El Final del Karma
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 13/02/2013 15:33:07
por Era de Cristal - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Hemos recibido un correo con las preguntas que siguen y hemos preferido responderlas públicamente, al objeto de posicionarnos en cuanto a una afirmación que hicimos en nuestras charlas presenciales, durante todo el año 2012 y que consta, incluso, en un vídeo disponible en nuestro canal en YouTube. Las preguntas serán divididas únicamente con fines didácticos.
Recordamos además que no nos parece que este sea el momento ideal para discutir tales cuestiones, toda vez que aún lidiamos con los efectos del período de transición (desde la tercera semana de diciembre de 2012 hasta la tercera semana de febrero de 2013) y hay muchas individualizaciones verdaderamente inquietas por todo ese proceso. Para quienes están instalados en el miedo, con independencia de en qué dimensión habiten en este momento, es un enorme desafío contemplar la cuestión desde este nuevo ángulo. Mucho más fácil sería tener el consuelo de poder, como hasta ahora, revivir y reencontrarse, infinitamente, contando con la buena voluntad de todos los implicados y con un enorme esquema del Universo, para “saldar sus deudas”… Pero ya no es así… La responsabilidad, al terminarse el Karma, es mucho mayor que antes. Veamos…
P: En vista de la supresión de la ley del karma y de la ascensión de la ley de la reconciliación, ¿cómo se explican entonces las barbaries humanas que seguirá habiendo, las tragedias, y las anomalías físicas en los cuerpos humanos que continuarán llegando a nuestro planeta?
R: Debemos ver esta cuestión como elección, pura y simplemente. La pauta de la Ley del Karma, hasta hace dos o tres años, definía que todos los implicados en una determinada acción que haya perjudicado a alguna de las partes volverían a encontrarse para ajustar lo ocurrido. El fin de la Ley del Karma sirve únicamente para soltar los lazos entre los seres, nunca para extinguir la acción inicial, dejando así de lado la consecuencia de los actos. Supóngase que A perjudicó a B. B tiene su andadura evolutiva… Quiere superarse en determinado aspecto individual y necesita libertad de acción. Por la Ley del Karma, él, de algún modo, tendría que esperar, temporal y espacialmente, por A, para que nuevamente juntos deshiciesen los malentendidos y se perdonasen. Y aunque B ya hubiese perdonado con anterioridad a A, igualmente se encontrarían, porque para A la situación no estaba resuelta en lo concerniente a lo que él hizo. Ahora, en cambio, las cosas son más objetivas: A perjudicó a B, pero B está libre de A… y A puede recibir la consecuencia de su acto, proveniente de C, D, E, ¡o de todos juntos! Incluso de B, si fuese el caso, pero no OBLIGATORIAMENTE. El fin de la Ley del Karma no extingue las consecuencias, todo lo contrario: libera a los implicados y da a cada cual la medida correcta de justicia, sin que las relaciones necesiten prolongamiento.
¡Debemos recordar también que hay situaciones kármicas positivas! No sólo de daño e injusticia se trataba. Si en una existencia A prestó un gran auxilio a B, en otra, B podría retribuir, siendo esto el apoyo necesario, una camaradería, ¿correcto? A, después de la extinción de la Ley del Karma, puede recibir ayuda y apoyo de cualquier otro, si B no anda por cerca para hacerlo personalmente. El bien, el auxilio, la ayuda, vendrá de cualquier otra parte, todo a la mayor perfección, ¡con gran orden y disponibilidad!
P: Hasta el momento, según la ley del karma, todo eso se justifica por el rescate y la justicia providencial a que todos los seres están sometidos… pero ¿y a partir de ahora? ¿Cómo se justificarán todas esas cosas que continuarán ocurriendo? Por ejemplo, cómo explicar los conflictos bélicos, étnicos, religiosos, políticos, o la intolerancia racial, social, sexual… O entonces, ¿cómo explicar las grandes tragedias, en que están envueltas muchas personas?
R: ¿Cómo podríamos saber cuáles fueron las elecciones individuales de estos grupos que están juntos cuando ocurren las tragedias? ¿Estaban “castigando” a sus familias con el dolor de la pérdida, o estaban siendo “castigados” con la pérdida de la vida? ¿Y si retiramos el aspecto coercitivo de la cuestión y simplemente pensamos que han elegido ese momento? ¿Por qué todo eso ha de tener algo que ver con el Karma, exactamente? Ya nadie tiene que salir del planeta Tierra justificando errores. Y de eso se trata. ¡Nos parece muy claro que en un mundo de 7 billones de habitantes, que eventualmente se juntan en casas, villas, edificios, ciudades, conmemoraciones, etc., cuando algo sucede puede alcanzar a todos, al mismo tiempo! Además, no sólo de individualizaciones humanas está compuesto el planeta Tierra. Todas las formas de existencia son individualizaciones y siendo así están sujetas a los mismos principios.
Pensad en el incendio de un bosque… Hay un bando de capibaras; la familia de Doña Capibara y Don Capibara, con 13 crías, queda acorralada en un barranco. Mueren todos. ¿Fue karma? Antes, podía ser. El plan era que aprendiésemos mediante ensayo, tentativa y error. Ahora, nada de eso es necesario. Tenemos que abrirnos y pensar en elección, en evolución. “Pero hemos pactado antes de nacer...” Pactábamos… Ya no. Lo que A le hizo a B, queda en la cuenta de A, ya no implica a B. B no tiene nada que ver con eso, a no ser que reaccione, se vengue y cree para sí mismo una contra-consecuencia, que a su vez, quedará en su cuenta personal, de individualización. No necesita desviar su camino, naciendo y conviviendo con A para que A “pague su deuda”. La cobranza puede venir de C, D, del fuego, del viento, del mar, de la vecina con la cual nunca se había encontrado jamás en tiempo alguno, en sus existencias. Nos responsabilizamos por nuestros actos y dejamos de implicar a los demás en nuestras crisis de acción. ¡Y si a lo largo del camino vamos perdonando y librándonos de eso en nuestras individualizaciones, entonces sí, estaremos abundantemente libertos!
P: ¿Cómo decir a un padre y a una madre que su hijo está naciendo sin cerebro, o sin algún órgano, porque viene a este mundo para expiar cierta falta de una encarnación anterior? Están de acuerdo en que todo esto sucede por algún motivo y hasta entonces la ley del karma aportaba una explicación que es justamente el rescate. ¿Y ahora? ¿Cómo justifica la Ley de la Reconciliación estos acontecimientos que siguen y seguirán produciéndose?
R: Pues bien, aquí son dos los conceptos. No es la Ley de la Reconciliación, únicamente, lo que explica el nacimiento de seres diferentes del modelo esperado. La Ley Universal, la primera, ya habla de esto y nos lleva a comprender que se trata de formas diferenciadas de individualización, que tienen todas las condiciones para crecer y evolucionar, independientemente de la “forma” que hayan elegido:Conocimiento y consciencia de que cada ser existente recibe del Universo todas las condiciones para desarrollarse con pleno potencial, para crecer y para disfrutar, independientemente de su forma de individualización.
Poner las deficiencias en la cuenta del Karma ya no es posible. Para ello, y ahora sí, la Ley de la Reconciliación orienta e ilumina la cuestión:
Todas las individualizaciones, en sus vastas formas de existencia, deben unificar sus semejanzas y reducir sus diferencias entre sí.
Este es un decreto, y lo único necesario para que comprendamos que ahora, sin la Ley del Karma, nuestra existencia en una dimensión debe estar pautada por el equilibrio: lo que yo tengo de igual al otro, lo aumento, lo fortalezco, lo amplío, lo valorizo; lo diferente, lo reduzco, lo relevo, lo dejo de lado, lo respeto, lo entiendo.
¿Por qué tendría que ser así? ¡Porque podemos no tener, nunca más, la ocasión de encontrarnos, toda vez que no hay necesidad kármica de ello! Mientras estemos juntos, ampliemos lo igual, lo que hace bien a nuestra convivencia, y dejemos de lado lo que nos separa.
Así, con la seguridad de que tú y yo hemos vivido lo mejor que nos fue posible, podemos seguir nuestros caminos individualizados, y quién sabe compartir otra nueva existencia, o no. Pero nunca más seremos verdugos o cobradores unos de otros, ni tampoco, por otra parte, tendremos que esperar por el que viene detrás, para darle la oportunidad de redimirse. Todos, en lo sucesivo, hemos de tener por seguro que la responsabilidad ha aumentado. Hemos “crecido” tanto que el Karma ya no es el profesor, y causa y consecuencia vienen de todas partes, indistintamente, para lo que es positivo y para lo que no lo es.
Puede que estés pensando, en este momento: “Entonces, ¿ya no voy a existir en una familia con la cual tengo deudas, o pactos, sean buenos o malos?” ¡No! Las elecciones se llevarán a cabo según la afinidad y el tipo de experiencia que necesita determinada individualización para evolucionar. El Amor es el motivo, ¡y no el dolor! “¿Serán relaciones perfectas?” Deberán serlo. Aunque para ello es preciso que limpiemos las pautas transmitidas a lo largo de tantas generaciones. La transmisión de esos conceptos, de padre para hijo, a lo largo de la línea del tiempo de la tercera dimensión, será responsable por el gran cambio. Miremos al otro como ser al que amamos y hemos elegido para acompañarnos en la andadura y no como un “obstáculo que franquear… aprenderé a vivir con él… perdonaré y seré perdonado…” Mira, pues, ¡qué diferencia incalculable!
El fin de la Ley del Karma es una bendición para aquellos que están ocupados en evolucionar, y es la seguridad de que tenemos que responsabilizarnos sin servirnos de otras existencias como peldaños. Forma parte del plan perfecto de crecimiento para los habitantes de este planeta: “¿eres capaz de vivir en armonía con los demás seres? ¡Este es lugar para ti! ¿No sabes cómo relacionarte? Bueno... hay otros lugares más adecuados, ni peores, ni mejores, sino adecuados para tu fase de desarrollo”.
De planeta de pruebas y expiaciones hemos pasado a un lugar de pleno desarrollo de potenciales. ¿Vamos, como civilización, a dejar de cometer atrocidades de la noche a la mañana?
No nos parece probable… Pese a todo, con el paso de las generaciones, la depuración se llevará a cabo y, únicamente por eso los lazos kármicos ya no son posibles, puesto que en caso contrario nadie saldría de aquí ¿no es cierto? Permaneceríamos en la rueda kármica, esperando a que llegasen todos al mismo objetivo. ¡Llegaremos! Pero respecto de las conquistas de las individualizaciones, liberaremos espacios de crecimiento para evolución y aquellos que no se acomoden a eso no constituirán obstáculo para los demás.
¡Sé Luz!
* Nos gustaría agradecer a tantos otros que a lo largo de estos meses han hecho preguntas sobre el tema. Como hemos dicho al principio, estábamos esperando el final de la activación para dedicarnos a esclarecer la cuestión, pero el volumen de peticiones es tan grande, que no hemos tenido otra alternativa más que plantear objetivamente el caso. A todos los que nos hacen la pregunta: “¿Por qué mi maestro, gurú, guía, orientador espiritual, no me ha dicho nada sobre eso aún?” Nuestra conclusión… “¡son más sensatos que nosotros y tienen ciencia de que este asunto es uno de los más polémicos de todo el proceso de evolución de este ciclo y ocasionará más ataques que agradecimientos!!!” Por ello, aguardad a que la energía del planeta se estabilice y se pueda, con tranquilidad, abordar el asunto, si bien hay varios trabajos más que serios, hechos por personas también más que conocidas y dignas de confianza, que ya exploran la cuestión, desde 2010. Sugerimos que se emplee ese tiempo – hasta finales de febrero de 2013 – para reflexionar sobre ello y situarse en el punto exacto de energía total, a fin de beneficiarse, en el camino evolutivo, de este nuevo paradigma. Siempre, y principalmente en lo que atañe a esto, ¡Sé Luz!
