Daime, ¡un viaje y encuentros!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 06/02/2015 11:10:02
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
No conozco el Santo Daime, no he tomado el té y nunca he participado en el ritual. Algunas clientas lo han tomado y me han contado algo sobre lo que han sentido. Lo oía y lo aceptaba, porque respeto su iniciativa. Yo digo siempre que tú debes responsabilizarte por las búsquedas y tener conciencia de que donde estés, estarás comprometiéndote con lo que se hace allí. E incentivo que investigar puede ser una buena aventura. Roberto Crema afirma que “¡náufrago es aquel que teme zambullirse!”
Talita vino a mi sala, buscando apoyo para su hijo Théo, pues él lloraba mucho, llevándola a la desesperación. Abrí un proceso y le revelé algunas informaciones, le facilité actitudes que le dieron seguridad y paz. Con dos consultas el hijo volvió a lo normal. Pese a todo, ella ha tenido curiosidad, por algunas indicaciones que hice, y decidió, sin pedir mi opinión, ir a una ceremonia del Santo Daime a probar el té.
Después me trajo este testimonio. Le pedí que lo escribiese, para que pudiésemos reflexionar y que su experiencia quedase disponible para todos.
Dice ella, “luego de llegar al local, me sentí muy contenta de estar allí. El trabajo comenzó despacio, la fuerza fue llegando lentamente. Sentí al principio mucha alegría y mucho amor. Pasé por una esfera de fuerte gratitud”.
Sus palabras demuestran que el ambiente y el grupo están en una frecuencia de vibración expresiva y buena.
Recuerdo que en la Penitenciaría del Estado, cuando llevaba a cabo allí actividades espirituales de apoyo y estudios espíritas, yo sentía un ambiente energético muy bueno, semejante y a veces incluso mejor que el que percibía en algunos templos religiosos, centros espíritas, etc.
“Sentía la presencia de todas las personas vibrando por nosotros y percibía la presencia de Dyvia, de Paula (¡muy fuerte! Muy linda, bien clara y sonriente), de Cintia, de Wilson, de Mayi y de Fabi, como coordinando también el trabajo”.
Eso me gusta, esa sensación de amistad, de alegría y de coparticipación en los grupos de actividades espirituales. Reconforta y da seguridad. Me parecen extraños los lugares donde se exige silencio, con placas de que el silencio es una plegaria.
“Fue todo muy leve y agradable. Lo que yo veía y sentía fue siempre desde la perspectiva de observadora, aun con mucho amor y levedad. Y el Daime, era dulce y suave”.
Esa observación, de haber quedado como observadora, es importante. Demuestra que ella no fue dominada por fuerzas invasivas, su espacio/conciencia fue respetado.
En Alfenas – MG – estuve con un parapsicólogo; él hacía regresión a vidas pasadas (única vez que permití tal cosa conmigo). Él estaba acompañado por un sensitivo muy joven y el muchacho era el que buceaba en mi pasado, aportando informaciones que fueron útiles para mi vida. Mi espacio y conciencia fueron plenamente respetados.
“En la segunda dosis, dice la madre de Théo, entré más hondo, tuve varias percepciones y varias imágenes. Algunas ya se perdieron.
Sentí mi espíritu más puro, suave y delicado y pude observar las armaduras y armas que recibí para esta vida, entre ellas mi dureza, mi dedicación al trabajo, mi persistencia, mi obstinación. Eran esas las armas que había elegido para cumplir mi misión en esta vida. Pero vi que no soy eso. Me sentía muy suave y delicada, hasta frágil, mi modo de ser no fue corrompido”.
Curiosa, impresionante y esclarecedora es esa percepción suya. Ella se ve recibiendo herramientas que podrá utilizar en la vida. Y me hablaba siempre, en las consultas, de un impulso hacia el trabajo que no representaba, con fidelidad, el deseo de su alma.
Honoré Balzac, a través de la psicografía de Waldo Vieira, transmitió el libro “Cristo Espera por Ti”. El autor/Espíritu informa de que hay en el mundo espiritual una Psicoteca, que los candidatos al retorno a la vida física pueden visitar para asimilar por proyecciones ideoplásticas las imágenes y la vida de grandes personajes que vivieron en el Planeta Tierra. Y salen de allí impregnados de la fuerza, inteligencia y cualidades amorosas de ellos.
Por lo que se ve, Talita “recibió” en su cuerpo astral/alma esas energías. Pese a todo, ella dice: Pero vi que no soy eso. Me siento muy suave y delicada, hasta frágil. ¡Esa soy yo! Tomé otras dosis y fui entrando más y más. En algún momento me oí diciendo: 'la enfermedad ha llevado a mi hijo', sentí que estaba en otro plano, en otra vida, y percibí que había perdido a Théo un poco mayor de lo que él es hoy.
Era un sufrimiento desmedido. Un sufrimiento tan grande que desbordó para esta vida. Estuve mucho tiempo (en aquella vida y después) inmersa en ese sufrimiento, en ese umbral, sin fe y sintiéndome víctima y culpable”.
Con esa experiencia, ella me dice que ahora entiende por qué siente todavía ese sufrimiento con él, porque no soporta verle llorar, por qué no es capaz de concebir la idea de que él tenga que sufrir o sentir dolor.
Ha adquirido la comprensión del por qué de ese proceso de encarnarse él ahora. Ha sentido la impotencia de la otra vida, y ve la razón de su incapacidad ante la maternidad y en asumir esa función.
“Mi corazón se cerró en el pasado, dice ella. Pero sentí todo eso muy levemente y a distancia. Percibí la alegría de tener la oportunidad que tanto había rogado de recibirlo a él de nuevo y de hacer las cosas de modo diferente”.
“Yo he venido fuerte y él ha venido fuerte. Madre e hijo hemos venido para hacerlo suceder esta vez. Sentí que toda mi trayectoria de vida, de tener mis triunfos, mi vida estabilizada, Héctor a mi lado como apoyatura, son para recibirlo y que sea diferente esta vez”.
“También sentí que tenemos que amarnos y construir una vida juntos, pero sin ser únicos para nosotros mismos”. Qué visión extraordinaria, esa. Es la esencia del amar/amarse, que no agobia ni oprime.
“El que yo tenga mi trabajo y mi carrera forma parte de mi misión y vamos a construir nuestra vida juntos, pero con autonomía. Eso será un reto”. Es realmente un gran reto, vivir juntos, entremezclando metas y caminos, sin perder la propia identidad ni deshacer los derechos del compañero.
Sentí que me fue revelado solamente lo necesario para comprender lo que está sucediendo y seguir adelante, con fe y gratitud por esa nueva oportunidad”.
Esta información es importante. ¡El proceso del Daime reveló exactamente lo que ella necesitaba saber! Nada de curiosidad. Era la búsqueda sincera de un alma aflicta. ¡Y la respuesta de Dios, por el Daime, vino clara y justa!
“Mis noches y sueños han cobrado nuevo vigor en estos últimos días. Llenos de alegría y música. Me encuentro con Mayi, reímos y danzamos. Théo todavía está procesando, noto que él también está tocado. Ha tenido diarrea el viernes y el sábado. Estamos charlando mucho sobre todo eso. Percibo que el trabajo aún está cerrándose y necesito acordarme de tener fe y estar atenta para cumplir esa misión, sintiendo nuevamente todo el amor y la gratitud!
También es importante mantener la conexión para continuar el trabajo de sanación para mí y para Théo, con toda la red de apoyo que tenemos. ¡Me he sentido muy bendecida al ver todos los amigos que nos están ayudando!”
Como se ve, el proceso ha causado una sanación expresiva. Claro, ella va a tener las dificultades naturales de la vida, como madre, esposa y mujer. Las informaciones y percepciones, sin embargo, serán siempre señalizaciones importantes para que ella viva con discernimiento, coraje y alegría en el corazón.
¡Lo que importa es cómo caminas! Dice Catalina de Siena: ¡El camino es el cielo!