¡Cómo vencer la coraza de la timidez!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 30/01/2014 12:20:25
por Cinesiologia (Márcia Dario) - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Una de cada dos personas, en el momento de una decisión o de presentarse en público, siente el famoso quedarse en blanco, “pierde” el desempeño y no consigue alcanzar el resultado esperado. Así, miles de personas en todo el mundo pierden varias oportunidades en la vida profesional e incluso en su vida afectiva.
Si te consideras tímido o tímida, ciertamente reconoces estos síntomas: miedo a pedir la palabra o a expresar tu opinión, inhibición al iniciar una conversación con extraños, rojez de la cara, mejillas enrojecidas y que parecen saltar del rostro. Todavía más: boca seca, ojos de par en par, corazón palpitante, sudor frío, manos heladas, etc.
Casi todos nosotros en algún momento de nuestra vida hemos pasado por eso. Ligues en la adolescencia, primera entrevista de trabajo o defender tu monografía en la facultad.
Ese temor indica preocupación por nuestra actuación o desempeño. Normalmente a lo largo de la vida vamos venciendo esos temores, al adquirir madurez y confianza en uno mismo. En más de la mitad de la población mundial, sin embargo, esos síntomas pueden revelar un trastorno que la Psicología denomina Timidez Crónica o Generalizada.
Obviamente, de esa forma, el individuo acaba por no expresar todos sus talentos y competencias. Habla menos de lo que sabe, su lenguaje corporal es más pobre y su mirada se desvía todo el tiempo del punto de conflicto.
Si tenemos en cuenta que vivimos en una época de mucha exposición, en que cada vez se exigen más habilidades de comunicación, el tímido estará en desventaja en un mercado competitivo.
Reflexionemos un poco acerca de los motivos que llevan a una persona a la inhibición o la timidez.
A lo largo de mis 18 años actuando en el área de la Comunicación y Quinesiología, pregunto, aún hoy, a todo cliente que acude a mí para solucionar su timidez: “¿Qué es lo que más temes, o por qué te consideras tímido?”
Las respuestas ya no me sorprenden. En casi el 100% de las respuestas obtuve: “tengo miedo a equivocarme” o “van a juzgarme mal si me equivoco”.
En principio, esto significa que para mantenerse en “estado de perfección” y para no correr el riesgo de ser juzgado como “el peor”, el tímido se “esconde”.
Charlando más aún con el tímido, descubrí también que por detrás de ese miedo al juicio ajeno, se ocultaba el “temor a ser rechazado” cuando fuese juzgado por el supuesto error que cometería.
El mayor dolor del tímido no es simplemente la posibilidad de equivocarse, sino la exposición al error y al juicio implícito.
La mayoría de las estadísticas es desfavorable para los tímidos: ganan en media un 10% menos que los extrovertidos. Puede ser también un obstáculo para ascender en algunas carreras, en las que haya que vender ideas, negociar y liderar grupos.
En lo cotidiano el tímido acaba por perder la naturalidad, pues controla de manera ansiosa lo que va a decir y cómo. Muchos desarrollan además la fobia social, y un gran miedo a hablar en público.
Qué puede hacer por ti la Quinesiología:
# Desactivar la edad causa en que ocurrió tensión emocional en situaciones relacionadas con el tema.
# Promover el sentirte cómodo al entrar en contacto con tus capacidades y talentos, optando por enfocarte en tu desempeño positivo.
# Promover visualizaciones creativas sobre la expresión de tus talentos.
# Reducir el miedo a hablar en público.
# Reducir el estrés emocional.
# Rebajar la ansiedad, mediante ejercicios cerebrales.
# Estimular tu expresión verbal y corporal.
¡Librarse de la timidez es posible! ¿Empezamos?
¡Una linda semana a todos!
Abrazos cariñosos
Márcia Dario