Comunicación no violenta. YA
por Roberto Inácio em STUM WORLDAtualizado em 07/03/2012 15:12:51
Traducción de Teresa - [email protected]
Uno de los más importantes principios éticos del Yoga es la práctica de Ahimsa, la no violencia. Interesante que, contrariamente a las ‘palizas’ de los gimnasios occidentales, el Ahimsa ha de aplicarse incluso al hacer Yoga, o sea, nadie debe cometer violencias sobre su cuerpo, debe practicarlo dentro de sus límites.
Y con el Ahimsa fue como Gandhi echó fuera de la India a los ingleses, tras decenas y decenas de años de explotación. Por cierto, los problemas a que ingleses, europeos en general y norteamericanos se están enfrentando ¿no serán una cuestión kármica? O sea, ¿no estarán pagando por la explotación inmensa y las atrocidades que cometieron contra decenas de países incluso el nuestro?
Y me parece que hoy, aparte de la violencia física, la comunicación violenta está institucionalizada, principalmente en los grandes vehículos de los tales medios de comunicación. ¿Te parece que niños y adolescentes mirando seguido telefilmes, bromas con cámara oculta y programas de humor grosero total, no van a pensar que la violencia y la grosería es una cosa natural en la vida de los seres humanos?
La violencia que estamos viendo en el fútbol, entre los seguidores, y ahora incluso entre ‘seguidores’ de escuelas de samba ¿no tendrá nada que ver con la violencia y la grosería desenfrenadas que los medios de comunicación nos transmiten?
Como no podemos cambiar a las demás personas, ni a los medios de comunicación (a esos podemos dejar de verlos, oírlos y leerlos), qué tal si analizamos cómo es nuestra comunicación. ¿Es amable, cordial o más o menos? La mía es más o menos, pero ya ha mejorado mucho, porque mi irritabilidad era bastante grande (y por eso hasta hoy tengo problemillas en el hígado, porque según la Medicina Tradicional China nuestros enojos e irritaciones vierten directamente al hígado y lo perjudican bastante).
En mi caso, la mejora empezó cuando leí la frase ¿Tú quieres ser feliz o quieres tener razón?, en el libro Un Curso en Milagros. Al comienzo no comprendí bien la frase, ¿qué tendría que ver una cosa con la otra? Sin embargo, continuando la reflexión he ido dándome cuenta de todo, poquito a poco. Querer tener razón siempre es uno de los motivos por los cuales la mayoría de nosotros no se siente demasiado feliz.
Hacer Yoga ayuda mucho, cuando empezamos a elegir ser felices en lugar de tener razón. Aunque lo básico es ciertamente meditar.
Como se suele vincular la Meditación con las religiones, podemos sugerirte que tú, cuando empieces a sentirte irritado(a), te pares un momentito y simplemente no hagas nada, ni pienses en nada. Para facilitar el no pensar en nada (que al principio puede hacerse imposible, porque la idea de no pensar en nada ya es un pensamiento, luego, ya estamos pensando), empieza únicamente observando tu respiración. Y pronto observarás que la respiración se va haciendo más larga y profunda y tu cuerpo empieza a relajarse, y pronto, pronto, los enojitos o enojones, empiezan a irse o al menos a hacerse más pequeños. ¿Durante cuánto tiempo tienes que hacer esto? Todo el tiempo que puedas, incluso con un minuto ya vale, siempre que lo repitas varias veces al día.
Y, antes o después del no hacer nada, haz algunos estiramientos y desperézate como mejor prefieras.
Observa asimismo cómo respondes a cualquier persona cuando te irritas. ¿Te has irritado con lo que dijo esa persona o con aquello que sus palabras han podido despertar dentro de ti?
Ahora el mejor trabajo que conozco sobre Comunicación No Violenta es el del médico Dean Ornish (que tiene estupendos libros, como Salva tu Corazón, en el cual habla mucho de la importancia de la autoestima y del sentirse amado en la curación de todas las dolencias). Él forma y trabaja grupos de apoyo para personas que tienen problemas graves de salud, en los cuales la base es “La capacidad de sentir las emociones de otra persona es la esencia de la compasión.” Y Dean también establece cierta diferencia entre pensamientos y sentimientos, en la comunicación.
Para mejorar la comunicación, dice él en el libro Amor y Sobrevivencia, hemos de reforzar el amor y la intimidad. ¿Cómo? Siguiendo cuatro preceptos básicos: 1. Identifica lo que sientes. 2. Revela lo que estás pensando. 3. Escucha atentamente lo que la otra persona siente. 4. Presta atención al sentimiento de la otra persona con empatía, interés y compasión.
Porque los pensamientos de otras personas nos irritan mucho más que sus sentimientos. Ejemplo: Yo creo que tú estás haciendo una enorme tontería. O: Yo siento que tú estás haciendo una enorme tontería (normalmente, quien habla con sentimientos suaviza sus propias palabras y podría decir: ‘Me parece que lo que estás haciendo puede perjudicarte’). ¿Has notado la diferencia? Sin embargo, para comunicarnos empleando más los sentimientos que los pensamientos (claro que los pensamientos también son muy importantes, a fin de cuentas, para escribir todo esto claro está que estoy pensando) es necesario ser auténtico siempre (o siempre que sea posible) y practicar mucho.
(Aquí entre nosotros, sé de gente que me va a protestar por este artículo, diciendo: ‘Lo que tú escribes, no siempre lo haces’. Ya lo sé, pero estoy practicando y, de cómo era, supercrítico y con una irritabilidad enorme, advierto que ya he mejorado un poquito.
Practica, te va a gustar y a los demás también les gustará, y así estaremos desarrollando el poder sanador de la compasión.