Cómo equilibrar el deseo
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 30/01/2016 09:49:35
Autor Carmem FARAGE - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Siempre hablamos sobre los grandes obstáculos a las modificaciones del karma y hoy me gustaría decir algo sobre los deseos. Éstos son, casi siempre, fruto de la ilusión.
La persona piensa que necesita algo y siente deseos de poseer ese algo, ofuscada por una falsa necesidad. Se convence de que aquello va a hacerla feliz y hay, de hecho, muy buenos motivos que nos hacen continuar en la compulsión de la realización (cada vez más momentánea), de nuestros deseos.
La motivación de los deseos está en la idea del placer que se supone llegar a tener cuando se pueda disfrutar de una determinada posesión. Todo deseo que no nace del alma purificada es ilusión.
Esto sucede en la vida de la persona desde muy pronto. Vemos como el niño que puede manifestar libremente sus deseos pide juguetes, con los cuales no se entretiene más que un día, por ejemplo. O no es capaz de salir de casa sin que se le compre algo para entretenerlo. Vemos también a los adultos asociar sus visitas a la entrega de algún regalo. Estos comportamientos formatean, desde muy pronto, la idea de felicidad fácil que se compra.
Siendo así, la ilusión se vuelve más fuerte que el deseo, haciendo que se sobreponga una fuerte emoción a lo que es del orden del ser – ilusión y deseo.
Para que eso se pueda equilibrar en la vida de alguien a través de una educación correcta, debemos tratar de moderar la ilusión mediante un trabajo personal, para que sea alejada y contenida. Cuanto más aprendemos sobre nuestra evolución espiritual, más comprendemos cuán importante se hace el papel de unos padres conscientes, pues éstos pueden ayudar mucho a sus hijos a crecer como espíritus.
Hay deseos positivos que son derivados de las ambiciones del alma. Entre éstos podríamos colocar el deseo de adquirir conocimientos, el deseo de cumplir la meta evolutiva, el deseo de liberarse del karma, el deseo de ser feliz.
Deseo y karma están relacionados, porque éstos se entrelazan después de que el hombre comienza a actuar impulsado por sus deseos. El deseo potencial, ese que viene de vidas pasadas y que tiene condiciones de realizarse, induce a la acción, que a menudo es creadora de karma. Ese deseo potencial, cuando está motivado por la ambición de desarrollar el alma, lleva al progreso espiritual; pero cuando su existencia está condicionada a los deseos inferiores, el resultado es un almacenamiento kármico.
El deseo puede ser equilibrado a partir de tres actitudes, principalmente:
1. Discernimiento: tener control sobre los deseos seleccionando lo que es aspiración superior de lo que es creación ilusoria de los sentidos.
2. Entrega a Dios: cuando falta fuerza moral o espiritual para luchar contra los deseos, la solución es confiar en la capacidad de Dios para guiar a sus hijos. Una oración, cuyas palabras son una petición de ayuda, podrá traer la fuerza que estaba faltando.
3. Austeridad: una vida de negación no es lo que sugiero, pero la disciplina que aporta un período en que se reducen al máximo las facilidades y el confort puede crear una fortaleza espiritual que ayude a dominar los deseos.
Para bien controlar los deseos, es preciso entender los procesos de la ilusión; pero como su manifestación es material, el autocontrol del cuerpo físico es fundamental. Este puede ser un buen punto de partida, con un entrenamiento encaminado al sacrificio de aquello que apreciamos mucho. Por ejemplo, para aprender a dominar el deseo, podemos abstenernos voluntariamente de algo agradable. Durante ese tiempo de abstinencia, estaremos en condiciones de estudiar lo que está ocurriendo con nuestra voluntad, aprendiendo cómo ella nos subyuga y experimentando modos de dominarla.
Para evitar almacenamientos kármicos, cuando sientas un deseo, verifica si éste puede alterar negativamente la vida de alguna persona. Seguidamente, observa si puede, de alguna manera, interferir negativamente en tu evolución espiritual a medio o largo plazo.
Espero que tengáis todos una estupenda semana.