio y de la primavera en el hemisferio norte. Se le denomina Equinoccio, ya que indica el momento en que el Sol se encuentra equidistante de los dos hemisferios, exactamente sobre la línea del Ecuador Celeste. Recordemos también que el Nuevo Año Solar no coincide con el año nuevo en el calendario gregoriano, (que lo hace comenzar el 1º de enero), sino que se basa en el camino real recorrido por el Sol durante los doce meses a lo largo de la Esfera Celeste. Cuando digo ‘camino del Sol’, entiendo el desplazamiento que aparentemente verifica alrededor de la Tierra.
Pero no siempre el Año Solar comienza el mismo día y a la misma hora. Esto se debe al hecho de que el tiempo que el Sol emplea en hacer su camino no se corresponde exactamente a los 365 días del calendario oficial. El movimiento convencional del Sol no se produce siempre a la misma velocidad (ya que va de un mínimo de 0º 57’ 59” a un máximo de 1º 0’ 51”), de forma que también el ingreso del Sol en un determinado signo (o sea, el momento en que el Sol comienza su paso por el signo zodiacal encontrando la cúspide del signo) no sobreviene siempre en la misma fecha todos los años. El Sol, de hecho, ‘se desplaza’ algunos grados hacia delante cada año, lo cual hace que el momento en que ingresa en cada signo zodiacal se modifique. Esta es la razón por la cual, para levantar el Mapa Natal, es necesario conocer la hora exacta del nacimiento y también el lugar. Por ejemplo: alguien que nace este día 20 de marzo a las 2 de la madrugada aún tendrá el Sol en Piscis. Pero quien nazca una hora más tarde ya tendrá el Sol en Aries.
Para volver al Año Solar, tampoco el Sol ingresa a 0º de Aries todos los años en el mismo momento exacto del año anterior. Debemos siempre recordar que la Astrología tuvo su origen en el hemisferio norte, y por tanto el estudio astrológico tiene bases y arquetipos basados en dicho hemisferio. El inicio del Año Solar marcaba el inicio de la primavera en aquel hemisferio, o sea, anunciaba la estación del año en que la Tierra volvía a dar señales de vida, tras los largos meses del invierno. En realidad, cuando el Sol abandona el hemisferio sur para, en su camino hacia el hemisferio norte, seccionar el Ecuador Celeste, se lleva nuestro verano, anunciándonos el otoño. Esos dos Puntos Celestes en que él corta el Ecuador (en la ida y en el retorno del Sol al hemisferio sur) se denominan Puntos Equinocciales. Uno se produce a 0º de Aries (también denominado punto vernal) y el otro a 0º de Libra.
A propósito de esto quiero recordar el mito que dio origen a las estaciones del año. Ese mito era celebrado en la Antigua Grecia con las Iniciaciones de Eleusis. Cuenta la leyenda que Deméter, la Madre Tierra, tenía una hija, llamada Perséfone (Proserpina para los romanos). Un día la hija recogía flores en un campo cuando, a través de una grieta en el suelo, surgió Hades (o Plutón), dios del Reino de los Muertos, que la raptó y la llevó a su mundo subterráneo. Deméter, desesperada por la pérdida de su amada hija, lloró y se entristeció, y la tierra se secó, y ya no daba alimentos para sus hijos. Deméter se retiró a Eleusis para llorar, mientras los hombres morían de hambre y todo se volvía oscuro y frío. Zeus (o Júpiter), compadecido de Deméter, ordenó a Hades que devolviese la hija amada a su madre. Pero Perséfone había comido una romana mientras estaba con Hades, y así, simbólicamente se había ligado a él. Para llegar a un compromiso, Hades y Deméter hicieron entonces un acuerdo: Perséfone pasaría seis meses en la Tierra con su madre, y volvería al mundo de los muertos durante los otros seis meses. El regreso de Perséfone a la Tierra marcaría así el retorno de la vida, de la estación de las flores y del tiempo bueno y cálido, que se inicia con la primavera. Ese mito nos recuerda asimismo la promesa de la ‘vida después de la muerte’, del eterno ciclo que hace a todo renacer continuamente, como en un eterno carrusel. El invierno entonces sería el tiempo en que los granos están bajo tierra, en hibernación, en retiro, a la espera de la nueva primavera para renacer, lo mismo que nuestras almas que pasan un período de ‘invierno’ entre las varias encarnaciones. Otras analogías pueden derivarse analizando este mito. Por ejemplo, cuando hay divergencias y nos encontramos entre ‘dos amores’, hay necesidad de encontrar el compromiso y el acuerdo, donde tendremos un nuevo punto de partida para otro ciclo.
Nosotros, los que vivimos en el hemisferio sur, iniciamos el otoño, o sea, una estación en la cual el Sol disminuye, las vacaciones se acaban y la vida parece volver a lo normal. Podemos recordar que ahora Perséfone se encamina hacia el otro hemisferio, y para nosotros ha llegado el momento del recogimiento interior. Con el fin del verano, los rayos del Sol se hacen más débiles, indicando el punto de comienzo de un nuevo tiempo en el cual hemos de volvernos más ‘hacia dentro’. Ese es el momento en que podemos llevar a cabo nuestra iniciación espiritual, mientras hacemos una pausa que habrá de preparar nuestro renacimiento futuro. El actual es un momento de transición y nos prepara para el invierno, o sea, para la muerte, aunque no para la muerte física, sino para la muerte simbólica que será necesaria para nuestro renacimiento. Al igual que el grano de trigo plantado en otoño, después del descanso del invierno renace como planta nueva en la primavera, nosotros debemos preparar nuestro espíritu para ese futuro renacimiento. Pero por ahora es tiempo de transformación, es tiempo de reflexión, es tiempo de interiorización. Solo así daremos inicio a una nueva fase de vida.
Es un hecho que vivimos en un mundo en transformación, asistiendo diariamente a grandes perturbaciones políticas, económicas y sociales. No podemos, por tanto, dejar de pensar que estamos en una fase de reciclaje en que la humanidad se prepara para un futuro renacimiento. Los ciclos (o las Eras Precesionales) se suceden unas a otras. La Era de Piscis está terminando, mientras que la de Acuario está en su inicio. Pero en este momento estamos en el ‘otoño’, entre los dos ciclos. No bien ha terminado uno y ya se anuncia el otro. Los dos se superponen durante algunos cientos de años, causando perturbaciones y obligándonos a preparar rápidamente nuevos modelos sociales para reemplazar a los viejos que ya no sirven. La economía busca nuevos modelos, la organización social busca nuevos modelos, pero ¿tendremos la suficiente creatividad para encontrarlos? ¿Tendremos la suficiente determinación para implantarlos?Soy persona optimista por naturaleza y creo firmemente en que nuestra humanidad está siendo guiada hacia un salto cualitativo. Creo firmemente que quienes sean capaces de buscar formas alternativas de vida, recorriendo un sendero de espiritualidad, altruismo y cooperación mutua, tendrán la felicidad como destino final.
Consideremos este momento astral como un momento de transición e interiorización y cosecharemos entonces nuevos frutos cuando el Sol regrese a nuestro hemisferio.
Aprovecho para recordarles a mis lectores que estaré atendiendo en Río de Janeiro los días 18 y 21 de abril y en Niterói (RJ) entre los días 23 y 26 de abril. Quienes deseen consultarse han de enviarme un correo electrónico para concertar la cita. Todavía quedan huecos en la agenda. Los precios de las consultas aparecen en la sección correspondiente de mi Website personal link .
Agradezco de corazón los maravillosos correos que recibo siempre de mis lectores, que me incentivan a estudiar siempre y cada vez más para mejorar mi conocimiento personal que comparto con inmenso placer.
São Paulo, 15 de marzo de 2015
