¿Cómo hablar con tu niño lastimado?
por Rosemeire Zago em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:20
Traducción de Teresa
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Todos sabemos que el niño que fuimos continúa dentro de nosotros y se hace presente de muchas formas. La parte de nuestra psique que tiene vivencias de angustia, de sufrimiento, y llora, es la parte que contiene al niño interior, que las más de las veces ha sido lastimado de alguna forma. Hay estudios que comprueban que desde la gestación ya registramos lo que sucede en el ambiente, así como nuestros primeros dos años de vida son esenciales para nuestra formación y futuro.
Por falta de información muchos ignoran esa parte de la vida alegando que el niño no registra nada y no se acordará cuando sea adulto. Algunos olvidan esa parte de la vida por no saber cómo lidiar con los dolores sentidos a tan temprana edad, y pasan la vida reprimiendo sentimientos, sin darse cuenta de que se comportan de modo inconsciente, movilizados precisamente por esa parte ignorada.
Cuando somos niños no aprendemos a lidiar con enojos, tristeza, duelo, pérdidas, frustraciones, y tampoco tenemos permiso para sentir nada de eso; así vamos reprimiendo todo lo que sentimos. Cuando nos hacemos adultos repetimos, y también negamos, todas esas represiones. Por ello cuando hablamos sobre el niño lastimado que todos tenemos, la mayoría de las personas lo niega, pues aprendió a hacerlo así muy pronto. Y las resistencias se van creando, dificultando el proceso de sanación. Lo cierto es que nadie quiere entrar en contacto con el dolor, y hará lo que esté en su mano para negar que lo siente, y más aún para no hablar sobre ello. Pero el hecho de no hablar, de negar que lo siente, no significa que no exista ¿cierto? Y eso insistirá en hacerse presente, puedes estar seguro.
Todo aquello de que no tenemos consciencia, por negación o cualquier otro mecanismo, se encuentra en nuestro inconsciente, y siendo así, ¿quién quedará al mando de nuestras decisiones? Sí, el inconsciente. Y ¿qué parte estará allí? ¡Sí, nuestro niño interior! Y ¿cómo se hará presente? Buscando todo aquello que no recibió en los primeros años de vida. Pero recuerda, como no hay consciencia tienes reacciones, comportamientos, emociones, decisiones que ni siquiera sabes qué los ha provocado.
¿Quieres un ejemplo? Pensemos en las necesidades emocionales de un niño que no fueron suplidas. ¿Habrá alguno que tuviese sus necesidades suplidas? ¡Difícilmente! El adulto, no teniendo consciencia de lo que no recibió, puesto que mantiene todo reprimido ¿se acuerda? Va a hacer de todo para obtener, por ejemplo, reconocimiento de su valía, pero de modo inconsciente. Podrá trabajar excesivamente para ser reconocido, llegando así a sobrecargarse. O podrá agradar a todos no diciendo nunca que no, y se sentirá siempre haciendo más de lo que recibe. Podrá enfadarse con la pareja que no le da la atención que le gustaría, haciendo desgastadora su relación con tantas exigencias. ¿Te fijas en cómo inconscientemente buscamos aquello que no recibimos cuando éramos pequeños, sin darnos siquiera cuenta de que lo hacemos?
Y ¿qué hacer ante ese dilema? ¡Tener consciencia de todo! Aunque podrías estar pensando: pero si no me acuerdo de nada. Puede que no te acuerdes, pero ¿te has parado para escucharte, para buscar las respuestas dentro de ti, y no fuera como hacemos? Generalmente vivimos en lo automático, es decir, con el inconsciente al mando, buscando que el otro nos satisfaga de algo que nosotros mismos no sabemos. ¿Quieres más atención? ¿Cuánta atención te das a ti mismo? Todo siempre debe venir de dentro para fuera ¡y no lo contrario! ¿Qué tal empezar a darte a ti mismo todo lo que necesitas y no esperar a que el otro lo haga? Para empezar este proceso te invito a escuchar a tu niño. ¿Cómo? He preparado una meditación para que la hagas ahora. El nombre correcto es Imaginación Activa, técnica desarrollada por Jung, para que puedas primero relajar tu cuerpo, con lo cual tu actividad cerebral disminuirá, facilitando acceder a recuerdos y sentimientos reprimidos, y escuchar a tu pequeño. ¿Empezamos? Sólo hay que oír el vídeo. después de hacerlo, deja tu comentario a continuación.