¿Cuál es tu combustible?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 13/09/2012 11:53:27
por Conceição Trucom - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Son muchos los factores que proporcionan a los que viven en países emergentes y desarrollados una mayor expectativa de vida, hoy en torno a los 70 años. Y, gran parte de las personas, ante esta longevidad, desean mantenerse jóvenes desde muy pronto, la mayoría de las veces empleando recursos quirúrgicos, artificiales.
Sin embargo, al comprar un coche usado, pese a valorar su buen aspecto por dentro y por fuera, será en el motor y en la suspensión donde pondré la máxima atención. Así, con independencia de la aparente juventud externa, considero importante cuidar de nuestra lucidez, calidad de vida y felicidad interior.
Al fin y al cabo, ¿de qué sirve estar muy guapo, pero senil? Una situación alarmante que ya afecta a la gente con 40 o 50 años de edad. Las causas de ese envejecimiento y desgaste precoz del cerebro son varias, si lo examinamos de cerca. Pero en esencia se trata de una cuestión básica: ¿Cuál es tu combustible? ¿Qué combustible has venido usando en estos últimos años?
Un hecho: puede que acabes de comprar un Ferrari Descapotable modelo 2013. Pero si no lleva el combustible apropiado en el tanque, ni siquiera saldrá de la tienda. Y sabemos que, cuanto mejor es la máquina, más necesita de un BUEN combustible, ¿cierto?
¿Estás usando el combustible adecuado para la persona especial que deseas ser?
De forma muy simplificada, el cerebro humano está constituido por células lipoproteicas (proteína-grasa) y, cuando está bien tratado, de mucha agua y minerales disueltos en el líquido sacro-craneal, que es la “sangre del cerebro”. Ello porque el funcionamiento del cerebro se produce vía reacciones químicas, en las cuales el agua conduce y los minerales generan la electricidad (las sinapsis).
Sin pretender impartir ahora un aula de bioquímica, lo que deseo transmitir es que el mejor combustible para nuestro cerebro serían alimentos ricos en:
1) Lipoproteínas como las semillas oleaginosas (también llamadas frutos oleaginosos), para mantener jóvenes y fácilmente regeneradas y repuestas tus células. Mejor aún si estas semillas están previamente hidratadas y/o germinadas; y
2) Agua, idealmente estructurada o hexagonal, y multiminerales de fácil y rápida asimilación, abundantes en las frutas frescas, maduras y crudas de la estación.
“Salió el Sembrador a sembrar. Sembró todo el día y la noche lo halló aún con las manos llenas de semillas.
Sembraba tranquilo, sin pensar en la cosecha, porque mucho había recogido de lo que otros sembraron”. Cora Coralina
Las semillas oleaginosas son reservatorios perfectos de energía telúrica (de la Tierra), proporcionando muchos elementos del reino mineral, enraizamiento y bases estructurales.
Las frutas son reservatorios perfectos de energías solar y cósmica, favoreciendo nuestra fluidez, desintoxicación y levedad + dulzura del Ser.
¿Podemos tener este combustible TOP QUALITY, desde jóvenes, diariamente? ¿Aunque nuestro poder adquisitivo sea bajo?
No sé en otros países, pero en el Brasil puedo contestar con un grandioso SÍ. Un país tropical donde hay frutas de la estación durante todo el año, incluso en los patios y aceras de todas las ciudades.
Desgraciadamente, cuanto más pobre es la comunidad, menos árboles plantan, menos eco-sostenibles son. Con todo, basta que surja una ONG, una organización social en esta comunidad, y rápidamente se materializan las huertas y pomares para generar nutrición y crecimiento, sostenibles… ¡en todos los sentidos!
Otra noticia buena: el Brasil es rico en semillas oleaginosas como girasol, sésamo, castañas de anacardo y nueces del Brasil, linaza e incluso nueces como la pecana y la nuez de Australia. En los estados más pobres del nordeste brasileño es precisamente donde abundan las castañas, el cacahuete y el sésamo. En el sur y sudeste, tenemos el girasol, la linaza y las nueces del Brasil. Y en el centro-oeste se está verificando la valoración de las semillas del cerrado, como es el caso de la semilla de barú, la mini castaña de anacardo entre muchas.
Pese a todo, a ricos y pobres les falta la visión y el buen hábito de USAR y consumir BUENOS COMBUSTIBLES, que proporcionan buenas condiciones de disposición, de vitalidad existencial, juventud interna neta y de mantenimiento de la salud del cerebro y organismo como un todo.
Si el cerebro es como una pila electroquímica, ¿qué eliges ser: una pila “made in Taiwan” o una “pila Duracel” ?
Así como el uso constante de un combustible de baja calidad daña un motor y reduce su vida útil, las malas costumbres alimentarias resultan en el mismo final desdichado… Incluso, observa cuán loco es el organismo:
Con la edad, estas malas costumbres reducen la capacidad del ser humano DE SENTIR SED y mantenerse mínimamente hidratado para el buen funcionamiento del cerebro y sus importantes sinapsis.
La buena noticia es que el cerebro humano tiene una capacidad notable de regenerarse y reconstruirse: modifica tu forma de alimentarte, sustituye tu combustible… y rápidamente percibirás cambios en tu desempeño global.
Luis A. Weber Salvi comenta: he buscado demostrar, por medio de obras como “El Evangelio de la Naturaleza”, y “Los Frutos del Paraíso” (editora Agartha), que “el ser humano es frugívoro por esencia, vegetariano por extensión y omnívoro por adaptación”. Su carácter aparentemente omnívoro se debe más a su libre albedrío que propiamente a su naturaleza intrínseca.
La ciencia de la balística enseña que para dar en el blanco hemos de mirar más allá (por encima) de él. El blanco es ser vegetariano (lo “real”), y el punto de mira es ser frugívoro(lo “ideal”). ¡Felices los que pueden alcanzar el ideal áureo, pero si al menos se puede buscar y vivir lo real (y no lo infernal), nada más irá tan mal!