¿Cómo puede ayudarme la astrología en un momento de crisis?
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 06/08/2012 09:41:10
Traducción de Teresa - [email protected]
Nuestra vida está hecha de ciclos. El ciclo representa un intervalo de tiempo en que se produce un evento o una serie de eventos característicos, y que habrá de repetirse más adelante, tras un período determinado. Ese ritmo impuesto por la vida (Véanse las Leyes de la Sabiduría o las Siete Leyes Herméticas en mi Website, especialmente la Ley número 5) es un hecho fácilmente reconocido por todos.
En un pasaje de la Biblia encontramos la enseñanza de las siete vacas flacas y las siete vacas gordas. Esto significa que tenemos un ciclo de siete años de abundancia y otro de siete años de penuria (ciclo de Saturno). ¿Por qué, entonces, queremos estar siempre viviendo el de las siete vacas gordas? ¿Por qué cuando llegan las vacas flacas no estamos preparados para enfrentarlas? ¡Porque no sabemos reconocer, prepararnos o al menos lidiar con nuestros ciclos astrológicos!
Cuando nacemos, adquirimos una cualidad particular inherente al cielo de aquel momento. Esto indica que la configuración astrológica existente en el cielo, en el preciso momento en que iniciamos nuestro primer aliento, va a imprimir ciertas características en nuestro cerebro, que a partir de aquel momento tendrá una 'programación' única. Ese momento en que la vida se inicia, pone en marcha principalmente tres cosas: los latidos del corazón, las ondas cerebrales y el ritmo de la respiración. Todas ellas quedan sometidas a la ley del ritmo y funcionan en ciclos.
A causa del movimiento que hacen en torno al Sol, todos los cuerpos celestes que están representados en nuestro mapa natal, en el lugar exacto donde se encuentran en nuestro nacimiento, van a desplazarse sobre la mandala astrológica y a modificar sus configuraciones, a medida que se mueven. Cada uno de esos cuerpos celestes tendrá su velocidad propia, su ritmo y su ciclo que, siendo diferentes y múltiples, se irán intercalando e interconectando, disparando acontecimientos a menudo repetitivos, o sea, cíclicos. Hay ciclos diarios, biorritmos, hay ciclos mensuales (como los menstruales) y hay ciclos trimestrales, semestrales, anuales (como el de la Revolución Solar) etc. No obstante, en astrología nos interesamos y estudiamos principalmente los ritmos de los planetas lentos: Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
Júpiter tiene un ciclo de aproximadamente 12 años (11,88 años como media), por tanto, recorre la rueda zodiacal completa permaneciendo un año en cada signo. En el período de ascensión, promueve un pico de energía de expansión, que se irá repitiendo a los 12, 24, 36, 48, 60, 72, 84, etc. Recordemos que el ciclo es aproximado y su influencia se inicia siempre algo antes y se extiende durante algún tiempo después del momento exacto de la configuración. Tendremos, durante esos períodos, una gran expansión de energía, promotora de entusiasmo, de oportunidades, de aumento de la experiencia personal e incluso del conocimiento, todas cualidades inherentes al planeta Júpiter y a su arquetipo. En los ciclos de baja, o sea, cuando Júpiter estará en oposición a sí mismo, tendremos períodos de descanso, en los cuales estaremos refugiándonos en patrones de conducta ya establecidos.
Analizando, por tanto, el ciclo de Júpiter sobre nuestro mapa, podremos calcular en qué período de nuestra vida tendremos acceso a las mejores oportunidades capaces de perfeccionar nuestra actuación para ensanchar nuestra experiencia personal, teniendo en cuenta la Casa y el Signo en que va a repercutir la acción del planeta. Por ejemplo: si Júpiter transita en nuestra Casa III (relativa a la comunicación, aprendizaje, comercio, viajes), podrá causar una gran agitación mental, llenando nuestra cabeza de nuevas ideas, podrá incitarnos a viajar al exterior o a cursar estudios superiores, facilitará el aprobado en unas oposiciones, nos ayudará a hacer buenos negocios, y podrá llevarnos a conocer nuevos e interesantes vecinos, etc., etc. A propósito de esto, suelo recordar que el Planeta representa un actor en una pieza teatral. El Signo representa la escenografía de la pieza, la Casa representa el Tema y el área de experiencia en que se desarrollará la pieza de teatro. Los aspectos planetarios que el planeta formará con otros planetas indicarán el desarrollo de la trama, con sus percances, conflictos o facilidades eventuales.
Saturno, que es un planeta de restricción, todo lo contrario de Júpiter, y sobre el cual ya he escrito anteriormente varios artículos, tiene un ciclo de 29 años aproximadamente. Su ciclo se desarrolla, por tanto, en picos de 29 años, y bajas de energía de 14,5, con intersecciones intermedias de 7 años aproximadamente. Los ciclos de Saturno indican períodos de integración social, de conformismo, de adecuación al medio en que vivimos, sean voluntarios o no. Los picos representados por la conjunción (29, 58, 92) pueden hacernos sufrir un verdadero examen cósmico, en el cual nuestra capacidad de integración será puesta a prueba. (Véase en mi Website personal el artículo Morir a los 27 años, escrito con ocasión de la muerte de la cantante Emy Winehouse). En los valles, o picos intermedios, tendremos poca integración social, más individualismo y aislamiento social e incluso inconformismo con el status quo vigente. Si observamos dónde se encuentra Saturno en nuestro mapa Natal, sabremos dónde estará nuestra mayor dificultad de integración con el medio y dónde recibiremos mayor restricción y limitación, dónde estará nuestra mayor dificultad, nuestro 'fardo para arrastrar', siempre respetando los ciclos. Del mismo modo, a medida en que Saturno se vaya desplazando sobre la rueda zodiacal, indicará los momentos de probaciones y de maduración que tendremos que enfrentar a lo largo de nuestra vida. La calidad de la acción será ofrecida por el signo donde él esté en tránsito, y la Casa, el área de actuación y de experiencia. Por ejemplo: si Saturno está en tránsito por tu Casa VII, la del matrimonio y las sociedades, podrá empujarte a un matrimonio por obligación o a una asociación por interés. Aquellos que ya están casados podrán sentir la necesidad de una nueva evaluación del matrimonio, que podrá más tarde, sobreponiéndose por ejemplo a un tránsito de Urano, ¡resultar en un divorcio!Apreciado lector, espero haber sido lo suficientemente clara para ayudarte a comprender cuánto puede la astrología hacer por ti. Ayudándote a comprender el momento astrológico que estás viviendo, el análisis astrológico podrá abrir tu horizonte indicándote el camino de la vida, que entonces será recorrido con más seguridad. La astrología, sea en el análisis del Mapa Natal, o en las Previsiones Anuales o Semestrales, te ofrece la herramienta segura para alcanzar con victoria tu destino final.
En las próximas semanas hablaré de los ciclos de Urano, Neptuno y Plutón, que por ser planetas bastante más lentos, tienen influencia sobre generaciones enteras, y que, al tiempo en que imprimen características específicas a nuestra personalidad, también nos incluyen en la generación de nuestros coetáneos. En este momento de crisis, mientras nos deparamos con momentos históricos de transformaciones, me parece cada vez más importante que sepamos elegir bien nuestras opciones, conscientes de nuestra misión terrena.
¡Dejo a todos mis queridos lectores mi abrazo fraternal y les deseo una semana llena de Luz, Paz y Armonía!
São Paulo, 1 de Agosto de 2012
