¡Di que no al drama!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/04/2011 19:04:37
por Maria Silvia Orlovas - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿A quién le gusta tener problemas? Ciertamente la respuesta a esa pregunta viene al unísono: nadie. Porque de hecho nadie quiere tener problemas, o tener que enfrentarse a desafíos, y cada uno de nosotros intenta a su manera cambiar las cosas; por cierto, mucha gente viene a la vida espiritual intentando aliviar sus cuestiones complicadas. Ese es el famoso camino por el dolor.
De hecho, a menudo el dolor enseña. Personalmente, no predico el sufrimiento como camino, pero he de estar de acuerdo en que las personas se transforman cuando toman conciencia de su poder frente a las adversidades.
La semana pasada ocurrió una nueva coincidencia interesante en mi trabajo. Como soy terapeuta de Vidas Pasadas y trabajo con la expansión de la conciencia, aprendo mucho con las lecciones de mis clientes y el tema de la semana fue justamente huir de los problemas.
Cada una de las personas que acudía a mí se había enfrentado a situaciones bastante difíciles en vidas pasadas y de alguna forma había rehuido esas cuestiones.
Lucimara abandonó a su marido y se marchó a vivir con otro hombre, dejando también familia y amigos. Rubén se alejó de padres y hermanos porque se sentía incomprendido, acabó haciendo su vida lejos y nunca más visitó a sus parientes; sin embargo, encerrado en el sufrimiento, no maduró sus cuestiones emocionales y no rehízo su vida afectiva. Jordana, criada por un padre muy autoritario, continuó su vida sujeta a un perfeccionismo que también la alejó de las personas, pues ella se volvió extremadamente exigente con los demás.
Fueron varios casos diferentes de personas que quedaron presas en los problemas, sin crecer, sin aprender con los desafíos. Pues el camino de cada uno de nosotros hacia la curación, por más difíciles y complicadas que puedan parecer nuestras cuestiones, es justamente enfrentarnos al problema cara a cara. Si tienes un matrimonio infeliz y quieres concederte otra oportunidad en el amor, muy bien. Hazlo, ábrete, continúa caminando, pero pon fin a tus cuestiones con honestidad y conciencia. No huyas, no te mientas a ti mismo, no traiciones tus ideales.
Si tienes una familia complicada, padres negativos, exigentes, o una convivencia sin mucha comprensión o amor, cambia esto, no sigas adelante con ese comportamiento. Tú puedes cambiar, puedes convertirte en una persona más leve, más amorosa y comprensiva. No por haber nacido en un ambiente complicado has de cargar con esa complicación como una herencia negativa para siempre. Tú puedes cambiar.
Si naciste en un hogar humilde, sin oportunidades de educación, y has conseguido vencer, ¡te felicito! Intenta ver que el universo puede traer cosas diferentes de los límites mentales. Tú puedes hacer tu vida de manera diferente, y enfrentarte a los desafíos con amor y coraje en esta vida. Encerrarte en el sufrimiento, escapar a ese reto tratando todo el tiempo de tapar el sol con un tamiz, intentando conciliar sin sufrir, no va a salir bien. Por cierto, amigo, no tengas miedo al sufrimiento, porque las cosas pasan. Escapar de los problemas no funciona, pero decir “no” al drama es fundamental para conseguir pensar y actuar con claridad.
Cuando dices “no” al drama, no dejándote consumir por las cosas malas del día a día, ciertamente encontrarás fuerza y luz dentro de ti mismo para enfrentarte a cualquier desafío.
