¿Cómo pueden los florales ayudar en nuestra vida?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 04/08/2014 09:19:27
por Cintia Pereira Jeronimo - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
La vida contemporánea sufre cambios muy rápidos debidos a muchos factores, internos o externos al individuo; muchos de estos cambios nos son impuestos incluso sin nuestra aprobación, pero aun así, debemos seguir el "protocolo" y empujar la vida; y en medio de tantas auto-anulaciones pueden desencadenarse en nosotros procesos de alteraciones emocionales intensas, causando desequilibrio en todo nuestro ser.
Uno de los métodos auxiliares que utilizo en mis consultas terapéuticas y que considero de gran ayuda para tratar esos desequilibrios es el de la terapia con florales: un tratamiento natural, donde, tras un diagnóstico preciso de las emociones mediante el diálogo, el terapeuta trata de recomendar los florales con las adecuadas propiedades terapéuticas, teniendo en vista el equilibrio, la armonía y la salud integral del individuo.
Basada en la ingesta de sinergias con la finalidad de ayudar al individuo en su proceso de auto-curación, esta terapia se convierte en gran aliada en el proceso de transformación personal.
Los florales se extraen de flores y plantas y los estudios de estos efectos terapéuticos fueron comenzados en la década de 1930 por el Dr. Edward Bach. Las investigaciones continuaron hasta los días de hoy y podemos encontrar varios sistemas, tales como: Florales de Bach, California, Australia, Alaska, Minas, Saint Germain, Hawái, Haff, Himalaya, entre otros. Todos los sistemas tienen gran variedad de esencias, y siendo un "regalo de la naturaleza", no podríamos clasificar a unos como mejores que otros, sino considerar sus especificidades: los florales de Bach y los de Saint Germain por ejemplo, son sistemas que tratan mejor el aspecto psico-espiritual y así sucesivamente.
Es una terapia recomendada para todas las personas, que facilita el flujo de las energías sutiles y superiores, auxiliando la personalidad y mejorando los aspectos en miedos, angustia, soledad, desaliento, desesperación, inseguridad, incertidumbre, preocupación extrema por el otro, falta de interés por la vida, entre otros.
