El Amor que Somos
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 12/12/2019 13:29:13
por Maria Cristina - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Frente al mar tan azul, con matices de verde, lleno de manchas blancas que van y vienen, suspirando una brisa suave que nos acaricia... ¡No hay modo de no sentir el Amor que nos ha creado!
Tocados por alguien que nos ama con ardor y gentileza, por quien sentimos el mismo dulce sentimiento, ¡no podemos dejar de creer en este Amor que nos alimenta todo el tiempo y que es al mismo tiempo vida actual y despedida!
Contemplando las flores coloridas que se abren sin exigencias, que perfuman el ambiente de su entorno y que nos ponen en armonía con nuestra belleza interior, ¡vivimos este Amor!
En un momento de silencio, compartido con alguien que nos percibe intensamente y con quien tenemos una afinidad muy grande, ¡entramos en contacto profundo con este Amor!
En la sonrisa de un niño, puro y entregado al momento de alegría que está pasando, en un apretón de manos sincero y cariñoso, en una mirada que dice mucho, ¡vivenciamos momentos de verdadero Amor!
Cuando nos llegan los problemas , de difícil solución, haciéndonos estar inquietos y alterando nuestras emociones, es buscando este Amor como podemos armonizarnos, para seguir adelante, incluso más conscientes.
Cuando falta el pan de cada día, cuando vivenciamos la partida nostálgica de un corazón amigo, en toda suerte de carencias, ¡solo este Amor puede alimentarnos!
En las victorias de hijos que hemos ayudado a nacer y en las lágrimas de alegría que tantas veces hemos dejado rodar, ¡el Amor se muestra actuante, exultante!
En la ausencia de una compañía que ocupe un lugar importante a nuestro lado, cuando echamos de menos un toque amigo y caluroso que nos conforte, ¡este Amor se muestra presente en nosotros, demostrando que la soledad no existe para todo aquel que se reconoce fruto de Él!
Cuando, por la razón que fuese, todo se vuelve oscuro en torno a nosotros, el Amor es aquella Luz que surge en nuestra conciencia, ¡y trae consigo la Esperanza de momentos mejores un poco más adelante!
El Amor, en fin, es embriagador, envolvente, sereno, tierno, nutridor, es fuerza y entrega, es la paz que gana guerras. Viviendo en Él jamás nos dejaremos abatir durante mucho tiempo.
El Amor promueve un contacto visceral, profundo, enriquecedor; nuestro verdadero matrimonio, nuestro aliento vital, muy fácil de hacerse, ¡pues Amar es Vivir!
Solo no conoce este Amor quien está muerto, aunque todavía siga en un cuerpo de carne. Esta persona puede respirar, pero no siente el soplo de la vida que entra y sale de ella, no se reconoce, no comprende todavía qué es lo que hace por aquí, quién es y hacia dónde se dirige.
En este jardín interior que cada uno de nosotros tiene en sí mismo, a todo instante el Amor busca podar hojas secas y hierbas dañinas - a través del perdón, de la comprensión, de la paciencia, del silencio de las ofensas, de la gentileza... Las ganancias que logramos ahí se exteriorizan rápidamente en nuestras vidas.
El Amor, en nosotros, cuánto más vivo sea, de más ayuda es para el Todo. ¡Cuánto más amamos, más nos integramos en el Uno que Somos!