El Espiritismo y los Espíritas
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 18/01/2009 15:41:14
por Luciano Américo - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Qué es ser espírita? ¿Qué significa eso? ¿Hay un significado especial en ser espírita?
Debemos, como siempre, precavernos contra el peligro de la rotulación que nos desvía del fondo verdadero de la doctrina. ¿Qué aprendemos con y a través del espiritismo? La caridad es el foco central de la doctrina espírita, por ser su condición básica la comprensión del sentimiento que debe ligarnos a los demás seres humanos que es el amor incondicional, fundado en la luz que invade el cosmos, emanada del ser supremo, de la cual soportamos lo que nuestra capacidad vibratoria permite y tenemos necesidad de distribuirla de todas las formas que seamos capaces.
Pero ¿es eso “privilegio” de espíritas? Todas las doctrinas religiosas idóneas ¿no proclaman la misma realidad y sugieren el sentimiento de unión entre familiares, vecinos, pueblos, naciones y el mundo entero? El amor filial a Dios y fraterno a todos los hermanos es precepto transmitido a todos los pueblos por todas las ramificaciones religiosas.
Entendido esto, podemos mejor conceptuar qué es ser espírita y qué es el espiritismo.
Espiritismo es la denominación dada por Allan Kardec al conjunto de enseñanzas transmitidas por los Espíritus encargados de develar a los hombres, sobre todo de la parte de la civilización conocida como occidental, lo que de algún modo ha quedado oscuro en las lecciones dejadas por Jesús. El momento era apropiado, pues disponíamos de conocimientos que nos faltaban en la época en que él nos enseñó y eran necesarios para la comprensión completa.
¿Comprensión completa? ¿Tenemos esa comprensión hoy? Si observamos la habitación terrestre como un todo, veremos que muchos entre nosotros permanecen tan obtusos y egoístas como en aquel tiempo. Aun reencarnándose varias veces desde entonces, teniendo a disposición las lecciones de la vida y del propio cristianismo, de las cuales se vive escapando por renegar nuestras pasiones terrenas, de las cuales nos cuesta desgajarnos por no tener todavía ojos de ver cosas inmensamente mejores que lo que nos presenta la vida material con sus atractivos fútiles.
Mientras que el Espiritismo ha venido y se ha quedado para recordar y mejor conocer las lecciones del amoroso rabí, nosotros, los espíritas, aún luchamos tenazmente contra nuestras resistencias internas, aún muchos rezamos la cartilla del amor y la caridad sólo por fuera y, como los fariseos, actuamos interiormente según nuestras tendencias inferiores.
Siempre ha sido así, en todos los tiempos, bajo todos los maestros, bajo todas las doctrinas. Un día, está escrito en las estrellas, pues ellas nos dicen esto todo el tiempo, formaremos un corro maravilloso y unísono bajo la regencia de nuestro querido rabí, juntamente con todos los que han sido, en todos los tiempos y lugares, espíritus de luz venidos para enseñarnos más de cerca. Y la paz ya no será una promesa del porvenir sino luminiscente realidad.