Menu

Edades

por Wagner Borges em STUM WORLD
Atualizado em 10/03/2010 13:49:01


Traducción de Teresa - [email protected]

Cada persona tiene una edad física y una edad espiritual. Por ejemplo, una persona puede tener 30 años de edad física. Sin embargo, sabemos que, como espíritu, ella puede tener trillones de años, pues ya preexistía antes del nacimiento físico.

Luego, un bebé es un ex adulto con trillones de años de evolución y algunos meses de edad física. En cambio, un viejito es un ex niño con varios años de edad física, que está en la inminencia de ser, nuevamente, el niño-adulto-espíritu de trillones de años espirituales, cuando la muerte lo llame de vuelta a la cronología cósmica.

Y, así, el viejo ex niño y el niño ex adulto se mueven al ritmo de la reencarnación, bajo la batuta del Creador, a quien los niños llaman “Papá del Cielo”, y los viejitos llaman Dios, Alá, Brahma, Jehová, Tupan y otros.

Pero en el plano espiritual el Creador es llamado “Viejo-Niño”; viejo porque es la sabiduría eterna; niño porque es la esperanza renovada en cada experiencia y tiene siempre alguna novedad para ofrecer a los espíritus en evolución. Y, sobre todo, porque tiene siempre la sonrisa tierna del niño y la madurez del anciano en cada mirada.

EDADES II

Existe una vejez que nadie nota.
Y no tiene nada que ver con la edad del cuerpo.
¡Es un estado de conciencia!
Cuando permitimos pensamientos viejos y enmohecidos en nuestra mente, envejecemos realmente…
Y, cuando dejamos que las emociones extrañas se hagan dueñas de nuestra vida,
destruimos nuestro equilibrio y detonamos el corazón.
Sí, nosotros envejecemos por dentro, cuando olvidamos lo que somos verdaderamente. Y nuestros semblantes se vuelven cargados, con independencia de la edad del cuerpo.
Por eso hay jóvenes con expresión envejecida; y ancianos con expresión creativa y divertida, contemplando la vida como niños.
Ah, nosotros envejecemos mucho cuando nos ponemos tristes y distantes de nosotros mismos.
Entonces, necesitamos bucear muy profundamente en nosotros mismos, para reconocer la Luz del Eterno que habita en nuestro corazón.
¡Somos consciencias espirituales! Siempre lo hemos sido; siempre lo seremos…
Somos destellos vivos de un Gran Amor.
En este momento estamos integrados en un cuerpo de arcilla, que nos ha sido prestado por la Madre Tierra, para nuestro aprendizaje y evolución.
Pero no tenemos edad alguna; porque somos imperecederos y sólo entramos y salimos de los cuerpos transitorios.
No nacemos ni morimos; solo entramos y salimos de los cuerpos que son pedacitos vivos de la Madre Tierra, que de Ella surgen, y a Ella retornan, en sus ciclos vitales.
Y también envejecemos cuando no tratamos bien el envoltorio de arcilla que Ella nos presta con tanto cariño.
Y también cuando actuamos con ingratitud…
Ah, nosotros envejecemos cuando no respetamos a los otros, a la Madre Tierra, y a nosotros mismos. Y esto no tiene nada que ver con la edad del cuerpo, sino con aquello que albergamos dentro de nuestro corazón.
Nosotros somos más de lo que imaginamos. Somos la luz de las estrellas en la carne; hemos bajado del Cielo para dar brillo a un cuerpo de arcilla y dejar huellas luminosas en la piel de la Madre Tierra.
Hemos venido de tan lejos… Entonces, ¿por qué, a veces, procedemos de forma tan extraña y nos ponemos envejecidos por dentro?
Ah ¿por qué nos olvidamos de la luz que habita en nuestro corazón?
Hemos venido de un Gran Amor… Entonces, renovemos nuestros sueños y disposiciones, que no tienen edad alguna.
Cada día es una bendición, y fuente de eterno recomenzar…
No somos machos o hembras, altos o bajos, ni jóvenes o viejos.
Somos lo Eterno; lo Infinito; y hemos venido de tan lejos…
Sí, hemos venido a traer la luz estelar para la Madre Tierra.
Mientras que Ella nos presta el cuerpo, nosotros le traemos el brillo universal, porque somos espíritus. ¡Somos destellos vivos del Supremo!
Cuando reímos, renovamos la expresión del rostro; y, cuando amamos realmente, sin ilusiones o tonterías, nuestros ojos se convierten en pequeños soles.
Ah, nosotros somos más de lo que pensamos. Y hemos venido de tan lejos…
Entonces, que nuestros pensamientos y sentimientos sean siempre luminosos.
Estamos aquí por un motivo. Pero jamás lo descubriremos por las vías de la mente racional. Ni con el pasar de los años en la carne; ni tampoco con todo el conocimiento del mundo.
No obstante, una parte de nosotros comprende el misterio.
Sí, aquella parte que habita en nuestro corazón. Aquella que es la verdadera esencia espiritual. Esa luz, que ha venido de tan lejos… Desde el Infinito Celeste.
A causa de un Gran Amor, que no tiene edad alguna.
Esa luz somos nosotros mismos. Entonces, vamos a asumirla. Seamos felices, aquí y ahora.
Ah, hemos venido de tan lejos… Entonces, hagamos que valga la pena.

Con Amor y Gratitud.
Paz y Luz.

- Wagner Borges – 48 años de ‘encuadernación’, pero con la eternidad en el corazón y el brillo infinito en los ojos…


estamos online   Facebook   E-mail   Whatsapp

Gostou?   Sim   Não  
starstarstarstarstar Avaliação: 5 | Votos: 1


Leia Também

Idades


wb
Wagner Borges é pesquisador, conferencista e instrutor de cursos de Projeciologia e autor dos livros Viagem Espiritual 1, 2 e 3 entre outros.
Visite seu Site e confira a entrevista.
Visite o Site do Autor

Saiba mais sobre você!
Descubra sobre STUM WORLD clicando aqui.

Deixe seus comentários:



Veja também

As opiniões expressas no artigo são de responsabilidade do autor. O Site não se responsabiliza por quaisquer prestações de serviços de terceiros.


 


Siga-nos:
                 


© Copyright 2000-2024 SomosTodosUM - O SEU SITE DE AUTOCONHECIMENTO. Todos os direitos reservados. Política de Privacidade - Site Parceiro do UOL Universa