El exceso de tareas genera parálisis
por Bel Cesar em STUM WORLDAtualizado em 23/11/2008 15:42:22
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Quién no conoce la sensación de estar continuamente dando el callo entre una tarea y otra? Nuestra mente, perseguida por los quehaceres, pone el verbo tengo que al comienzo de cada pensamiento…
Parece que hasta para respirar es preciso acordarse. ¡No es broma: cuando estamos ansiosos, nuestra respiración se vuelve tan superficial e irregular que ni siquiera percibimos que permanecemos durante segundos sin respirar! Por cierto, cuando la respiración es rasa y rápida, el corazón se acelera, la tensión sanguínea sube y fácilmente nos sentimos confusos y ansiosos. No obstante, no siempre notamos esto en nuestra respiración, y simplemente, de hito en hito, llevamos la vida adelante… hasta el momento en que el exceso de tareas por hacer puede llevarnos a la paralización.
Este frenazo forzoso lo describe Robert Ringer en su libro “Acción – nada sucede hasta que algo se mueva” como síndrome de dominación. Él sugiere nueve pasos para superar el bloqueo y volver a movernos y recuperarnos con un flujo natural y saludable. Vale la pena comprobarlos, teniendo en mente tu propia experiencia.
Paso 1: A la primera señal de sensación de dominación, cesa completamente en cualquier actividad física y mental.
Paso 2: Permanece alejado y observa la situación desde una perspectiva distanciada. Esto hace más fácil analizar objetivamente las reales consecuencias adversas – y no imaginadas – de no lograr cumplir un proyecto a tiempo o fracasar en su realización.
Paso 3: Elimina todo lo que no fuese crucial para alcanzar tus objetivos más importantes. Para lograrlo, tendrás que conformarte con que algunas personas queden descontentas de ti, pero no te dejes intimidar. Es importante estar mentalmente preparado para tomar decisiones difíciles, que no necesariamente te convertirán en una persona altamente popular.
Paso 4: No intentes hacerlo todo, tan sólo haz algo. Si no aprendes a saltar una ola de cada vez en la vida, éstas acabarán por dominarte.
Paso 5: Empieza. Es tan sencillo, y sin embargo ese es el problema de sentirse dominado. En algún momento es preciso actuar, y el primer paso es casi siempre el más difícil – y el más crucial.
Paso 6: Concéntrate exclusivamente en el proyecto de mayor prioridad en tu lista, con independencia de lo importantes que puedan ser los otros. Es en este momento cuando has de tener disciplina.
Paso 7: Mantén tu movimiento en un ritmo cómodo. El abordaje frenético no funciona. Robert Ringer se refiere a esto como la “manera lenta y rápida”. Cierta vez oí a un italiano preguntarle a Lama Gangchen qué le parecía el refrán “piano, piano si va lontano” (despacio, despacio, se llega lejos). Contestó: “Prefiero decir, despacio, despacio, rápido se llega lejos”.
Paso 8: No pares hasta acabar. Aprende a tirar el penalti antes de decirle a alguien, especialmente a ti mismo, que has marcado un gol.
Paso 9: Entonces – y sólo entonces –, pasa al proyecto siguiente. Si empiezas con el proyecto siguiente antes de terminar el actual, solamente habrás dado un paso atrás en el síndrome de la dominación.
Bajo el síndrome de la dominación no tenemos tiempo, ni condiciones, para pensar acerca de lo que es, de hecho, importante para nosotros. Por eso es preciso saber parar, a fin de, entonces, saber dónde y cómo actuar.
El budismo resalta que la base para que una acción se convierta en significativa está en la intención con que se practica. Al sintonizarnos con la intención de nuestras acciones, estamos cuidando de nuestra vida a un nivel energético más elevado. Entonces, lo que quiera que hagamos, se convierte en precioso y surge en nosotros el deseo de compartir. Como dijo Lama Gangchen al final de un viaje al Tibet: “Estos días, hemos vivido algo que ya no queremos perder en toda nuestra vida: una memoria energética de momentos totalmente positivos. Por favor, llevemos esta fuerza para realizar algo que sea de beneficio para muchas personas.”