De vuelta del exilio de si mismo
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 26/03/2008 14:14:48
Traducción de Teresa - [email protected]
He abordado cuestiones emergentes sobre situaciones y personas que llegan a un punto crucial de sus vidas y que, al revisar sus contenidos anteriores para obtener desempeño favorable en el contexto actual de realidad, la mayoría de las veces poco encuentran de significativo.
He recibido algunos e-mails donde se me ha cuestionado la validez o no de todas las vivencias anteriores. Si nada habría valido la pena o si sería oportuno que dejásemos atrás inclusive amigos y personas afines en este importante período de renovación interior.
Percibo que la cuestión aquí se vuelve mucho más profunda que la simple apariencia. Las revisiones hechas en estos momentos aún de plena transformación, fatalmente habrán de entreverar los vicios emocionales que todos nosotros, los humanos, estamos predestinados a recorrer…
Son lugares de nosotros mismos donde nos reconocemos como identidades, pero que en este momento dejan de tener el sentido anterior de lo que significa Ser. Lo que suele ocurrir es que, si caemos nuevamente en estos patrones, pero con la diferencia de estar más conscientes acerca de nosotros mismos y mucho más lúcidos sobre algunos tipos estandarizados de funcionamiento, inmediatamente y gracias a la incorruptibilidad que este tipo de adquisición consciencial promueve, desistimos de apegarnos a todo cuanto pueda tener significado de cáscara sin ningún contenido.
Entramos entonces en una segunda etapa, ahora ya más pacificados dentro de ese supuesto estado caótico, en la cual percibimos que estamos llegando a un lugar de tierra firme, definitivamente volviendo del exilio de nosotros mismos.
Debido a la propia experiencia de mutación, sabemos que este supuesto lugar de tierra firme nada más es que el encuentro/sensación con nuestra propia esencia. Pero lo fundamental de todo ese movimiento es poder entrar en contacto con la inequívoca percepción del rumbo de nuestra vida, y con nuestras más profundas cuestiones existenciales que siempre han estado en el interior de cada uno de nosotros…
Estamos predestinados a la ignorancia. Permanecemos como si estuviésemos exiliados de nosotros mismos siempre que, ciegos, nos dirigimos por dogmas que nos son inculcados durante nuestras vidas, sin cuestionamiento alguno. Figurando que todo este tipo estandarizado de cultura de momento que nos es sabiamente inculcado, fuese todo nuestro norte existencial. Qué engaño… Todos sabemos que hay mucho más de nosotros por desvendar, siempre.
Al retornar de este tipo de exilio de nosotros mismos, podremos rescatar aprendizajes a beneficio de comprender qué cosa hace que de hecho nos sintamos vivos, qué nos hace sentir que nuestro pasar por este planeta ha valido la pena.
Tenemos además la oportunidad de volver apenas con nuestro vestuario escogido, abriendo espacio para efectivamente desarrollar nuestros aspectos creativos por elección lúcida, basados tan sólo en función del placer genuino y no en la distorsión del mismo.
Al leer este texto, todo puede parecer muy sencillo y hasta teórico, pero tan sólo la persona que vive este asunto o vislumbra una gran transformación en su existencia puede comprender el profundo significado de los términos expuestos.
Este tipo de jornada es el resultado de una larga travesía en el sentido de hacerse consciente de todo cuanto se ha asimilado, lo cual servirá a los “nuevos” propósitos y para efectivamente descifrar y extirpar, de forma definitiva, patrones viciados de comportamientos que en esencia no nos conducen a lugar alguno.
A la vuelta del exilio, entramos en contacto con lo que sabiamente el físico Amit Gowsami denomina causación descendente.
Esta es la jornada del alma a la búsqueda de reconocimiento y validación sobre si misma a través de actos creativos y nunca de una vida monótona y repetitiva, que significa la verdadera muerte, aunque permanezcamos encarnados por aquí.
Para finalizar, considero que sólo y apenas con este tipo de encuentro con nosotros mismos es como estaremos habilitados para crear las realidades que deseemos. Ello porque el deseo será de causación descendente. Por tanto, genuino del alma y no comprado por lo que es interesante en el mercado del momento.
