El Camino - Parte 7 – Final
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 24/08/2008 13:22:30
Traducción de Teresa - [email protected]
Hemos llegado al final de la jornada, el último nivel de conciencia en que la dualidad finalmente ha sido vencida y la unión con lo divino ha sido alcanzada.
Y entonces viene El Séptimo Valle, que es el último, el definitivo, el valle de los himnos, el valle de la celebración.
Renacimiento y resurrección tienen lugar en el séptimo valle. Es ese el significado de la idea cristiana de la resurrección – que Cristo ha renacido, ha renacido en un cuerpo de gloria, ha renacido en un cuerpo de luz, ha renacido en un cuerpo divino. Ahora, no hay positivo, no hay negativo. Ahora, no hay dualidad. Uno es uno. La unidad ha surgido – eso a que los hindúes llaman adwaita. Lo dual ha desaparecido. Hemos llegado a casa.
El valle de los himnos... Al-Ghazzali le ha dado un bonito nombre. Nada ha quedado – apenas una canción, una canción de celebración, de alabanza a Dios, total éxtasis. Es a esto a lo que llamo orgasmo definitivo.
Si yo fuese a darle un nombre a este valle, le llamaría valle del orgasmo total. Hay apenas celebración.
Hemos florecido, florecemos. La fragancia ha sido liberada. Ahora, ya no hay lugar alguno a donde ir. El hombre se ha vuelto aquello que estaba buscando, intentando, luchando.
El hombre es una paradoja. Él no es lo que es. Pero, el día en que comprendas lo definitivo, sentirás surgir una sonrisa en tu propio corazón, porque entonces sabrás que siempre has sido eso. Era apenas desconocido. El futuro estaba contenido en ti, escondido. Has tenido que descubrirlo. Estos siete valles son los valles del descubrimiento.
Este es un lindo mapa. Es el mapa sufí.”
Osho, The People of the Path
- En las últimas semanas hemos acompañado el maravilloso texto que Osho nos ha revelado, sobre la jornada del hombre para retornar a la unidad, reencontrando su verdadera esencia. A muchos, este camino podrá parecerles apenas poético, pero totalmente desconectado de la realidad práctica.
No obstante, si sabemos meditar acerca de cada uno de los valles que el Maestro menciona e identificar en él situaciones comunes a nuestro día-a-día, podremos encontrar respuestas que nos ayuden a asumir una nueva postura frente a los problemas y dificultades, actitud imprescindible si deseamos alcanzar equilibrio, sabiduría y serenidad.
Visto que estos estados interiores son, de un modo general, buscados por la mayoría de los seres humanos, podemos cuestionarnos cómo hacer para vencer las dificultades que nos separan de la serenidad que tanto anhelamos.
La respuesta es una sola, única e incuestionable: meditar. La meditación es la vía que nos llevará al encuentro del amor, de la felicidad y de la paz que tanto deseamos. Este siempre ha sido el principal tema de las enseñanzas de Osho. Cada vez que mencionaba las transformaciones que el hombre habría de emprender en si mismo, reafirmaba, al mismo tiempo, que el camino para alcanzar este objetivo era la meditación. No la meditación esporádica, hecha de vez en cuando, sin cualquier disciplina o constancia.
Sino aquella que se convierte en una práctica permanente en la vida, como cualquier otra necesidad básica de la existencia. Sin esto, seguiremos vagando en busca de soluciones mágicas, de respuestas milagrosas y artificios que no nos aportarán la verdadera sabiduría.
Ir en busca de las respuestas que existen dentro de nosotros, exige que nos volvamos hacia nuestro interior con dedicación y esfuerzo. La recompensa para aquellos que emprendan el viaje es el éxtasis que solamente el encuentro con el verdadero Ser puede proporcionar.