¿Cómo evolucionar aquí en la Tierra?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 23/12/2011 11:31:42
por Mauro Kwitko - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Una de las mayores trabas para la evolución espiritual, que es simplemente el mejoramiento de nuestras inferioridades, es que nuestro Ego siempre piensa que tiene razón… Cuando alguien está enojado con otro, su Ego (persona) cree que tiene razones para ese enojo, el que siente amargura y resentimiento considera que esos sentimientos están plenamente justificados, el miedoso cree de veras en la fuerza de su miedo, el tímido cree plenamente en su incapacidad para manifestarse, el orgulloso, vanidoso, egocéntrico, cree realmente en su superioridad, el materialista cree firmemente en el valor de las cosas materiales, y así sucesivamente.
El que ha venido para mejorar su tendencia a la ira, necesitará detonadores que la hagan aflorar, por ejemplo, un padre agresivo, un hermano quisquilloso, compañeros en el colegio que provoquen su enojo, y durante la vida terrena irá deparándose con detonadores que tienen esa finalidad: mostrarle que su Ego aún tiene ira para curar. Lo mismo se aplica a quien se ha reencarnado para mejorar la tendencia congénita a sentir resentimiento, a sentirse rechazado, a sentirse abandonado, a considerarse superior, a considerarse inferior, etc. El antídoto de la ira es el amor, el del resentimiento es la comprensión, el del miedo es el coraje, el de la timidez es la espontaneidad, el del orgullo es la humildad, el del materialismo es entender la reencarnación. Pero lo que posibilita que curemos esas creencias negativas es la concienciación de que ya hemos venido a este Plano terreno teniendo en nosotros esas características de personalidad, que aquí han salido a relucir al enfrentarnos a ciertas situaciones específicas de nuestra vida, desde la infancia. Cada uno de nosotros manifiesta aquí lo que ya trae consigo de sus encarnaciones pasadas, positiva y negativamente. Todo es una continuación, nosotros somos lo que somos, y en esto se revela nuestro grado espiritual.
Para comprender bien qué es una encarnación, hemos de saber que aquello que hay de inferior en nosotros, lo que ha venido para ser eliminado aquí en la Tierra, aflora ante los detonadores. En el Astral superior no había esos estímulos específicos, necesarios para hacer asomar nuestra ira, nuestra vanidad, nuestro resentimiento, nuestra tristeza, nuestro miedo, nuestra timidez; pero aquí fatalmente aparecen, y entonces podemos, potencialmente, liberarnos de ellos. Sin embargo, generalmente, en vez de tener bien claro que son características negativas nuestras, congénitas, que nuestro Espíritu ha venido a curar, pasamos a lidiar con ellas como si hubiesen surgido aquí. Y lo que es peor, a menudo echando la culpa de su aparición a otras personas (por lo regular al padre o a la madre) y a ciertos acontecimientos “negativos” de la vida.
La Psicología tradicional dice que nuestro comienzo se verifica en esta vida, y va a buscar, entonces, allá en el “inicio”, quién o qué nos ha estropeado… Ella parte de una base equivocada, de un inicio que no es inicio, pues no comenzamos nuestra vida en la infancia, sino que somos un Espíritu y estamos continuando en ella una jornada iniciada hace muchísimo tiempo. El día en que la Psicología agregue la reencarnación empezará realmente a comprender al ser humano, y descubrirá que la infancia es una continuación, no un comienzo, y que nuestra personalidad es congénita, nace con nosotros.
Para poder saber por qué nuestro Espíritu se ha reencarnado es preciso asumir nuestras inferioridades y aceptarlas como nuestras, correlacionando los acontecimientos “negativos” que sobrevienen en nuestra vida, desde la infancia hasta hoy, con la manera negativa de sentir y reaccionar frente a ellos. Ahí hallaremos lo que hemos venido a hacer aquí, lo que hemos de curar en nuestro Espíritu, pues los hechos son los hechos, pero aquello que hacen emerger de imperfecto en nosotros revela qué finalidad tiene el que estemos nuevamente aquí, la finalidad de nuestra actual encarnación.
Evolucionar aquí en la Tierra no es tan difícil, pero hace falta que nuestro Yo Superior se ponga al mando, y entonces…