Cómo nuestras emociones filtran y distorsionan la realidad
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 29/03/2012 17:02:51
por Andre Lima - [email protected]
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Nuestra forma de ver e interpretar los hechos es influenciada por las emociones negativas que guardamos. Estas actúan como un filtro que distorsiona la realidad y nos lleva a actuar de una forma que genera más sufrimiento a nosotros mismos y a otras personas.
Es muy fácil observar eso cuando estamos con mucha bronca con alguien. Nuestros pensamientos y acciones son dominados por la emoción y nuestro diálogo mental se vuelve intenso y agresivo. Esa negatividad podrá manifestarse en forma de acciones o agresiones verbales, aún cuando sabemos que esas no son las mejores formas de lidiar con la situación. Pero la fuerza de la emoción toma nuestros pensamientos y en muchos casos simplemente nos dejamos llevar por ese impulso. Es como si fuese una entidad que nos cuida temporariamente.
Algunas personas que son más conscientes de éste proceso prefieren no decir nada en el momento de la rabia pues saben que sus palabras y acciones serán desproporcionadas, inconsecuentes, e irán a causar más problemas. Siendo así, ellas prefieren esperar y dejar que la emoción disminuya de intensidad para solo después tomar alguna providencia práctica. De alguna forma ellas saben que una acción contaminada por la rabia irá a traer aún más sufrimiento y consiguen estar conscientes de eso aún durante el “ataque” de emoción.
Hay gente que, para saber como actuar, prefiere pedir el consejo de alguien que sea imparcial. El amigo que está de afuera del problema tiene normalmente una visión mucho mejor de la real situación pues él no está contaminado por las emociones involucradas. Está en la posición neutra de observador. Eso, lógicamente, cuando es un amigo que tiene un nivel más alto de consciencia. Si es una persona llena de negatividad, así que le cuentes tu situación, emociones y sentimientos negativos surgirán y él va a terminar dando consejos que van a empeorar la situación. Si por acaso vamos a aconsejarnos con alguien, que sea apenas con personas sabias y sensatas.
La energía de la emoción negativa, sea la que sea, actúa como un ser que desea alimentarse y fortalecerse y nos usa para esa finalidad. Por eso, en el momento en que esta negatividad se manifiesta en nosotros rápidamente toma nuestros pensamientos generando argumentos y diálogos bastante convincentes que sirven apenas para nutrir aquel estado emocional y generar más sufrimiento. No eres más tú que está pensando y, si, la rabia o el rencor, tristeza, miedo o cualquier otro sentimiento (o combinación de sentimientos) que está pensando por ti.
Perdemos parte de la lucidez y nos dejamos llevar. En algunos casos, eso es tan intenso que las personas llegan a cometer crímenes. Algunas personas recobran el estado normal después del dominio de la negatividad y reconocen los errores que cometieron. Ya otros, continúan bajo el efecto de la emoción y justifican sus acciones. A la mayoría de las personas les ocurre una mezcla entre una parte de ella que está lúcida -teniendo consciencia de lo que hace- y otra parte que aún está dominada por la emoción que argumenta y justifica sus actos.
Cuando ese proceso ocurre es como si estuviésemos en un estado de transe. Estamos hipnotizados por los pensamientos que surgen, les creemos y les damos la razón y así alimentamos la negatividad que está dentro de nosotros.
Toda esa negatividad es compuesta apenas por pensamientos y sentimientos, es solo una energía. Es como si fuese una pesadilla que tenemos mientras estamos despiertos. Una pesadilla nada más es que un montón de pensamientos cargados con emociones negativas que son producidos por nuestra mente mientras estamos durmiendo. Durante el sueño, todo aquello parece muy real, no tenemos consciencia de nuestra verdadera realidad. Al despertarnos, sentimos alivio y nos damos cuenta de que fue apenas un mal sueño.
Cuando estamos tomados por la negatividad durante el día, es como si una pesadilla se hubiese instalado en nuestra mente, en pleno estado de vigilia. Es necesario despertar, o sea, ver que todo aquello es un montón de energía mental y emocional que desea crecer.
Es importante tomar conocimiento de esos mecanismos que utiliza el ego para fortalecerse y perpetuar la negatividad que existe dentro nuestro, para no embarcarnos ciento por ciento en los pensamientos y sentimientos que están siendo generados en ese momento. La parte lúcida estará presente observando toda la turbulencia que ocurre. Esta será nuestra ancla para que no perdamos la cordura.
Contaminados por sentimientos negativos y, sin darnos cuenta de esto, reaccionamos de una forma desproporcionada al hecho, tomamos actitudes que causan problemas, no vemos nuestra responsabilidad en haber contribuido para aquella situación, distorsionamos los hechos, exageramos… Creamos un mundo de sufrimiento. Eso ocurre porque la emoción está turbando nuestra percepción y actuando en nuestro lugar.
Las personas que atiendo en el trabajo profesional que hago con la *EFT, llegan contaminadas por la negatividad que cargan y, siendo así, no consiguen ver la mejor forma de actuar y sentir ante sus problemas,. Mi papel como terapeuta es traer a la luz las emociones negativas de aquella persona y de forma paciente y persistente disolver todo utilizando la EFT. De esa manera, esa persona va recobrando la lucidez. Ella pasa a ver la situación de una forma más sensata y objetiva. Las exageraciones y distorsiones desaparecen. Sus pensamientos no están más bajo la influencia de las emociones negativas, y así el cliente consigue sentirse en paz, aún ante una situación difícil. Surge naturalmente la mejor forma de actuar para aquel caso. Las acciones que brotan del estado de lucidez no alimentan más la negatividad.
Al disolver las emociones negativas, pasamos a ver la situación de afuera, del punto de vista del observador. Es como si comenzases a ver la situación de la misma forma que una persona sabia que está de afuera, sin ningún tipo de contaminación de negatividad. Frecuentemente, las personas relatan que al pasar por el proceso de la EFT, los problemas van quedando más distantes. Aquellos pensamientos que eran intensos y parecían tan vivos van quedando lejanos. Una sensación de paz y lucidez y la confianza de saber lidiar con la situación surgen. En el próximo artículo voy a escribir más sobre ese tema contando un caso en que atendí una chica que tenía un miedo enorme de ser traicionada.
André Lima - EFT Practitioner. *EFT - Emotional Freedom Techniques
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