¡Conócete a ti mismo, despierta en tus sueños!
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:58
Traducción de Teresa - [email protected]
Conócete a través de tus sueños y aprende a leer los simbolismos implicados. En poquísimo tiempo lo verás todo muy claro, todo como evidencia, y percibirás escenarios, situaciones emocionales y acontecimientos en general, como aspectos integrantes de la creación dinámica de la conciencia en busca de auto-conocimiento. ¡Observa el ejemplo de una buscadora ejemplar! (los verdaderos nombres y situaciones han sido alterados para protección de la paciente, aunque ésta haya autorizado la exposición de su caso).
Tania desarrolla sus propias leyes de acceso a su mundo interior, en el ítem travesía de los sueños. Antes de dormir se centra y pide que su Yo superior le envíe respuestas para sus dificultades del momento. En antena consigo misma, poco a poco se desprende de la agitación del día pasando al estatus de observadora. A medida que siente, empieza a fluctuar, lleva consigo únicamente su pregunta, dejándose ir. Entregándose al universo de los sueños:
- Es temprano, empieza la mañana, Tania camina por una calle estrecha. Está aprensiva por la efectividad de sus innumerables compromisos. Al mismo tiempo, el hecho de encaminarse al trabajo le moviliza enorme energía y alegría. Siente que va caminando a rumbo fijo, haciendo lo que da sentido especial a su propia vida. Corre para tomar un taxi, pero se hace difícil conseguir uno. Cuando finalmente lo encuentra, surgen dos mujeres que también desean subir al taxi. Tania necesita ser firme e impositiva advirtiéndoles que el taxi es de ella.
Así que lo hace, percibe más atentamente a las mujeres y observa que una va vestida de ejecutiva, y la otra, más como una mujer de la vida. En la sesión terapéutica interpreta a esas dos mujeres como aspectos femeninos suyos que ha de integrar. Se queda con la sensación de que su parte femenina necesita ser unificada. Le parece interesante que esos dos aspectos anhelasen entrar en el taxi con ella.
En la actualidad, Tania ejercer un cargo de ejecutiva financiera en una gran empresa. Seguidamente cuenta apreciando el movimiento en sus vivencias oníricas, en una historia que no se detiene aquí.
Finalmente, las tres, en un acuerdo mudo, entran en el taxi. En este momento, el taxista baja del coche avisando a todas de que su carnet de conducir ha caducado y que, por tanto, no le será posible llevarlas, pero les deja el taxi para que entre todas se buscasen la vida conduciéndolo y llevándolo a destino.
Como la lectura de Tania está basada, inclusive, en la física cuántica, y por el auto-conocimiento promovido por su proceso terapéutico más estudios personales, entiende que el taxista es su elemento adulto, ya preparado, que ya está en el futuro, y únicamente ha venido a echar una manita. El desarrollo en esta experiencia queda por cuenta de estos aspectos y de otros que vendrán. Este yo preparado, que sería un aspecto de la totalidad sana futura de Tania, estaba fuera del tiempo del sueño, se despide avisando del carnet. Vamos a comprender mejor el significado de esto a lo largo de este proceso. Atended.
Antes de empezar a andar, el taxista detiene el vehículo y pone a un niño de 5 años dentro del coche, diciendo que es hijo de la protagonista del sueño, Tania. Caminan por diversas calles en obras, que están siendo arregladas y aparecen desestructuradas, hasta que todos los del taxi se sienten un poco perdidos. Tania observa su vida hoy, toda la desestructuración que hubo en el pasado, fruto de determinados pasos y la nueva estructuración por la que atraviesa.
Tania se para y baja del taxi para tener una visión más amplia del camino correcto que debe seguir, pero el vehículo sigue andando. Corre inmediatamente, saltando al asiento del conductor, y sujetando el volante grita: ¡Tenemos que detener este coche!
El niño rápidamente salta al asiento del conductor, justo en el regazo de Tania, agarrando la dirección. Tania suelta el volante en manos del chaval, pero el coche ahora va sin frenos y corre peligrosamente por una avenida. Tania retoma la dirección de manos del niño, diciendo con tranquilidad, pero firme: calma, la dirección está correcta, solo hay que ir más despacio, hay que pisar el freno.
El niño deja el volante y dice: ah, este juego se hace pesado. y salta al asiento de al lado. Tania entiende que este niño es su aspecto infantil espontáneo y totalmente vivo dentro de ella, y que además, ¡no le gusta que le impongan normas! Advierte que tendrá que negociar con su niño interno, explicando que a veces una cosa es fastidiosa, pero tiene sus compensaciones. La inteligencia y comprensión de esta circunstancia son profundas y pasará por un reprocesamiento. Está en el área de la libertad de expresión, del placer, de los impulsos, en fin, de cómo lidiar con aspectos de la naturaleza humana de modo sano.
Tania vuelve a tener el control del volante, ahora surge un adolescente en el asiento del copiloto y avisa: ¡déjamelo a mí, yo puedo! Salta, atravesando sus brazos, se pone en el asiento del conductor empujándola hacia un lado. En pocos segundos, Tania se estresa y da órdenes de detener el coche. El adolescente obedece. Tania comprende que el adolescente es ella a esa edad, pero que necesita curarlo porque éste la condujo a un sitio donde ella no quería estar, a un lugar equivocado. No le gustaba la disposición de las calles, aparte de que ese lugar era inferior al que ella merecía ocupar en su momento actual de vida.
En un flash, se acordó de su tiempo de adolescente, en el cual no había tenido muchas opciones de probar lugares buenos y placenteros, se dio cuenta de que por falta de opciones acabó encontrando cierto placer, cierto sentimiento de pertenecer a algo, en situaciones que efectivamente nada tenían que ver con su esencia. No tuvo permiso en aquella época, ni se sentía amparada para atreverse a probar algo más satisfactorio. Su adolescente no conoció lugares estupendos que la Tania de ahora conoce, y a los que puede y desea ir.
En esta vivencia, Tania reconoció raíces de sus dificultades en disfrutar situaciones nuevas y placenteras, al igual que su recelo de conocer lo que no ha conocido nunca. Entró en contacto con el miedo de ser libre, pues la creencia anterior era que el placer tenía que ser reducido, que la vida, para que valiese la pena, debía ser seria, sin espacio para la diversión, por ejemplo.
Al final, ha quedado pairando la cuestión mayor de esta trama, cómo atreverse a lo nuevo sin el permiso de toda una holo-historia previamente vivenciada y que, por peor que fuese, daba un sentido de vida. ¿Cómo cambiar sin saber qué vendrá después, únicamente contando consigo misma?
Tania hizo su petición antes de dormir y literalmente pudo despertar en su sueño de vida. En él, su situación real se fue revelando. Sin embargo, y ahora ya despiertos, ¿por qué hay tanta dificultad para cambiar, de un paradigma anterior, ya reconocido como no beneficioso, a un nuevo nivel?Únicamente con total lucidez podremos atrevernos, aunque no seguros de los resultados; podemos proceder de modo diferente al que hemos aprendido. A menudo tenemos que tratar los niños mal conducidos que residen en nosotros y que aún comandan la mayoría de nuestros actos indeseados. Con solo conocerlos, a veces no es lo suficiente, es necesario un trabajo interior, acceso y reprogramación, reprocesamiento y reciclaje. Nuestro yo adulto puede tener que curar estos aspectos, acogerlos y con frecuencia negociar. Nuestro todo clama por armonía interior, y conocer qué es lo que nos mueve marca la total diferencia para estar en el camino de la tal felicidad.
¿Y tú? ¿Has parado para pensarte o aún eres un robot de ti mismo?
