El indispensable equilibrio del ser
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:20
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"La vida no teje sólo una malla de pérdidas, sino que nos proporciona una sucesión de provechos. El equilibrio de la balanza depende mucho de lo que sepamos y queramos mirar". (Lya Luft)
En las últimas semanas, he venido recibiendo muchos correos de ayuda personal. Mensajes que describen situaciones de insatisfacción con la vida e incluso de desesperación. A pesar de todo, la mayoría de estas personas relatan no padecer ninguna enfermedad que las haga incapaces o limitadas para el libre fluir de la experiencia vital. Se sienten como víctimas de las circunstancias y desdoblamientos de una trayectoria considerada infeliz desde la niñez.
Una significativa parte entre estos individuos preguntan si la regresión de memoria podría resolver sus problemas internos y aportar algo de paz y luz a corazones y mentes.
Como se me hace imposible responder individualmente los mensajes recibidos, y como la gran mayoría sigue los artículos publicados en el STUM, aprovecho este canal de interacción con el público lector para responder a los amigos que me han escrito y a otros muchos que se encuentran en situación parecida, es decir, a disgusto con la vida.
Pues bien, amigos míos, comienzo afirmando que el consultorio de psicoterapia reúne la síntesis de lo que nos pasa a todos nosotros, incluso al psicoterapeuta, aunque éste necesite mantenerse en neutralidad para ayudar a quienes buscan conocer el origen de sus dolores y, a partir de ese momento, lidiar mejor con las situaciones que les causan sufrimiento.
En tal sentido, la experiencia terapéutica ha demostrado que en el contexto vital lo que más repercute en la mente y el corazón de un individuo es su bagaje emocional, cuyo contenido de experiencias infantiles psíquicamente traumáticas puede asociarse al contenido de vidas pasadas y hacer que este bagaje sea todavía más "pesado". Esta vivencia cumulativa, basada en experiencias que provocaron dolor psíquico y niveles de sufrimiento soportables para unos e insoportables para otros, es lo que determina el modelo conductual del individuo. Patrón que revela un perfil en equilibrio o en desequilibrio vital. No obstante, todos los individuos padecen dolores de alma, si bien, como hemos registrado antes, unos tengan el sentido del equilibrio vital más desarrollado o afinado que otros.
En esta lógica de razonamiento, presumo que algunas personas cuestionen lo que viene a ser este "sentido de equilibrio" que algunos individuos poseen de forma más afinada que otros. Por tanto, respondo que todo se resume en un "estado de cosas" que implica la percepción del ser inteligente inserido en su contexto vital, donde el "yo" es únicamente un instrumento que mueve un mecanismo consciente de crecimiento personal e integral.
Los individuos en estado de equilibrio consiguen lidiar mejor con los dolores del alma porque han aprendido con la propia experiencia a administrar sus altibajos durante el proceso de interacción con el mundo. Han conquistado así una cierta estabilidad emocional que les mantiene conectados con la propia capacidad de discernir y evaluar el momento vital a través de la lucidez, que es el farol que ilumina la conciencia y libera al individuo del cautiverio de sí mismo.
Por tanto, el autoconocimiento es la base para que el individuo altere su patrón emocional de rasgo predominantemente negativo. Y esta "base" puede ser alcanzada con una educación parental equilibrada, un seguimiento psicoterapéutico que incluya en su praxis la regresión de memoria, o mediante la fe religiosa razonada que lleve al individuo a comprender las causas del sufrimiento y resultante estado de desequilibrio o desarmonía vital.
El sentido de equilibrio es una conquista de la persona que invierte en sí misma, pero con una mirada que abarca el bienestar del otro. Es un estado existencial que atestigua salud física, mental y espiritual libre de procesos obsesivos que contaminan energéticamente a los individuos que se someten a los desequilibrios de la inconsciencia sin alterar el paradigma emocional-conductual que los acompaña desde hace largo tiempo.
La oscuridad de la inconsciencia es una característica del espíritu imperfecto que se revela de una forma interdimensional durante el proceso de auto-descubrimiento. Situación que ocurre con el individuo que busca, con la clareza de conciencia, el despertar para el significado de la vida a partir del amor propio en comunión con la dinámica del amor abarcador que envuelve la existencia humana en el contexto universal.
Como refirió Carl Gustav Jung al registrar que "nadie se vuelve iluminado por imaginar figuras de luz, sino por hacer consciente la oscuridad", la antítesis del fluir vital revela en sus sombras el miedo, la culpa, el resentimiento, la rebelión y la pérdida como sentimientos que bloquean la visión existencial para la necesidad del despertar de conciencia, que, una vez conquistada, se convierte en importante paso hacia la verdad sobre uno mismo.