CONEXIÓN: ligarse a Dios como fuente de felicidad
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 24/01/2011 11:10:08
por Bruno J. Gimenes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Dios, esa fuerza que así denominamos para representar la Fuente Mayor o Mente Divina, no quiere necesariamente que seamos evangélicos, espíritas, budistas, católicos, umbandistas o de cualquier religión que fuese. Dios nos quiere bien, Él quiere que seamos felices y que nuestra luz interior, nuestra esencia primordial esté encendida y sea fuerte.
Si vamos a mantener viva esa llama Divina por la influencia de una u otra religión, la elección es nuestra. Tampoco se impide seguir un camino religioso, lo mismo que no hay una fuerza que nos obligue a seguir una religión específica. Solo existe, dentro y fuera de nosotros, un flujo de fuerza creadora que desea nuestra ascensión a la luz, en el sentido del bien mayor y de nuestra felicidad integral.
Así como un padre amoroso quiere el bien de sus hijos queridos, Dios también quiere que seamos alegres, plenos, realizados.
Dios Padre/Madre, la Energía Mayor, es la Fuente de la Vida que desea únicamente alimentarnos, iluminarnos. Esa es una verdad suprema, una ley mayor de la Existencia.
Toda dificultad, todo dolor, sufrimiento, enfermedad, escasez, duda, deuda, equívoco, irritación, melancolía, miedo, tristeza, solo vienen cuando cerramos las puertas que nos ligan a Dios. Esto quiere decir: cuando interrumpimos la CONEXIÓN.
Conexión que nos alimenta de vida, amor, clareza mental, discernimiento, poder de creación, abundancia, prosperidad y éxito.
La causa de todos esos males tienen origen en un constante error, que de tan trivial ya se ha convertido en costumbre: olvidarnos de que somos una sola fuerza en unión con Dios, y actuar como si fuésemos consciencias aisladas, separadas del Todo.
Esa separación con la cual nos "vestimos" ilusoriamente es la causa de todos los daños de nuestra experiencia de vida.
Somos personas de poca fe - en el sentido de la conexión espiritual que esa expresión significa - y creemos muy poco o casi nada en la fuerza que nos alimenta. Podemos llamarla Cristo, Dios, Existencia, Tao, Gran Misterio, Espíritu Santo. El nombre da igual, la CONEXIÓN es lo que realmente importa, porque nos remite a la fuerza, al poder a que estamos esencialmente ligados.
Unas actitudes sencillas, una conducta igualmente sencilla, pueden ensanchar mucho nuestra capacidad de sentir esa luz, por consiguiente, podremos ser más plenos, en todos los sentidos.
La conexión es el secreto de la plenitud.
La conexión es un enlace, intencional, mental, sentimental con la Fuente Mayor, que se produce naturalmente por la fuerza del deseo enfocado en sintonizarse con Dios.
Emprende un reto contigo mismo ahora, un experimento inocente:
- Piensa en Dios en este momento, sin darle un nombre.
- Dirige tu pensamiento, tu sentimiento, tu intención, a la Fuente Mayor y di a ti mismo: Yo quiero sentir esa conexión ahora. Me gusta saber que estoy ligado a esa fuerza.
- No pienses específicamente en ningún ser, santo o maestro.
- Eleva tu deseo, que ha de ser expresado desde lo más hondo de tu alma, al universo, imaginando como si fuese una factoría de fuerza, que se corresponde contigo en ese momento, abasteciéndote con vida y salud en todos los aspectos de tu existencia.
- Si aprendes a hacer de esa sintonía tu rutina, de forma continuada, permanente, entonces siempre serás una persona feliz, próspera y libre.
Esto es CONEXIÓN, tu fuente de cura, amor y felicidad. Porque todo es una única fuerza, y cuando nos separamos de ella nos hacemos débiles. Una vez unidos, cohesionados con esa Fuente Mayor, somos indestructibles.
Experimenta la CONEXIÓN, te vas a iluminar.
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