El hambre no tiene moral y el estómago no tiene ética
por Miriam Carvalho em STUM WORLDAtualizado em 22/01/2010 14:22:51
Traducción de Teresa - [email protected]
Buscar el crecimiento y la evolución ha de ser una constante en la vida de todas las personas. Pero ese crecimiento evolutivo no está ligado al poder, a la posesión, al control de un determinado mercado o de otros pueblos o razas.
La naturaleza es un autoservicio que suple a la humanidad en igualdad de condiciones, sin que importe la clase social. El Sol, expresión de la vida, soplo vital de la existencia humana, brilla para todos sin distinción.
Somos espíritu viviendo una experiencia de materia y, por tanto, el planeta en que estamos, simplemente de paso, ha de ser cuidado, reverenciado, amado y respetado con cariño.
“Cada uno de nosotros visita la tierra involuntariamente, sin haber sido invitado, para mí es suficiente preguntarme por sus secretos. – Albert Einstein”
EL PODER MÁXIMO de la existencia humana es la naturaleza.
Herida, podría rebelarse.
Contemplamos en el día a día, en los noticieros, el resultado provocado por el calentamiento global, pero el hombre continúa incansable en su sed de poder, alienado de cualquier peligro, en busca del poder infinito, olvidando que es un “nada”, un “cero a la izquierda”, ante la fuerza imponente de la naturaleza.
Triste con los últimos acontecimientos, las fuertes lluvias, pérdidas materiales y humanas y, principalmente, el drama de Haití, contemplando la cruz que ha quedado intacta, he vuelto a ver y a recordar fragmentos de un poema de Divaldo Pereira Franco:
“El hambre no tiene moral y el estómago no tiene ética”.
PLEGARIA DE LA GRATITUD.
“Señor,
Te doy gracias por mi hogar,
Es tan maravilloso tener un hogar.
No importa si ese hogar es una mansión,
Un nido, una casa en el camino,
Un bungalow, ¡o lo que fuese!
Lo importante es que dentro de él haya amor.
Pero si yo no tuviese a nadie,
Ni un techo para abrigarme, una cama para acostarme,
Un hombro para llorar, o un perro que me acompañe,
No blasfemaré...
Porque te tengo a ti Señor.
¡Te doy gracias Señor!”
Señor, protege al planeta y a sus habitantes.
Gratitud por mi vida, por mi hogar y por mis amigos.